Pedagogía económica

César Prieto Oberto[1]

 

(Comentarios a extractos del libro: «Patada a la escalera: La verdadera historia del libre comercio», de Ha-Joon Chang Facultad de Ciencias Económicas y Ciencias Políticas Universidad de Cambridge)

Del libro del Dr. Ha-Joon Chang podemos sacar otras importantes informaciones y conclusiones. Es así como, según fuentes de la misma asociación de la industria farmacéutica estadounidense (http://www.phrma.org/publications), solo 43% de la I+D (Inversión y Desarrollo) farmacéutica es financiada por la misma industria, mientras que un 29% es financiado por los NIH. Shapiro y Taylor (1990), agrega el autor, resumen todo esto muy bien: «En lo militar y en lo comercial, ni Boeing sería Boeing, ni IBM sería IBM sin los contratos y el apoyo a la investigación civil del Pentágono» (p. 866). Hoy suele considerarse a Alemania como cuna de las medidas proteccionistas de la industria naciente, tanto en lo que hace a las teorías proteccionistas como en lo referente a las políticas mismas de protección. Sin embargo, desde el punto de vista histórico, la protección arancelaria tuvo realmente un papel mucho menor en el desarrollo económico de Alemania que en el del Reino Unido o los EE. UU. La protección arancelaria para la industria en Prusia antes de la unión aduanera alemana de 1834, bajo liderazgo prusiano, y las medidas proteccionistas otorgadas posteriormente a la industria alemana en general fue en general moderada.

El caso de Alemania. Hoy suele considerarse a Alemania como cuna de las medidas proteccionistas de la industria naciente, tanto en lo que hace a las teorías proteccionistas como en lo referente a las políticas mismas de protección. Sin embargo, desde el punto de vista histórico, la protección arancelaria tuvo realmente un papel mucho menor en el desarrollo económico de Alemania que en el del Reino Unido o los EE. UU. La protección arancelaria para la industria en Prusia antes de la unión aduanera alemana de 1834, bajo liderazgo prusiano, y las medidas proteccionistas otorgadas posteriormente a la industria alemana en general fue en general moderada…

Siendo como lo son el FMI, el BM y la OMC instrumentos del imperialismo, es absurdo pensar, y por ello han pateado la escalera, que les interese el desarrollo de las economías emergentes y en desarrollo; de allí la actitud que han adoptado la generalidad de los países que han mostrado altos niveles de crecimiento antes de la crisis financiera y económica internacional que recién se inició de manera catastrófica en 2008.

Hoy día, los Tratados de Libre Comercio, que con tanta pasión y presión busca EE.UU, como el caso concreto del TPP, no aspira sino ampliar y profundizar el dominio de los mercados y neutralizar el avance de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) y el BAII, que lidera China, como economías emergentes, así como otras que han mostrado fuerza en la última década. Incluso, el Presidente de la UE, alega que ésta no debe dejarse arrastrar por los dictados de EE.UU.

Por otra parte, las campañas dirigidas a mediatizar las medidas proteccionistas de las economías de bajo desarrollo que han mostrado la intención de seguir un camino diferente a lo que dicta el paradigma liberal, tienen formas variadas y alternas según a quien vayan dirigidas, y los mecanismos son múltiples, desde bloqueos comerciales, financieros, hasta mediáticos, psicológicos, hasta llegar a sanciones unilaterales como las aplicadas, a Irán, Rusia, Cuba desde hace 55 años, Irak en la década de 1990 y a Libia y Siria en la presente década.

Los Países Altamente desarrollados (PHD), han jugado y juegan con una doble cara. Como se ha demostrado, su crecimiento y desarrollo se logró con una desproporcionada intervención del Estado en todos los ámbitos de la vida económica, con empresas estatizadas, con una relativamente baja participación del sector privado. Hoy, es tal el viraje en su comportamiento, que la jugada más reciente, ya consolidados el FMI, el BM y la OMC, -aunque en total descrédito ético y moral- es el TPP, integrado por Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Estados Unidos y Vietnam. Basta leer las declaraciones del Presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, quien considera que AL debe aprovechar su apertura al comercio mundial porque estas negociaciones de la Asociación Trans-Pacífico (TPP) ayudarán a potenciar la economía mundial y el crecimiento regional en la cabeza de México, Chile y Perú, los tres países miembros del bloque comercial que, por cierto, tienen firmados Tratados de Libre Comercio con EE.UU.» Las negociaciones de la Asociación Trans-Pacífico recientemente terminadas pueden ser una muy buena noticia para la región», señaló Jim en el marco de la Reunión Anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el BM.

