Gary Novak
 
Una rutina estándar se ha venido desarrollado con el tema del calentamiento global, en donde los números se alteran para de alguna manera mejorarlos. No se considera ciencia a menos que los números se adquieran a través de la medición sin alteración alguna. Si estas falsificaciones no se pueden medir realmente, no se està produciendo ciencia. Pero ellos siempre consiguen el resultado que quieren en contradicción con los datos y los principios de la ciencia originales.

 
La ciencia real requiere de metodologías que son muy diferentes de lo que se ha desarrollado recientemente. Se requieren metodologías que eliminan opiniones de los procesos de medición. Estas metodologías están desapareciendo de la práctica científica.
Se produce poca ciencia real, porque los incompetentes se abrieron camino y los verdaderos científicos son marginados. La verdadera ciencia no es una opinión. Requiere de hechos verificables. Los fraudes no están utilizando métodos verificables.
 
La ciencia verificable no es sólo un método probatorio, es un método de cuantificación. Se necesitan normas que implican controles y referencias para la cuantificación; y también la verificación. Las opiniones no producen cuantificación real.
 
En otras palabras, las falsificaciones comienzan con un propósito, para luego producir opiniones alineadas con ese propósito. La diferencia no es una acusación; es una metodología.
 
Un ejemplo importante lo encontramos con Stanley Prusiner, cuando hizo una docena de pruebas basura para demostrar que el mal de las vacas locas era causado por una proteína sin material genético. No hay ninguna prueba en la repisa que nos acerque a ese resultado ya que otros científicos no pudieron reproducir sus resultados. No es ciencia cuando no es reproducible. Tampoco cuando contradice cientos de años de ciencia anterior. Tiene que haber medidas verificables con una lógica coherente, antes de que el conocimiento previo pueda ser contradicho.
 
Por ejemplo, Prusiner prefiere exponer una muestra de ensayo a la radiación ultravioleta y encontrar que todavía es infecciosa. Y como los UV destruyen el ADN, dice que la enfermedad no tiene ADN. Tener a los Cub Scouts trabajando en el experimento en un sótano lo habría hecho menos creíble. Todas estas pruebas requieren un sin fin de mediciones antes de determinar cómo se producen los resultados para diferentes especies bajo todas las condiciones utilizadas. Al igual que la comparación de varias especies de bacterias y virus con todas las posibles dosis de UV para después determinar su infectividad. Varios laboratorios habrían necesitado una década de tiempo para hacer eso. Un laboratorio que hace esto en pocos meses no puede ser otra cosa que un fraude.
 
Pero Prusiner recibió el premio Nobel por su ciencia basura, por lo que se supone que los críticos se equivocan y el tiene razón. Los burócratas ahora hacen docenas de estudios de ciencia chatarra, todo para demostrar que Prusiner tenía razón y sus críticos estaban equivocados.
 
Tales normas son muy visibles para el calentamiento global. Se comprobó que las muestras de hielo no tienen valor alguno en la medición de los niveles de dióxido de carbono en el pasado. Así que algunos defraudadores dijeron que resolvieron los problemas y lo hicieron muy rápido. Un microsegundo no habría sido lo suficientemente rápido, si no hubiera nada real que medir. Y luego se evitan a los críticos para no estudiar el tema.
 
Toda la ciencia se está reduciendo a la suposición de que una buena suposición es la única forma responsable de obtener un resultado con las limitaciones en la mano. Si no tienen el tiempo y el dinero para producir ciencia real, adivinar el resultado no es más que un fraude.
 
Los científicos están pretendiendo ser unos magos con la química y la física y creen que pueden crear una prueba en su cabeza que muestra unos resultados incuestionables. No saben que la energía química está en la órbita de los electrones alrededor de los núcleos; no saben que la energía cinética no se puede representar con la velocidad al cuadrado y no saben que la energía radiante no puede ser empaquetada en forma de partículas. Y se supone que su magia puede reemplazar a las metodologías reproducibles. En otras palabras, la ciencia a caído en manos de la charlatanería y del vudú cuando se suponía que los debía reemplazar.