BRADLEY KLAPPER

 

1° de octubre 2015.- El Departamento de Estado publicará el miércoles unas 6.000 páginas de correos electrónicos de Hillary Rodham Clinton, de un período que abarca la difusión de miles de cables secretos por WikiLeaks y el estallido de la Primavera Arabe.

El departamento publicará correos electrónicos correspondientes al período encabezado por Clinton. Todos los mensajes fueron escritos por ella o enviados por otros a una cuenta privada que utilizaba cuando era la jefa de la diplomacia estadounidense. Esa cuenta y el servidor privado que mantenía cuando era funcionaria del gobierno han sido un dolor de cabeza constante en su campaña por la candidatura presidencial demócrata.

 

Una vez publicados estos documentos, el 37% de la correspondencia electrónica de Clinton relacionada con su trabajo estará a disposición del público. Clinton ordenó borrar sus correos privados antes de entregar la documentación al departamento el año pasado.

Clinton ha sido objeto de cuestionamientos acerca de su correo electrónico proporcionaba las garantías necesarias para mantener el secreto y conservar la documentación, aunque el contenido de los correos en sí no ha revelado nada escandaloso hasta el momento.

La ex primera dama y senadora por Nueva York sostiene que no había mensajes confidenciales en la correspondencia, pero los servicios de inteligencia han identificado mensajes que contenían información ultra secreta. Clinton insiste en que sus correos de trabajo eran revisados por el departamento, pero últimamente oficiales del Pentágono descubrieron un conjunto de mensajes entre Clinton y el entonces general David Petraeus correspondiente a sus primeros días en el cargo y que no envió al Departamento de Estado.

Los mensajes a difundir en las próximas horas abarcan de fines de 2010 a comienzos de 2011, cuando el departamento estaba acosado por varias crisis.

En noviembre de 2010, WikiLeaks inició la publicación de 250.000 cables —muchos de ellos secretos— que obtuvo de un analista de inteligencia militar estadounidense. Esos cables contenían nombres de fuentes de información o evaluaciones bochornosas de gobernantes extranjeros, y perjudicaron gravemente las relaciones con varios gobiernos.

Durante los meses siguientes, las protestas que derrocaron a los presidentes de Túnez y Egipto y el estallido de guerras civiles en Libia y Siria malograron décadas de política exterior estadounidense en el mundo árabe. El comienzo de esos conflictos y las respuestas de Estados Unidos probablemente aparecerán en la correspondencia a difundirse.