Federico Kucher-Página12

 

¿Por qué bajó a menos de 14 pesos el dólar? ¿Qué pasa que después de liberar los controles cambiarios no hubo fuertes presiones para que suba la paridad? Hay dos grandes grupos de poder que tienen capacidad de fomentar corridas contra el peso para forzar devaluaciones. El primero son los empresarios dedicados a la exportación de materias primas, en particular de soja y cereales. El segundo son los bancos. Estos sectores con notable influencia sobre la economía local y la evolución del tipo de cambio, que ganaron con la fortísima devaluación de la semana pasada, empezaron a jugar otro partido con la cotización del dólar como protagonista. En la disputa de intereses entre ambos bloques de poder se encuentran una pista acerca de qué esta pasando en el mercado cambiario.

Existen 25 empresas que explican la mitad de las exportaciones del país y tienen incentivos para que el dólar siga en aumento: Cargill, Bunge, Aceitera General Deheza, LCD, Nidera, Asociación de Cooperativas Argentinas, Molinos Río de la Plata, Noble, Vicentin, Oleaginosas Moreno, Alfred Toepfer, ADM y Agricultores Federados, figuran entre las agroexpotadoras, Volkswagen, Toyota, Fiat General Motors y Renault, entre las automotrices, Pan American, YPF, Minera Gold y Alumbrera, entre las energéticas y mineras, y Siderca y Aluar, entre las firmas dedicadas a la siderurgia. Estas grandes empresas exportadoras se benefician si el tipo de cambio continúa en alza porque incrementan sus ganancias por doble vía. Por un lado recibe más pesos por cada producto que vende al resto del mundo. Por otro, tiene menores costos en dólares (sobre todo costos salariales). Un ejemplo sencillo: pagar un sueldo de 10.000 pesos implica desembolsar 1000 dólares con un tipo de cambio de 10 pesos, pero sólo 500 dólares si la paridad aumenta a 20 pesos. Por eso Cristiano Rattazzi advirtió que el Gobierno no debe enamorarse de un dólar bajo, en referencia a la actual paridad.

Los grandes bancos del sector privado, a diferencia de lo que ocurre con los exportadores, consideran que, luego de embolsar los beneficios de la corrección de 9,7 a 14 pesos de la semana pasada, apostar ahora por el negocio de la tasa de interés es una alternativa más rentable que forzar nuevas devaluaciones. Las principales entidades financieras del país, entre las que se destaca el Grupo Financiero Galicia, Santander Río, Banco Francés, Banco Macro y HSBC, entienden que el negocio es colocar sus pesos a la tasa de interés más alta posible (las Lebac rinden casi 40 por ciento) y pagar por los depósitos lo menos posible (los plazos fijos rinden menos del 30 por ciento) mientras que el tipo de cambio se mantiene en un nivel estable. Esta bicicleta financiero es negocio siempre que no haya movimientos bruscos con el dólar.

En la disputa de intereses entre exportadores y bancos alrededor de la paridad cambiaria, luego de la fortísima devaluación, las entidades financieras son por el momento las ganadoras. Para un empresario sojero no resulta provechoso hoy promocionar una corrida cuando sabe que los bancos y el Gobierno están dispuestos a sostener el tipo de cambio en torno de los 13 o 14 pesos. Quedarse con dólares que no suben implica perder el costo de oportunidad de ingresar con pesos al negocio especulativo de la tasa de interés. Con la cuenta capital desregulada los bancos pueden traer dólares del exterior en caso de necesitar defender la paridad y el Gobierno utilizar parte de las reservas del Central para mantener el dólar en el nivel actual (lo que explica por qué convirtió yuanes a dólares). La alianza entre bancos y Gobierno ha funcionado en los últimos días. El interrogante clave, no obstante, es qué pasará en las próximas semanas si el endeudamiento prometido se demora, en tanto que la demanda de dólares de los importadores empieza a normalizarse, la clase media deja de usar pesos para pagar las fiestas de fin de año y vacaciones y busca ahorrar en dólares. Los exportadores, con esta nueva demanda de dólares en el mercado interno, saben que bancos y gobierno pierden capacidad para defender la paridad. Otra pregunta central es por cuánto tiempo esta tasa de interés sirve para convencer a la banca de que el negocio de la bicicleta financiera le resulta más rentable que apostar por una nueva corrida.