3-12-15.-Dos meses desde el inicio de su mandato y el gobierno de Grecia se enfrenta hoy a una segunda huelga general, convocada contra el paquete de medidas de austeridad que deberá aprobar en los próximos días, según exigen los acreedores extranjeros.
Convocada por las principales organizaciones sindicales del país, la protesta movilizará a los empleados de la administración del Estado y las instituciones locales, médicos y personal sanitario, trabajadores portuarios y de la marina mercante, de las empresas públicas de ferrocarriles y transporte urbano, así como abogados y estudiantes. También los controladores aéreos anunciaron su adhesión a las demandas de la jornada de huelga, si bien solo interrumpirán su trabajo durante cuatro horas, lo que afectará a todos los vuelos con destino u origen en los aeropuertos griegos.
Además, todos los trabajadores del sector del transporte anunciaron la creación de un frente común que llevará a cabo una serie de huelgas en la primera quincena del mes y una ocupación simbólica el 15 de diciembre, día en que comenzará el proceso de licitación para la privatización del puerto de El Pireo.
A lo largo de esta jornada decenas de manifestaciones tendrán lugar por todo el país, y en el caso de la capital, los sindicatos llamaron a una gran marcha que finalizará frente al Parlamento.
Como ocurrió en la anterior huelga general, el partido en el gobierno, el izquierdista Syriza, también llamó a participar activamente en la protesta achacando las medidas de austeridad a ejecutivos anteriores y asegurando perseguir «un nuevo sistema que garantice el carácter redistributivo y social de las pensiones».
La huelga general dio su primer paso ayer, cuando los trabajadores de los medios de comunicación realizaron un paro de 24 horas contra las «políticas destructivas» dirigidas a acabar con «todo el derecho laboral y la seguridad social que ha llegado hasta nuestros días».
La Confederación General de Trabajadores de Grecia (GSEE), que reúne a la mayoría de los trabajadores del sector privado, llamó a rechazar el tercer memorando de préstamo, que llega «tras seis años de implacable ataque a nuestros derechos laborales y a la devaluación continua de nuestras vidas».
Igualmente consideró que, «con los límites de resistencia y tolerancia de la sociedad y los trabajadores agotados», las nuevas medidas del gobierno «llevarán al colapso de los fondos públicos de pensiones y a un callejón sin salida que acabará por desmantelar el resto de la economía».
A su vez la Confederación de Empleados Públicos (Adedy) denunció en su comunicado que la reforma de la Seguridad Social afectará a amplios sectores por lo que pidió intensificar la lucha para «derrocar una política impopular al servicio de los bancos, la Unión Europea, el FMI y el capital».
Por último, el Frente Militante de Todos los Trabajadores (Pame), llamó a trabajadores, pensionistas, desempleados y agricultores para luchar en común contra «los nuevos recortes brutales en las pensiones y el aumento de los impuestos, que facilitará ganancias y privilegios para unos pocos».