Trato en lo posible de abstener de opinar personalmente sobre la política de países donde no manejo el detalle de la coyuntura, pero hay situaciones que requieren opinar ineludiblemente. La segunda vuelta de las elecciones argentinas el próximo 22 de noviembre es una de esas.

Para ayudar a pensar ese problema, creo que el artículo de Atilio Borón, «Argentina: el voto en blanco es un voto por el imperialismo«, hubiera ayudado si no estuviera lleno de las típicas calumnias de los stalinistas contra el trotsquismo.

Al respecto opino:

1. Repudio los calificativos de Borón contra el trotskismo.

2. Pero me parece que deben tomarse en cuenta sus opiniones para llamar al voto CRÍTICO por Scioli.

3. Aunque es evidente que hay sectores del trotskismo que hacen gala de un sectarismo visceral, no puede despacharse a todos los trotskistas bajo los calificativos irrespetuosos de Borón.

4. El trotskismo intenta como principio, en Argentina y todos lados, construir la alternativa socialista revolucionaria, aunque muchas veces comete errores graves. Ese lado positivo no lo tienen otras corrientes que se dicen revolucionarias.

5. Las otras corrientes se quedan en el apoyo a líderes de la burguesía «progresista». Así como Borón hace hoy llamando al voto por el que él mismo define como un «conservador» popular, Scioli, si emitir ni una sola crítica a ese candidato ni al oficialismo que lo apoya.

6. Porque los reformistas como Borón siempre encuentran la excusa del momento para no rebasar a esos gobiernos capitalistas socialdemocratizanes, pero capitalistas al fin al cabo.

7. Lo que no explica Borón es por qué el kirchnerismo fue ampliamente derrotado en las últimas elecciones, incluso en bastiones históricos como el gran Buenos Aires (muy obrero por cierto).

8. ¿Cuánto aportó Borón y los reformistas a la construcción de una alternativa revolucionaria? ¿Cuánta crítica hizo a las decisiones del gobierno de Cristina K. para que ahora nos diga que no queda más remedio que votar entre dos derechistas?

9. Borón y los reformistas no aspiran más que a ir detrás del carro de los burgueses reformistas, los trotskistas intentan pasar más allá, hacia la revolución socialista (aunque muchas veces metan la pata). Ese es el dilema de América Latina hoy, la coyuntura de precios favorables a las exportaciones de materias primas se cerró, con lo cual se cerró el espacio para hacer reformismo sin cambiar el sistema capitalista dependiente. Entonces o se avanza en medidas verdaderamente revolucionarias y socialistas o irán cayendo cada uno de esos gobiernos, como hace décadas cayeron Perón, Vargas, Allende, etc. Esto no es nuevo!

10. Por eso, obviando las tonterías antitrotsquistas de Borón creo honestamente que los trotsquistas argentinos harían bien en considerar tácticamente el llamado al voto en blanco y los argumentos para un VOTO CRÍTICO A SCIOLI (lo que no hace Borón, que llama al voto acrítico).

11. AHORA BIEN. SI EL 22 DE NOVIEMBRE GANA MACRI, NO SERÁ CULPA DE LOS TROTSQUISTAS, SINO DEL GOBIERNO BURGUÉS DE CRISTINA KIRSCHNER Y SUS INCONSECUENCIAS, Y DE REFORMISTAS COMO BORÓN QUE DESPERDICIARON UNA DÉCADA SIN AVANZAR EN LA CONSTRIUCCIÓN DE UNA ALTERNATIVA REVOLUCIONARIA APOYANDO INCONDICIONALMENTE EL «PROGRESISMO».

Opiniones de un panameño (trotsquista), desde lejos.