Hemos afirmado desde hace mucho tiempo, que para el mundo globalizado como paradigma de la economía neoliberal, el llamado socialismo, no es problema para el imperialismo del capital, pues el mundo financiero se asienta en las economías de los países, donde los gobiernos celestinos lo permitan y donde la dependencia, producto del subdesarrollo así lo indique.

De acuerdo a la información emitida por la agencia (AFP) desde Cuba y verificada por los representantes bancarios de ambos países, el banco Stonegatte de Estados Unidos y el banco cubano de Comercio Internacional, acaban de firmar un convenio que permitirá por primera vez hacer transacciones dentro del mercado financiero entre estas dos naciones, que recién acaban de instaurar lazos diplomáticos después de 50 años de haber roto relaciones diplomáticas por razones «ideológicas y políticas».

Esta situación corrobora, lo que hemos afirmado desde hace mucho tiempo, que para el mundo globalizado como paradigma de la economía neoliberal, el llamado socialismo, no es problema para el imperialismo del capital, pues el mundo financiero se asienta en las economías de los países, donde los gobiernos celestinos lo permitan y donde la dependencia, producto del subdesarrollo así lo indique.

Tal convenimiento –según declaraciones- del Presidente del Banco Stonegatte, el señor Dave Seleski «facilita las transacciones a las empresas estadounidenses que hacen negocios en Cuba, ya que las cuentas de corresponsalía permiten operar a través de fronteras internacionales y mover dinero en nombre de sus clientes» – más adelante agrega en su declaración. «La posibilidad de mover dinero fácilmente entre ambos países no hará más que incrementar el comercio y beneficiar a compañías estadounidenses que desean hacer negocios con Cuba».

Es bueno señalar, que la embajada de Cuba de inmediato abrió una cuenta en dicho banco -ya que al parecer- tenía problemas para operar, debido a que la banca financiera de Estados Unidos temía sufrir sanciones del gobierno de Estados Unidos, como resultado del embargo que desde 1962 padecía el Gobierno Cubano, producto del escenario político que venía desde ese entonces.

Las nuevas políticas del gobierno cubano, muestran a los habitantes del mundo, como América Latina, viene cayendo en las redes del imperio del capital, bajo las miradas complacientes de sus respectivos gobiernos, llámense socialistas o capitalistas y poco a poco y de manera sumisa se van entregando a los intereses de los grandes conglomerados que dominan el mundo y se colocan de rodillas ante el imperio del capital.

No es de extrañar que en los próximos meses el gobierno cubano anuncie su incorporación al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), propuesta que viene asumiendo la mayoría de los gobiernos de nuestra región y que Venezuela asume a través del IRSSA (Instituto de Integración Regional Suramericana), donde a nombre del llamado progreso y del socialismo del siglo XXI entregan nuestros recursos naturales y nuestra soberanía al imperio del capital.

Es de hacer notar, que esos conglomerados económicos son los que dominan el mundo, poseen un capital sin identidad, que se coloca en el planeta tierra con una capacidad de ubicuidad, sin límite. Es aquí, donde está representado ese poder real y dejan a los países subdesarrollados el poder formal. Por lo tanto, son los conglomerados quienes dictaminan las líneas a seguir por los países colonizados haciéndoles cambiar inclusive sus normas, leyes y hasta las propias constituciones a través de figuras jurídicas como las que se están aplicando en América Latina y el Caribe llamadas constituyentes derivadas del poder constituido.

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