Con la boca abierta y los ojos pelones, vi por TELESUR el triunfo de Mauricio Macri en la hermana República de Argentina. Confieso que el dolor me embargó, y no es para menos, ver como el espíritu poco humilde y la falta de memoria ha llevado al pueblo argentino a «cambiar» para retomar los caminos de los intereses del Fondo Monetario Internacional, la Casa Blanca y la burguesía nacional.

Conozco poco de Macri, pero la historia me da una buena referencia de lo que se puede esperar del presidente electo tomando en cuenta los grupos económicos que representa y la línea derechista que guían sus pasos de ayudar a quienes menos lo necesitan. Sin embargo, para ofrecer el «beneficio de la duda», me quedé atenta a sus primeras palabras tras su elección. Las cuales comenzó (como corresponde) con agradecimientos al equipo de trabajo y a la familia, destacando a su padre que «le dio tantas oportunidades» (¿económicas?), así como a su secretaria, por ocuparse de él desde sus 5 años, ya que paradójicamente, también fue secretaria de su padre (¿herencia ?).

Seguidamente llamó al «cambio» y a la «unidad» (¿les suena?) en especial para aquellos que no votaron por él y que «están perdidos», por lo que se ofreció amablemente a ayudarlos a encontrar «el camino del desarrollo», alegando que «si se puede» (eslogan empresarial ya conocido en nuestra tierra). Asimismo no sorprendió escuchar la teoría Coloncista de como gente como «sus abuelos y sus padres» cruzaron el charco para llegar a nuestro continente «sin tener Facebook o el twitter» a construir una «etapa maravillosa en Argentina» (¿gracias a ellos y no de los argentin@s?) por lo que ahora le tocaba a los argentin@s «continuar esa posta».

De esta alocución, hay que hacer mención aparte de sus piadosas intenciones en cuanto a «tener buena relaciones con todos los países», promesa que rompió en menos de 24 horas al amenazar al pueblo venezolano, asegurando que en la próxima Cumbre de Mercosur, pedirá que se apliqué la cláusula democrática contra nuestra patria por la «persecución» a opositores y a la «libertad de expresión». (Ya veo por donde vienes pajarito)

Finalmente tras un «largo y tendido» discurso de 15 min aprox., y como buen hincha-presidente de club de futbol lanzó : «¡Es aca, es ahora, vamos argentina… Es aca, es ahora, vamos argentina!, seguido de un variado y raro repertorio de baile (10 min aprox), demostrando que tiene más dote para el show que para la arenga. En definitiva como dijo Macri, el pueblo argentino hizo «posible lo imposible, lo que nadie creia»: ¡dar un salto agigantado hacia atrás!.

Bajo este contexto, en defensa de nuestra soberanía y dignidad, confío en la sabiduría y la humildad del pueblo venezolano para ratificar el triunfo de la revolución este 6D, porque a diferencia de los argentin@s, las y los venezolanos ¡pa’ tras ni pa’ coger impulso!. Así que, sigamos juntos por la justicia y la igualdad, venciendo los ataques, las guerras, superando los vicios que atentan contra la patria y aplicando las correcciones necesarias. Porque como dijo nuestro presidente Chávez:

«Lo que nos espera es batalla, batalla, batalla y más batalla; pero también victoria, victoria, victoria y más victoria, porque ese es nuestro camino: ¡batallas y victorias!»

 

¡Chávez Vive, La Patria Sigue!

 

@yamiladumont