Oscar Laborde
Apartir de opiniones y declaraciones del electo presidente Mauricio Macri y con la designación de la futura canciller, ingeniera Susana Malcorra, podemos suponer algunos de los ejes que formarán parte de la política exterior del próximo gobierno.
Malcorra proviene inicialmente de la actividad privada. Antes de unirse al Programa Mundial de Alimentos, fue una figura importante del mundo corporativo, como directora de IBM y luego CEO de Telecom Argentina. Allí es recordada por el gremio de los telefónicos por una medida que tomada en plena crisis de 2001: el conflicto estalló y no le tembló el pulso para despedir a 400 trabajadores que resistieron una reducción del 10% sus salarios.
Tras salir de Telecom en 2002, fue cofundadora de Vectis Management, empresa que tiene por objetivo asesorar a las grandes compañías que encuentran dificultades en los procesos de cambio y transición. Después de aquellos tiempos tumultuosos de recortes salariales y despidos, dejó el sector privado y marchó a la ONU , sin haber pasado por la diplomacia argentina ni la práctica en relaciones internacionales.
Allí fue directora del Programa Mundial de Alimentos, el cual es utilizado ( y financiado ) por los países centrales, para sus intereses políticos y geoestratégicos. En 2003, el PMA y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional USAID, (dependiente de la CIA) fueron muy criticados por el gobierno de Zambia, que alegaba que los Estados Unidos estaban utilizando la ayuda alimentaria para introducir organismos genéticamente modificados por todo el mundo, de forma que la Unión Europea (UE), donde en la actualidad hay poco mercado para estos productos, se persuadiera de adoptarlos. Todos estos antecedentes nos permiten afirmar que continuará su postura de relaciones fluidas con Estados Unidos.
El presidente electo siempre ha mantenido su constante adhesión a las políticas neoliberales y a las «relaciones carnales» con Estados Unidos que hoy continúa, convalidando los reclamos del juez Thomas Griesa y de los fondos buitre.
Podemos suponer entonces que la política internacional de Macri complicará el proceso de la integración latinoamericana forjada en estos últimos años. Tan solo basta escuchar sus propuestas de volver a las «posiciones tradicionales» de Argentina en la política internacional, o a la adhesión de los tratados de libre comercio propuestos por Estados Unidos.
El presidente electo anticipó que en la próxima Cumbre del Mercosur, solicitará que se aplique la cláusula democrática contra Venezuela por la «persecución» a los opositores y a «la libertad de expresión». Todos saben que la esa cláusula se aplica cuando hay golpes de Estado, y justamente los presos por lo que reclama Macri han sido juzgados por golpistas. Con esa acción política se pretende, no solo favorecer electoralmente a la derecha venezolana en las inminentes elecciones, sino crear una situación de fuerte confrontación al interior del bloque regional , situación que será muy valorada por los yanquis.
A los EEUU siempre les molestó nuestra integración regional, y por supuesto recuerdan muy bien aquel No al ALCA de hace una década. Creen que encontraron el ariete en Macri para desenterrar el ALCA y lapidar la unidad latinoamericana. Esa es la voluntad del imperio y sus súbditos. Los pueblos defenderemos lo logrado en cada país y lo alcanzado en el camino de la Patria Grande. Como siempre, la lucha continúa. «
Fuente: http://tiempo.infonews.com/nota/196968/la-politica-exterior-que-se-viene