Hoy Venezuela
Caracas, 4 de noviembre – Fue durante la Cuarta Cumbre de las Américas, entre el 4 y 5 de noviembre de 2005, en Mar del Plata, Argentina, donde dio sus últimos suspiros el intento de Estados Unidos por crear en nuestra región un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), cuyo objetivo era la apropiación de los excedentes económicos de los países de Centroamérica y Suramérica, de acuerdo a las reglas de libre comercio impuestas por el país norteamericano.
Este proyecto se originó en la Primera Cumbre de las Américas, que se celebró en Miami, Florida, del 9 al 11 de diciembre de 1994, debiendo iniciarse en el año 2005. Sin embargo, no llegó a ver luz.
En la Cuarta Cumbre de las Américas, los entonces presidentes Luis Ignacio Lula Da Silva (Brasil), Néstor Kirchner (Argentina) y Hugo Chávez (Venezuela), promovieron el comienzo de una nueva historia de integración entre los pueblos de Latinoamérica, mediante la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Lo que en un inicio sería un debate centrado en los principales desafíos que enfrenta la región, en materia de creación de empleos y fortalecimiento de la gobernabilidad democrática, desvió su atención en el tema del ALCA, de acuerdo con lo descrito en un dossier realizado por la redacción digital de Prensa Latina.
El primero en dar un paso al frente fue el presidente del país anfitrión, Néstor Kirchner, quien describió una cruda realidad de nuestra América, como consecuencia de las políticas neoliberales impuestas por el Fondo Monetario Internacional, y las urgencias para construir un nuevo tipo de arquitectura socioeconómica en el mundo y en esta región.
El diario argentino La Nación, del 4 de noviembre de 2005, hace referencia al discurso de apertura en la que el el primer mandatario manifestó que “no nos servirá cualquier integración”, sino aquella que “reconozca las diversidades” de los países de América.
“Un acuerdo no puede ser un camino de una sola vía, de prosperidad en una sola dirección”, remarcó y pidió que un futuro acuerdo de integración “contemple salvaguardas y compensaciones para las naciones que sufren atrasos”.
“Nuestra pertenencia al Mercosur y a la comunidad sudamericana es primordial”, enfatizó.
En la segunda jornada de la Cumbre, que se cumplió el día 5 de noviembre, intervino el mandatario brasileño, Luis Ignacio Lula Da Silva, quien rechazó cualquier intento de imponer el ALCA por su carácter hegemónico, a lo cual le siguió una pormenorizada descripción del Comandante Hugo Chávez sobre la necesidad en el subcontinente de nuevas formas de integración, en todos los órdenes que nada tenían que ver con el engendro estadounidense.
Esto capítulo de la historia latinoamericana se conoce desde entonces como “El entierro del ALCA en Mar del Plata”.
Chávez y la doble tarea histórica
A la par de la Cumbre de las Américas, se llevó a cabo la III Cumbre de los Pueblos, también llamada y conocida como la anticumbre, en la que Hugo Chávez Frías participó como orador principal ante decenas de manifestantes contrarios a George W. Bush, y en la que afirmó que la idea de concretar el Área de Libre Comercio no tenía futuro.
“Además de enterrar hoy aquí al ALCA, como hoy lo estamos enterrando, además de eso nos toca una doble tarea histórica. Nosotros tenemos que ser los enterradores, no sólo del ALCA, sino enterradores del modelo Capitalista-Neoliberal que desde Washington arremete contra nuestro pueblo, desde hace tanto tiempo”, subrayó durante su discurso. (Discurso de Chávez en Mar del Plata: Alca, al carajo).
Manifestó que el ALCA representaba una vieja propuesta colonialista que pretendía tragarse, una a una, a las nacientes Repúblicas, citando palabras de Thomas Jefferson. En contraposición propuso a los pueblos ser los parteros de una nueva historia, a través del ALBA.
Diego Armando Maradona asistió a la III Cumbre de los Pueblos, en la que Chávez enterró el ALCA.
10 años después de la derrota
Está previsto que para este noviembre se desarrolle una serie de eventos especiales para que la juventud recuerde lo que fue la amenaza del ALCA, su derrota y lo que significó para abrir los caminos que estamos transitando, aún en el 2015.
