Por ahí anda la derecha gozando otra vez, porque algunas frases inoportunas que se le escaparon recientemente a ciertos camaradas, así lo revela el título de esta reflexión.

Pero no se trata de corregir el lenguaje solamente, sino reparar entuertos económicos que afectan a la clase popular y a la clase media en vías de extinción. Solo así la Revolución estará fuera de peligros electorales y de cualquier otra índole.

Cuando las cosas se pongan más difíciles de lo que ya están, apareceremos los chavistas rebeldes que no aceptamos «piedras fritas» ni «colas sabrosas», entre ellos, otra vez, este humilde hijo del pueblo. Ver video en Youtube: Jesús Silva en VTV horas después de la muerte de Hugo Chávez https://youtu.be/brjHY9lQ1-8

Si actualmente no nos necesitan porque ganaremos el 6-D por avalancha de votos, desde los llanos cultivando arroz yo seguiré siendo el mismo Chavista… Seguramente cantando una canción de Rubby Pérez que me gusta mucho y dice: «Volvereeeeeé».

Más allá de sarcasmos, creo que se ha extendido un mal ejemplo, muchos creen que callar ante graves fallas es un gesto de «disciplina revolucionaria», sin darse cuenta que otros se lucran y divierten indebidamente utilizando a la Revolución Bolivariana como trampolín y son ellos precisamente los beneficiarios del silencio del pueblo. De Chávez aprendí que la verdad es la más hermosa de las acusaciones, por ello denuncio el jalamecatismo, los infiltrados, los déspotas con poder, la corrupción y el burocratismo.

Yo no soy ese tipo de Chavista que dice que todo marcha bien. Prefiero advertir las fallas y proponer soluciones. Así lo he escrito en Aporrea desde su inicio y en otros medios. Lo haré hasta que el pueblo quiera.

Reto a mis camaradas Chavistas que callan frente a los problemas nacionales a que expliquen de qué manera su boca cerrada le hace bien a la Revolución mientras la economía se deteriora, el capitalismo cumple sus objetivos de torturar al pueblo para que pierda su fe revolucionaria. Mi mayor deseo revolucionario es que haya una respuesta contundente frente a una Guerra Económica donde los malos le están ganando a los buenos.

Fui, soy y seguiré siendo Chavista por razones muy claras: vivo trabajando por una nueva sociedad donde el pueblo luche por sus derechos y los reclame también, una Venezuela sin división de clases, sin privilegios, donde nadie (incluyendo los opositores de a pie) tenga que comer «piedras fritas» ni pasar horas haciendo «colas sabrosas».