Sebastián Premici-Página12
28-11-15.- La promesa de Mauricio Macri de eliminar las restricciones cambiarias y las retenciones a la exportación de materias primas, antes del ballottage y ahora como presidente electo, generó una escalada de precios en todos los productos de la economía. El lunes posterior a la segunda vuelta, la bolsa de harina se pagaba 200 pesos, el jueves pasado 220 pesos, y la semana que viene los industriales adelantaron que se ubicará en los 240 pesos, según lo informado a Página/12 por Jorge Alonso, dueño de la panificadora Elca. Esto implicará un incremento de 70 por ciento en el último mes. Los distintos cortes de carne vacuna ya tuvieron un incremento de 30 por ciento, mientras que los pollos aumentaron un 25 por ciento. Los ganaderos y frigoríficos no sólo especulan con la devaluación sino que aguardan la eliminación de retenciones y apertura irrestricta de las exportaciones. También se están registrando faltantes en varios sectores.
La empresa Dow Chemical, que provee plástico para la industria del juguete, dejó de vender hace una semana y media. “Dicen que no tienen material pero están esperando las promesas del nuevo gobierno”, sostuvo Matías Furio, presidente de la Cámara del Juguete. Los fabricantes de acero están abasteciendo normalmente, pero obligan a sus clientes a facturar después del 10 de diciembre.
Los sectores concentrados de la economía, formadores de precio, muchos de ellos asistentes asiduos al Coloquio de Idea, son los interlocutores principales de Mauricio Macri y su equipo económico. Ya lo había dicho el presidente electo, que en 2016 acordaría sus políticas junto a todos los empresarios. Por eso es plausible sostener que muchos de los aumentos de precios ya efectuados poseen la anuencia del presidente electo. La ecuación es sencilla: que el impacto inflacionario de la prometida devaluación se concrete antes del 10 de diciembre.
El horizonte de un dólar a 15 pesos y eliminación de retenciones al trigo disparó los valores de los productos panificados. “Cuando se anunció la devaluación antes del ballottage, todos los precios empezaron a moverse. De inmediato, la bolsa de harina aumentó un 35 por ciento. Arrancamos en 140 pesos la bolsa (50 kilos), el lunes estaba 200 pesos y hoy no la conseguís por menos de 220 pesos. La semana que viene nos adelantaron que llegará a los 240 pesos”, explicó a este diario Alonso. De punta a punta, es un incremento de 70,0 por ciento.
–¿Cuál es el impacto en los consumidores hasta el momento? –le preguntó este diario a Alonso.
–El otro día escuchaba a un diputado del PRO decir que si alguien no conseguía pan, que buscara otra panadería. ¿Pero dónde voy a conseguir yo la harina? Si suben todos los costos, obviamente los tenés que trasladar a precios o cerrar tu negocio. Hasta el momento les escuché hablar del shock de confianza. ¿Eso sólo tienen para mostrar? Como empresario, necesitamos algo más sólido –respondió el empresario panificador.
Los fabricantes de insumos industriales ejercen su poder dominante y ya comenzaron a facturar a un dólar a 16 pesos. “En líneas generales se han aumentado los precios y también se nota la falta de entrega. Los que sí venden mercadería, redujeron los plazos de cobro de 45 a 7 días. El polipropileno (termoplástico) ya tuvo un aumento de 26 por ciento”, sostuvo Fernando Lascia, dirigente de Apyme. El empresario también le contó a este diario otra de las alternativas de los grupos concentrados para acomodarse a la devaluación prometida por Macri. “Un fabricante de insumos para perfumería (sector químico) vende normalmente en términos de volumen pero sólo facturará en enero, para adecuarse al valor del dólar de ese día. Y proveedores de acero inoxidable venden ya con un dólar a 16 pesos con un plazo de 40 días y aclaran que si la devaluación es mayor a esa especulación, ajustarán nuevamente los precios con una nota de crédito. Cada uno tiene su librito”, agregó el dirigente de Apyme.
La empresa Dow Chemical dejó de vender materia prima para la industria del juguete. “Estamos en plena producción para las fiestas, algunos podemos reinvertir todo en el plástico y teníamos stock. Las pymes más chicas, no. Hay muy pocos escrúpulos por estos días”, analizó Matías Furio, titular de la Cámara del Juguete, quien agregó que antes de suspender las ventas, la multinacional había comenzado a cobrar todo en el acto, sin ningún plazo para sus clientes.
El industrial Juan Carlos Lascurain, dirigente de Adimra, también confirmó a Página/12 la movida especulativa del sector. “Las industrias siderúrgicas no venden materia prima y si lo hacen, te facturan recién después del 10 de diciembre”, sostuvo el ex titular de la UIA.
El cuadro de incertidumbre se agrava más con los vaivenes del propio líder de la alianza Cambiemos, quien primero sostuvo que las correcciones cambiarias se harían el 11 de diciembre, pero a los dos días aclaró que “sería lo antes que podamos”. En el medio de esos vaivenes, los empresarios continuaron con la remarcación.
Frutas, verduras y carnes
Los cortes de carne son otros de los alimentos que presentan subas constantes desde los días previos a la primera vuelta electoral. Frente a la promesa de devaluación y apertura irrestricta para exportar vacunos, la media res subió cerca de un 30 por ciento. “Hoy (jueves) aumentó dos pesos la media res y el viernes (por ayer) podría aumentar más. El kilo de carne de media res está 54 pesos cuando hace un mes era de 42 pesos. Y esto se traslada a los cortes. En pollos sucede lo mismo, el aumento fue del 25 por ciento. El cajón de 20 kilos se comercializa a 500 pesos cuando hace un mes rondaba entre 390 y 410 pesos”, explicó a este diario Alberto Williams, representante de la Cámara de Propietarios de Carnicerías.
El aumento de los pollos también se explica por la promesa macrista de eliminar las retenciones al maíz, uno de los principales insumos para la producción aviar.
“Hay retención de mercadería, los consumidores empiezan a quejarse, dicen `todo bien con las exportaciones, pero nosotros queremos comer ahora`. Si la carne sigue aumentando, la cosa se complicará”, sentenció Williams.
Las frutas y verduras también cayeron bajo la especulación empresaria, sobre todo en los grandes supermercados. “Le tengo miedo al oligopolio de los híper, que remarcan con altos márgenes todo lo que pueden por si las dudas. Ese es nuestro temor. El verdulero que trabaja con nosotros no aumenta así los precios”, indicó a este diario Fabián Zeta, titular de la cámara frutihortícola del Mercado Central.
El kilo de papa en un súper estaba el jueves a 9,9 pesos. El supermercado le aplicó un margen de rentabilidad de 300 por ciento, si se compara el mismo producto con el que se vende en el mercado concentrador. “Si la bolsa de zapallo la vendieran a 15 pesos, tendrían una rentabilidad de 50 por ciento pero la están ofreciendo a 22,9 pesos. Un exceso. Los tomates tienen un remarque de 200 por ciento”, afirmó Zeta.
El PRO fue uno de los bloques que se opuso a la ley que regula las relaciones del consumo (conocida como ley de abastecimiento). Durante la campaña, en un primer momento dijeron que no iban a mantener Precios Cuidados, y luego se rectificaron. Sin embargo, en los distintos eslabones de la economía dudan de que el gobierno macrista vaya a controlar los abusos de precios. Por la promesa devaluatoria, ya hay faltantes de hasta un 50 por ciento en los productos de Precios Cuidados.