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30-09-15.-En su discurso ante la 70 Asamblea de las Naciones Unidas, la presidenta Cristina Kirchner denunció que Jaime Stiuso, quien fuera hasta 2014 el jefe de los espías argentinos, estaría oculto en Estados Unidos y se negaría a volver para ser investigado por la justicia.
Stiuso fue el hombre más poderoso de la Secretaría de Inteligencia (SIDE) hasta fines de 2014, cuando fue desplazado de la cúpula del organismo, del cual formaba parte desde 1972. Un mes después, el 18 de enero, apareció muerto el fiscal Alberto Nisman, con un tiro en la cabeza, en su apartamento de Puerto Madero.
Nisman y Stiuso, el primero como fiscal y el segundo como espía, fueron desde 2004 la columna vertebral de la investigación sobre el atentado contra la mutual judía AMIA, el 18 de julio de 1994, cuando un carro bomba estalló causando la muerte de 85 personas.
El periodista Raúl Kollman reveló en Página 12 que Stiuso habría salido del país por tierra a Uruguay en febrero, desde donde se habría trasladado a Brasil y a Miami, y estaría en un “paradisíaco resort llamado Portofino, en La Florida, Estados Unidos”.
Desde la desaparición del ex espía, se empezaron a conocer denuncias judiciales contra él, revelando sus negocios paralelos y una fortuna que excede los ingresos de un funcionario estatal.
Kollman reveló que Stiuso tiene depósitos en Miami por 350.000 dólares y otros 200.000 dólares, denominados en pesos, en bancos argentinos, además de participar en varias sociedades que se dedicaban a la importación de insumos médicos, que entraban al país como material de inteligencia, además de lo cual, existen denuncias por las oscuras relaciones del ex espía con personas vinculadas con la prostitución y la trata de personas.
La investigación del atentado de la AMIA lleva más de veinte años, pero no hay ningún condenado. En 2004, la justicia declaró nula una parte de la investigación, tras comprobarse que el ex juez de la causa le entregó 400.000 dólares a uno de los acusados para inculpar a unos policías. En ese momento, Alberto Nisman fue nombrado a cargo de una fiscalía especial encargada de la investigación. Poco después, acusó a Irán de haber promovido el atentado, logrando que Interpol librara orden de captura internacional contra altos funcionarios iraníes.
En 2013, el gobierno argentino firmó un Memorándum de Entendimiento con Irán para permitir interrogar a los acusados en Teherán, pero el acuerdo nunca fue ratificado por Irán, y posteriormente la justicia argentina lo declaró inconstitucional. Entonces, Nisman empezó a preparar una denuncia contra la presidenta Cristina Kirchner y el canciller Héctor Timmerman, que presentó el 14 de enero, acusándolos de encubrimiento del atentado por firmar el acuerdo con Irán. Cuatro días después estaba muerto.
En los últimos meses han surgido informes que revelan los bienes y propiedades de Nisman, un funcionario que no podía ejercer el comercio ni cualquier otra actividad: 600.000 dólares en una cuenta en Estados Unidos, lotes en Punta del Este, Uruguay, por 288.000 dólares, tres apartamentos en Buenos Aires, un Audi Q3, viajes de placer al exterior y enormes gastos en tarjetas de crédito.
Según el diario Perfil del 25 de septiembre, dos ex espías afirman que Stiuso habría traicionado a Nisman, porque le habría negado pruebas decisivas para completar su denuncia.