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2-12-15.- Mauricio Macri designó como futura titular de Aerolíneas Argentinas a la CEO de General Motors, Isela Costantini. Pero omitió un pequeño detalle: el Código Aeronáutico exige que el presidente sea argentino, y Costantini nació en Brasil.
Las designaciones macristas siguen causando sorpresa y hasta algunos percances, como el de la futura presidenta de Aerolíneas Argentinas.
 

La actual Presidente y Directora Ejecutiva de General Motors de Argentina, Uruguay y Paraguay fue la persona elegida por el presidente electo Mauricio Macri para estar al frente de Aerolíneas.

Brasileña de nacimiento e hija de padres argentinos, Costantini ocupa su cargo actual desde marzo de 2012.
 

Sin embargo, al macrismo se le pasó por alto un detalle. El Código Aeronáutico, en su artículo 99, inciso 5, existe una limitación muy concreta para que asuma Costantini.

«Las sociedades se constituirán en cualquiera de las formas que autoricen las leyes, condicionadas en particular a las siguientes exigencias», plantea el artículo 99 del Código.

Y en su inciso 5 detalla: «El presidente del directorio o consejo de administración, los gerentes y por lo menos dos tercios de los directores o administradores deberán ser argentinos».

Una condición que la designada por Macri no cumple, por haber nacido en Brasil.

 

Otro caso fallido

La diputada derechista, Laura Alonso fue elegida por Mauricio Macri para hacerse cargo de la Oficina Anticorrupción, un lugar clave para muchos de los que el 10 de diciembre se harán cargo de la Presidencia de la Nación.

Sin embargo, minutos después de que la misma Alonso comunicara esta decisión, se comenzó a dudar de los requisitos que exige el puesto y si la actual diputada los cumple o no.

La Oficina Anticorrupción. Alonso no es abogada ni cumple con la antigüedad profesional en el Ministerio Público o en el Poder Judicial, requisitos establecidos para tomar el cargo. Ante ese claro impedimento, la diputada se refirió al «cepo legal» y sugirió que podría modificarse.

En el caso de Costantini el PRO debería hacer algo parecido. De todas formas, queda en evidencia el nivel de improvisación y dificultad que tiene Cambiemos para llenar el organigrama de puestos necesarios para manejar Nación, la provincia de Buenos Aires y la Capital.