Prensa Latina
Brasilia, 3 de diciembre 2015. – El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva condenó hoy la decisión del líder parlamentario Eduardo Cunha de aceptar un juicio político contra la mandataria brasileña, Dilma Rousseff. y calificó tal paso de acto insano.
En su primera declaración después de que Cunha autorizó ayer el enjuiciamiento de Rousseff, Lula arremetió contra la autoridad parlamentaria, a quien acusó de actuar bajo motivaciones personales.
Me siento indignado con lo que el representante del legislativo hace con el país, sólo piensa en él, «no piensa en el país, en la economía», subrayó a medios de prensa en compañía del gobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezão.
El exgobernante se quejó de la postura asumida por el diputado precisamente cuando el gobierno hace un esfuerzo enorme para aprobar los ajustes necesarios para impulsar la recuperación de la economía.
Me parece que el líder de la Cámara de Diputados tomó una decisión sin preocuparse por las afectaciones que tal acción causará a Brasil, aseveró al resaltar que esta nación de 210 millones de personas es más importante que cualquiera de nosotros.
Subordinar todo este territorio, los intereses de las mujeres, los hombres, los blancos, los negros, los niños a una visión corporativa constituye una venganza personal, enfatizó al decir que no desea creer que Cunha actuó a la ligera.
Lula da Silva alertó que tal posición complicará más las relaciones entre Ejecutivo y Legislativo y agravará la crisis en la economía.
No se puede permitir que esa locura motivada por el presidente de la Cámara dure mucho, señaló.
En su opinión, el juicio político ofrece una oportunidad para quienes desean una tercera vuelta en las elecciones y aclaró que el Partido de los Trabajadores (PT) y Rousseff no negociaron acuerdo alguno con la autoridad del legislativo.
Conozco bien a la dignataria y me parece muy difícil que ella acepte un pacto degradante para evitar un pedido de juicio político en su contra a cambio de proteger a Cunha e impedir que sea juzgado por quiebra de decoro por una comisión del Congreso, concluyó.