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23-09-15.- Las principales ciudades brasileñas han sido este miércoles escenario de masivas protestas contra el ajuste fiscal impulsado por el Gobierno de la presidenta, Dilma Rousseff.

Unos 200 de los 1500 indignados que protestaban contra los recortes en el presupuesto que desarrolla el Ejecutiva para hacer frente a la recesión económica han invadido la sede del Ministerio de Hacienda en el centro de Sao Paulo (sureste).
 

    No vamos a aceptar los recortes en viviendas ni que la crisis interfiera en las inversiones en vivienda», ha asegurado el coordinador nacional del Movimiento de los Trabajadores sin Tierra (MTST), Guilherme Boulos

«No vamos a aceptar los recortes en viviendas ni que la crisis interfiera en las inversiones en vivienda», ha asegurado el coordinador nacional del Movimiento de los Trabajadores sin Tierra (MTST), Guilherme Boulos.
Trabajadores Sin Techo irrumpen en el Ministerio de Hacienda, en Sao Paulo (sureste de Brasil) después de marchar contra el ajuste fiscal impulsado por la Administración de la presidente, Dilma Rousseff, 23 de septiembre de 2015.

Gritando consignas y portando pancartas antigubernamentales, los congregados han dicho que no se moverán del vestíbulo del Ministerio hasta que la Administración negocie con los manifestantes en Brasilia (capital).

También se han llevado a cabo movilizaciones similares en Brasilia y Rio de Janeiro (sureste) donde otros cientos de personas han protestado contra el plan de austeridad, con el cual el Gobierno busca lograr un superávit fiscal primario de 0,7 % el año próximo.

En la capital, manifestantes sin techo, profesores, maestros y funcionarios públicos han protagonizado manifestaciones frente al despacho del ministro de Hacienda, Joaquim Levy. Cerca de allí, cientos de campesinos Sin Tierra (MST) marchaban en otra protesta hacia el Congreso al grito de «¡Fuera Levy!» y «¡Fuera Cunha!», en referencia a Eduardo Cunha, presidente de la Cámara de Diputados e investigado por corrupción en Petrobras.

En Rio de Janeiro, un centenar de «sin techo» ha celebrado un acto simbólico en el que cocinaron frijoles negros.

El acto se produce mientras unos 15.000 brasileños, de movimientos izquierdistas, se manifestaron el pasado sábado en la ciudad de Sao Paulo por el mismo motivo, coreando consignas tanto en contra del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), como los movimientos derechistas.

Desde marzo de 2014, tras la revelación del escándalo de corrupción de la mayor empresa pública de América Latina, la brasileña Petrobras, en la que se ha registrado el desvío de cerca de 4 mil millones de dólares, el Ejecutivo de Rousseff ha sido objeto de grandes críticas de la derecha y también del pueblo.

Hasta que el pasado 10 de septiembre, los principales partidos de oposición brasileños, entre ellos el Partido de la Social Democracia de Brasil (PSDB), promovieron un movimiento a favor de la renuncia de la dignataria del país sudamericano.

En respuesta, la jefa brasileña de Estado aseguró que su Gobierno hace lo imposible por frustrar el golpismo que desde hace meses se cierne sobre el país.