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21-11-15.- Para nadie es un secreto que grupos terroristas como el Estado Islámico y Al Qaeda intentan constantemente reclutar nuevos miembros en países de Occidente. En el caso de EE.UU., este problema estaría creando la noción de que el país se está convirtiendo en «exportador de terroristas», una idea que WikiLeaks trae a colación esta semana al publicar de nuevo un documento de la CIA filtrado en 2010, que ahora cobra más actualidad que nunca.
El documento secreto filtrado por WikiLeaks es uno de los memorandos especiales del grupo ‘Red Cell’ de la CIA, titulado «¿Qué pasa si los extranjeros ven a Estados Unidos como un exportador de terrorismo?», y describe cómo diversos grupos terroristas aprovechan las libertades y la multiculturalidad de Estados Unidos para reclutar a ciudadanos de ese país para operaciones en el extranjero, algo que se ha vuelto más sencillo en los últimos años gracias al auge de Internet y las redes sociales.
Los Equipos Rojos o Células Rojas (‘Red Cell’) son unidades utilizadas por el Gobierno de EE.UU. para calificar y testar las tácticas y preparación del personal en los departamentos gubernamentales más importantes.
El memorando también resalta la posibilidad de que los gobiernos extranjeros estén menos dispuestos a cooperar con la CIA y otros organismos de Inteligencia de Estados Unidos, si la idea de que EE.UU. es un «exportador de terrorismo» se populariza.
Esto quiere decir que si los ciudadanos estadounidenses se están uniendo a causas terroristas en países de todo el mundo, los gobiernos de esos países podrían dirigirse a Washington con una serie de cuestionamientos, señala el documento:
• «Los regímenes extranjeros podrían solicitar información sobre los ciudadanos estadounidenses que consideren terroristas o colaboradores de terroristas, o incluso solicitar la entrega de ciudadanos estadounidenses. En caso de que Estados Unidos no coopere, esto podría dar lugar a que aquellos gobiernos se nieguen a permitir que EE.UU. saque a sospechosos de terrorismo de su territorio, perjudicando las alianzas y las relaciones bilaterales».
• «En casos extremos, la negativa de EE.UU. a cooperar con las solicitudes de gobiernos extranjeros para la extradición [de terroristas] podría llevar a algunos gobiernos a considerar la extradicción en secreto de ciudadanos estadounidenses sospechosos de terrorismo en territorio extranjero. Las operaciones de servicios de Inteligencia extranjeros en suelo estadounidense para neutralizar o incluso asesinar a personas que se consideran una amenaza tienen precedentes en la historia».
En este sentido, cabe destacar que antes de que EE.UU. entrara en la Segunda Guerra Mundial, la Inteligencia británica llevó a cabo operaciones de información sobre prominentes ciudadanos estadounidenses considerados simpatizantes de los nazis. Algunos historiadores que han examinado los archivos pertinentes sospechan incluso que oficiales de Inteligencia británicos asesinaron a agentes nazis en suelo estadounidense.
El FBI también ‘crea terroristas’
En octubre de este año, la organización Human Rights Watch denunció que «el FBI podría haber creado terroristas a partir de ciudadanos respetuosos de la ley», citando el caso del ciudadano estadounidense John Booker, de 20 años, conocido como Mohammed Abdullah Hassan, que en abril de 2014 fue arrestado por preparar un ataque terrorista contra una base militar en el Estado norteamericano de Kansas.
Sin embargo, resultó que agentes encubiertos del FBI manipularon al joven yihadista durante seis meses, proporcionándole una lista detallada de materiales para fabricar bombas e incluso ayudándole a construir una bomba, aunque inerte.
En total, el FBI emplea al menos 15.000 informantes encubiertos que se dedican a un amplio abanico de tareas, informa AFP. A menudo pueden sugerir objetivos o proporcionar armas para convencer a un presunto recluta de que son similares a ellos. El problema, según el medio, es que en algunas operaciones los agentes encubiertos ponen trampas que a veces parecen empujar a la acción a los sospechosos que están en el punto de mira.