AVN
25 de noviembre de 2015.- Levantada la veda, se conocen los nombres. Provenientes de las castas empresariales y financieras de Argentina, el equipo que acompañará en el gabinete económico al presidente electo de Argentina, Mauricio Macri, advierte el giro neoliberal que dará el país austral en los próximos cuatro años mediante la devaluación, liberación de precios, aumento en el pago de los servicios públicos y mayor presencia del capital privado en el Estado.
«El elenco económico se completará con ex funcionarios de los noventa, empresarios y titulares de consultoras y usinas de pensamiento vinculadas con el poder económico y financiero», destaca una nota publicada este miércoles por el diario Página 12.
La eliminación del ministerio de Economía ha sido uno de los cambios más significativos. Macri ha anunciado que trabajará con un gabinete de seis titulares al comando de la cartera de Hacienda y Finanzas, como en la época de la Argentina exportadora, y aunque se espera que este miércoles a las 5:00 de la tarde se haga el anuncio oficial del elenco con quien hará gobierno, ha trascendido que el equipo estará capitaneado por Alfonso Prat Gray.
Prat Gray, actual diputado nacional y ex ejecutivo de JP Morgan, inició su carrera al frente de Banco Central de la República Argentina (BCRA) desde la época de Eduardo Duhalde hasta 2004, cuando renunció por diferencias con el entonces presidente Néstor Kirchner en torno a la constitución del directorio del ente emisor.
El próximo ministro ha adelantado quiénes estarán a su diestra. Según publica Clarín, Prat Gray llevará a su socio Pedro Lacoste —quien ejercía como vicepresidente de BCRA en la misma época que él— al puesto de viceministro de Economía, y a Luis Caputo, titular hasta 2008 de la filial argentina Deutsche Bank, para ocupar la estratégica Secretaría de Finanzas.
La cartera de Energía estará conducida por un ex Consejero Delegado de Shell en Argentina, Juan José Aranguren, conocido por haber presionado hace diez años para que subieran los precios de combustibles durante el gobierno de Kirchner, quien en esa oportunidad llamó a un boicot en contra de la transnacional petrolera.
En Transporte estará Guillermo Dieterich, dueño de una importante concesionaria de autos con el mismo nombre, y quien ejerció la Subsecretaría de Tránsito y Transporte durante la gestión de Macri como jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
La mayoría de los nombres que ocuparán cargos estratégicos en el área económica provienen del sector privado o de la Fundación Pensar, el think-tank del macrismo.
El anuncio del gabinete es uno de los más esperados en vista del hermetismo que hubo en torno a los temas económicos durante la campaña de Macri, en atención a las órdenes de su asesor, Jaime Durán Barba, quien llamó a «esconder» a los asesores del «cambio».
Devaluación para frenar el consumo
Desde el lunes, Macri ha ofrecido parcas declaraciones en los medios sobre su plan económico pero no se ha desmarcado de la agenda que prevé el levantamiento del cepo (control cambiario), el incremento de las tarifas en los servicios, la eliminación de impuestos a los grandes empresarios exportadores del campo y la emisión de bonos de la deuda.
En una entrevista ofrecida a Clarín, Macri habló de «corregir» gradualmente las tarifas y los subsidios porque, a su juicio, «la Argentina ha descompensado todas sus cuentas». «Habrá un sistema de tarifas justo y equilibrado», añadió el mandatario electo ante la pregunta sobre el incremento de las tarifas de servicios.
Sin embargo, ya ganada la elección, ha sido menos ambiguo con la posibilidad de levantar las medidas de control cambiario, aplicadas por el gobierno de Cristina Fernández para evitar la fuga de capitales y la especulación con la divisa, lo que se traduce en la devaluación del peso.
Macri ha dicho que el 11 de diciembre, un día después que asuma el poder, levantará el cepo de manera definitiva para que exista un «único mercado de cambios». Es decir, prevé liberar el precio de la divisa norteamericana, porque según él, «el problema no es el dólar sino la inflación».
Tal como dicta la receta neoliberal, la liberación de precios encarecerá los productos y contraerá el consumo, lo que provocará en consecuencia la disminución de la inflación.
A diferencia del discurso de «la revolución de la alegría», que lo llevó a conquistar poco más del 51% de los votos, tras ser electo Macri ha optado un tono sombrío en materia económica para justificar sus medidas de corte neoliberal: «Los dólares ya se acabaron. Va a haber un dólar único pero espero tener conocimiento de la situación real que tanto preocupa», dijo en una entrevista televisiva con el Canal 13.
Sin embargo, ha sido cuidadoso in extremis con las formas sin aludir directamente las («malas») palabras como devaluación, ajustes o recortes. La cautela ha sido sugerida por Durán Barba quien, citado el martes por Clarín, ha advertido las consecuencias de dar un paso en falso: «el que ajusta al principio no se saca la etiqueta de hijo de puta de la frente».