Así lo expresó el presidente, Nicolás Maduro, durante una entrevista especial en Telesur, el 24 de julio pasado, en la que recordó que se cumplen 10 años de la batalla del ALCA. Una lucha que ya tenía antecedentes en grandes movimientos populares, campesinos y sindicales que a finales de los años 90 pintaban las calles con la consigna, “No al Alca”, rememoró el mandatario nacional.
El Jefe de Estado expresó que, “el ALCA, sin lugar a duda, es el proyecto más audaz y agresivo de la reconsideración económica que ha existido en los últimos 40 años”.
Agregó que el Comandante Hugo Chávez despertó un gran movimiento. Refirió que en el año 2005, junto a otros grandes líderes, derrocó al neoliberalismo, surgiendo así proyectos alternativos en la diversidad de América Latina y el Caribe, ricos en experiencia.
Uno de esos proyectos alternativos fue la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que nació como una respuesta a la propuesta de crear un Área de Libre Comercio en las Américas.
En un marcado contraste al modelo neoliberal que Estados Unidos trató de imponer, el ALBA se basa en la solidaridad y la ayuda mutua.
Fue propuesta por primera vez en el 2001, por Chávez y se volvió realidad en 2004, cuando Cuba y Venezuela firmaron un acuerdo histórico que creó un modelo de comercio que enfatiza la cooperación, la liberación y la justicia; en lugar de la explotación, la dominación y la opresión.
En declaraciones ofrecidas por Rubén Pereira —publicadas en el portal web ecopopularve.wordpress.com—, define a la Alianza como el amanecer de los pueblos soñados por el Comandante Eterno Hugo Chávez Frías.
Pereira, quien asistió en calidad de coordinador de los Movimientos Sociales de la Secretaria Ejecutiva del ALBA, durante el Conversatorio ALBA-TCP, Misión Sucre/ Poder Popular, en noviembre de 2014, explicó que el ALBA es el desarrollo de la teoría de la liberación del Comandante Chávez, en contra de la visión hegemónica de la teoría de la dominación, que era la imposición de un mecanismo perverso, como el ALCA.
Definió a la ALBA como una plataforma de integración latinoamericana y caribeña que toma al ser humano como fundamento y epicentro, bajo los principios de solidaridad, complementariedad, justicia y cooperación.
La Alianza Bolivariana está integrada por nueve países: Antigua y Barbuda, Cuba, Bolivia, Dominica, Ecuador, Nicaragua, Santa Lucía, San Vicente y Las Granadinas y Venezuela. Se sustenta en cuatro ejes transversales: la dimensión social, la política, los movimientos sociales y la construcción de una nueva arquitectura económica y financiera.
Por su parte, Igor Fuser, doctor en Ciencia Política por la Universidad de São Paulo y profesor del curso de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal del ABC, señaló en un escrito publicado por albamovimientos.org, titulado “A 10 años de la derrota del ALCA: Resistencia al dominio gringo es una lucha que viene de lejos“, se preguntó qué habría pasado si hubiera resultado exitoso el intento de incorporar todo el continente al espacio económico estadounidense, a lo que respondió: “Con la vigencia del ALCA, no existirían en la actualidad el Mercosur (absorbido por la nueva institución), ni la Unasur, ni mucho menos la ALBA. Incluso el surgimiento del BRICS (articulación política que involucra Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), tendría escasas chances de ocurrir, con el mantenimiento de Brasil adentro de la órbita geopolítica de Washington”.
Agregando que, “en este escenario, la Venezuela de Hugo Chávez – inicialmente, el único estadista suramericano a rebelarse contra el ALCA – enfrentaría el desafío de sobrevivir aislada, en condiciones muy adversas. Ello hubiera acotado mucho la probabilidad de aplicación de las diversas políticas sociales que han mejorado la vida de la mayoría de los venezolanos en este período”.
Vale recordar las palabras del Comandante Hugo Chávez, en su programa “Aló, Presidente”, número 172, de fecha 16 de noviembre de 2003, cuando dijo: “El ALCA pretende ponernos a competir con los grandes productores norteamericanos en condiciones de igualdad. Si el ALCA se aprueba nos barrerían del mapa y no podríamos alcanzar el proyecto de desarrollo integral que hemos concebido, como es el desarrollo agrícola… el papel del Estado venezolano es fundamental para la producción. La tesis neoliberal es falsa, el estado debe asumir la responsabilidad de definir las políticas y líneas estratégicas económicas e impulsarlas con el sector privado-nacional, inversionistas, productores, entre otros”.