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1º sept. 2015 – Ante la medida soberana del presidente Nicolás Maduro de cerrar la frontera y establecer un estado de excepción en algunos municipios del estado Táchira, la mediática internacional reproducida por el palangrismo criollo orquesta el ataque de rumores y presunciones no confirmadas: supuestos abusos de fuerza, separación de familias u oleadas incesantes de deportaciones.
Todo sirve a su propósito de desprestigio y alarma en busca de intervenciones, pero no muestra que Venezuela no ha repatriado colombianos en los últimos 6 días o que se ha abierto un corredor humanitario para atender casos prioritarios en temas de salud y educación.
Se multiplican los voceros en busca de titulares pero no hay denuncia, afectados con nombres o cantidad de personas. Pero con cifras, Larissa Costas, pone en perspectiva lo que ahora la Unión Europea también ha querido alertar sobre la «situación» humanitaria, seguridad y estabilidad en la frontera; cuando ellos han sido cómplices y promotores de las guerras en Medio Oriente que han producido las inmensas carencias que forzan a sus ciudadanos a migrar a sus costas.
Y si de números se habla, el factor cuantitativo de lo que ocurre en la frontera no debe apartarse. Las casas de cambio ilegal sí que han dejado de beneficiarse del desangramiento de divisas que esa herida abierta en la frontera significaba.
Nuestros billetes son cambiados por mayores sumas, pero de manera electrónica; se emplean los de alta denominación para hacer más expeditas las operaciones criminales de contrabando y bachaqueo; pero además se genera la necesidad de emisión de dinero inorgánico por parte del BCV afectando nuestra economía.
Conozca lo que conllevan estas estrategias de la guerra económica destada contra nuestra Patria, A Un Click.