Williams Sánchez
Hay dos fuertes razones por las cuales un ciudadano puede pertenecer a la derecha: por interés o por ignorancia.
Cuando la clase baja o clase baja media sube a clase media; se olvida de donde viene y se pasa a la derecha. Esto es propio de países donde la conciencia es minada por los medios de comunicación, falta de lectura, ausencia de veracidad informativa, educación y desvanecimiento de la memoria histórica.
¿Cómo podemos creer que un país como Argentina, destrozado por las políticas neoliberales, no hace más de dos décadas; vuelva a caer en el error de elegir como presidente a un empresario y máximo representante de la burguesía y del Fondo Monetario Internacional?. Solo basta con analizar las declaraciones de Macri: ¡Estrecharemos relaciones con Estados Unidos, Europa y Brasil!…Como si Latinoamérica le produjera escozor; sus declaraciones injerencistas contra Venezuela al ganar la presidenciales, nos demuestra lo desubicado que esta y que es títere de otros intereses, en especial del imperio norteamericano.
¿A caso se le olvida a este mandatario, que fue Venezuela quien lanzo el salvavidas en el preciso momento que se hundían en el fango de la miseria?. Haciendo una retrospectiva y parafraseando un discurso del recordado por siempre Néstor Kirchner:.. ¡Cuando Argentina estaba en su momento más difícil, aquí no vino ninguna potencia o imperio a ayudarnos, fue Venezuela y el presidente Chávez quien nos extendió la mano…!
Observando las primeras imágenes del triunfo del señor Macri, se puede evidenciar su lenguaje corporal, cargado de expresiones eufóricas, tal cual concurso de belleza; allí se demuestra la impulsividad y poca ecuanimidad, pero ese análisis se lo dejo al camarada Jorge Rodríguez y su maravilloso programa Política en el Diván.
En la actualidad, Argentina y Chile gozan de una significativa clase media, en comparación con otros países de América Latina; donde, sin duda alguna Venezuela en el futuro no muy lejano, contara con la clase media más desarrollada, pero con la diferencia que seremos un colectivo social lleno de conciencia histórica y en ese momento le demostraremos al mundo lo bellamente extraño que puede ser este país.
El imperio norteamericano jamás pondrá sus garras nuevamente sobre la patria de Bolívar, porque si se les ocurriera prender en llamas a este Nación, toda Latinoamérica ardería en fuego; y cuando el patio de una casa se prende en llamas lo más seguro es que esa candela pase para interior de la casa.
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