Pero, ¿Qué es el TPP? Es el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, también conocido como TPP por sus siglas en inglés, es un tratado de libre comercio multilateral que se negocia en secreto. Fuertemente promovido por Estados Unidos, el tratado, en sus 30 capítulos de negociación, busca regular un gran número de temáticas, que van desde el comercio de lácteos, hasta la regulación laboral, pasando por derechos de autor, patentes, inversiones estatales y medio ambiente.

Las negociaciones del TPP comenzaron en marzo del 2010 y han sido hechas de espalda a la comunidad de los países afectados. Hoy, todo lo que sabemos al respecto, es gracias a filtraciones de los textos oficiales, como las realizadas por Wikileaks a partir de noviembre de 2013.

El contenido de estos textos ha creado alerta mundial respecto a diversos temas, como:

§ Limitación a Derechos Humanos en Internet.

§ Obstáculos al acceso a medicamentos genéricos.

§ Obstáculos al acceso al conocimiento y la cultura.

§ Obstáculos a los derechos de los consumidores.

§ Privilegio de las corporaciones por encima de los Estados con normativas de carácter supranacional.

En el caso de que Chile firme el acuerdo, antes debe pasar por el Congreso para aprobarlo o no, sin hacer modificación alguna al texto.

De los otros dos países latinoamericanos, México y Perú, no se tienen declaraciones abiertas.

Aunque las protecciones arancelarias eran en muchos países un componente dominante de esta estrategia, no siempre eran la única medida proteccionista ya que a menudo iban acompañadas de otras medidas como subsidios a la exportación, reducciones arancelarias para los insumos usados en los productos para la exportación, asignación de derechos de monopolio, asociaciones de fabricantes, créditos dirigidos, planeamiento de la inversión y de la fuerza de trabajo, ayudas de I+D y creación de instituciones para facilitar la cooperación entre los sectores público y privado. Suele pensarse que estas políticas fueron inventadas por el Japón y otros países del Este de Asia después de la segunda guerra mundial, o al menos por Alemania a finales del siglo XIX, pero muchas de ellas tienen un largo pedigrí. En pocas palabras, todo lo que el FMI, el BM, la OMC y ahora el TPP niegan a los Estados en beneficio de las corporaciones.

 

CONCLUSIÓN

Como corolario de sus investigaciones, Ha-Joon Chang se atreve, en definitiva, a apuntar lo siguiente: Comienza por señalar que, para empezar, la experiencia histórica del desarrollo de los países desarrollados debe difundirse más extensamente.

· No se trata solo de escribir «la historia verdadera», sino de permitir que los países en desarrollo opten con conocimiento de causa.

· No es mi intención –expresa- dar la idea de que cada país en desarrollo debe adoptar una estrategia activa de la promoción de la industria naciente como Gran Bretaña en el siglo XVIII, EE.UU en el XIX o Corea en el XX.

· Algunos países pueden beneficiarse siguiendo el modelo suizo o el modelo de Hong-Kong.

· Sin embargo, esa opción estratégica debe hacerse sabiendo que casi todos los países exitosos utilizaron históricamente la estrategia opuesta para hacerse ricos.

· Además, las condiciones de política comercial y económica que exigen el FMI y el Banco Mundial para brindar asistencia financiera deben cambiar radicalmente.

· Esas condiciones deben basarse en el reconocimiento de que muchas de las políticas que se consideran malas de hecho no lo son y que no puede haber una política «idónea» que todos deben utilizar.

· Por otra parte, las reglas de la OMC y otros acuerdos comerciales multilaterales deben reescribirse de manera tal que permitan un uso más activo de medidas de promoción de la industria naciente (por ejemplo, aranceles y subsidios).

· Si los países en desarrollo pueden adoptar políticas (e instituciones) más apropiadas a su etapa de desarrollo y a las condiciones a las que han de hacer frente podrán crecer más rápidamente, como hicieron de hecho durante los años sesenta y setenta.

· A largo plazo, eso no solo beneficiaría a los países en desarrollo, sino también a los países desarrollados, pues aumentarían las oportunidades de comercio y de inversión disponibles para los países desarrollados en los países en desarrollo.

· ¡LA TRAGEDIA DE NUESTRO TIEMPO ES QUE LOS PAÍSES DESARROLLADOS NO SON CAPACES DE DARSE CUENTA DE ESTO!