Agencias

 

Panamá, 20 de diciembre 2015. – La invasión a Panamá, también conocida como “Operación Causa Justa” (Just Cause en inglés), fue sin duda un punto de inflexión en la historia contemporánea.

La llamada “Operation Just Cause”, fue una intervención armada, llevada a cabo por el ejército de los Estados Unidos del Norte de América contra Panamá, con el propósito declarado de capturar al general Manuel Antonio Noriega, acusado de narcotráfico. Pero su objetivo fue invasor, para mantener su poder en la región, amedrentar a los gobiernos que pudieran distanciarse de su hegemonía y defender sus intereses en la zona. Después del tiempo transcurrido, la verdad sigue siendo la principal víctima.
 

Se han cumplido 26 años desde que en la noche del 20 de diciembre de 1989, el Ejército de los EEUU descargó sobre este pequeño país latinoamericano, «el armamento bélico más contundente desde la guerra de Vietnam».

Un intenso bombardeo lanzado por aviones de combate, contra barrios populares de la capital panameña, en especial sobre El Chorrillo, donde se produjo el mayor número de víctimas.

Se desplegaron 27.000 soldados para someter a la Guardia Nacional panameña.

Muchas son las historias que se pueden oír sobre este corto, pero violento conflicto armado, en donde se mezclan sentimientos tan contradictorios como el rechazo, el agradecimiento, el luto y la sensación de libertad.