25 de Diciembre 2015.- El papa Francisco reiteró su llamado a la paz y condenó la violencia en el mundo, durante su mensaje de Navidad pronunciado ante miles de fieles reunidos en la plaza San Pedro, Roma, Italia.

La agencia Prensa Latina reseña la salutación papal, en la cual el Sumo Pontífice aseveró: «Que la comunidad internacional ponga su atención en que cesen las atrocidades que causan numerosas víctimas, provocan enormes sufrimientos y no respetan ni siquiera el patrimonio histórico y cultural de pueblos enteros».
 

Recordó a quienes sufren el frío, la pobreza y el rechazo y pidió acompañar a los más indefensos, en especial, «a los niños soldados, las mujeres maltratadas y las víctimas del tráfico de personas».

«Que no falte nuestro consuelo a quienes huyen de la miseria y de la guerra, viajando en condiciones muchas veces inhumanas y con serios peligros para sus vidas», expresó.

Abogó por la resolución de conflictos internacionales y, en este sentido, Francisco instó a israelíes y palestinos a retomar el diálogo directo para poder «convivir en armonía y superar un conflicto que les enfrenta desde hace tanto tiempo, con graves consecuencias para toda la región», en referencia a la ocupación de los territorios de Palestina por fuerzas de Israel.

Asimismo, abogó por «acallar el fragor de las armas en Siria y remediar la gravísima situación humanitaria de la población extenuada» en esta nación árabe, que enfrenta una crisis desde 2011 por la acción armada de grupos terroristas que arremeten contra el patrimonio del país y los civiles.

El Sumo Pontífice pidió acabar con las divisiones y la violencia existentes en Libia, donde a cuatro años del asesinato del líder libio Muammar Al Gaddafi, por parte de los grupos separatistas apoyados por Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), la situación en esta nación africana ha sido desoladora y ha generado medio millón de desplazados, entre otros efectos.

Francisco denunció los recientes actos terroristas registrados en países como Egipto, El Líbano, Francia y Túnez, al tiempo que destacó la necesidad de la concordia en la República Democrática del Congo, Burundi y Sudán del Sur y exhortó a que «mediante el diálogo se refuerce el compromiso para la edificación de sociedades civiles animadas por un sincero espíritu de reconciliación y de comprensión recíproca».

Expresó, además, sus deseos de que la estabilidad llegue a Ucrania, que la Navidad ofrezca alivio a quienes padecen las consecuencias del conflicto en esa nación e inspire la voluntad de cumplir los acuerdos tomados.

Asimismo, instó al pueblo colombiano a «continuar buscando con tesón la anhelada paz», afectada por el conflicto armado que vive desde hace más de 50 años. Para la reparación de las víctimas de esa situación, se han impulsado los diálogos de paz en Cuba desde 2012 entre representantes del Gobierno de la nación suramericana y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (Farc-EP).