Osvaldo Miguel Corbo
Con este título no quiero ofender a quienes, por causa de las condiciones reales creadas por el capitalismo de Estado intentan desesperadamente ganarse el pan con el sudor generado en las colas para conseguir las mercancias que, una vez compradas en los mercados a precios regulados, serán revendidos a precios increíbles en las calles de nuestra amada Patria Venezuela.
Solamente una gran operación de desabastecimiento planificado y una extraordinaria ineficacia e ineficiencia gubernamentales para combatir y modificar las causas de las actividades de «bachaque masivo» pueden explicar el actual estado de cosas en materia de prodcución, importación, distribución y puesta a la venta de productos esenciales para el desarrollo cotidiano de la vida, desde alimentos hasta medicamentos, elementos de aseo personal o limpieza hogareña.
Exclusivamente un grupo de personas bien maléficas creados por un sistema perverso pueden crear tanto caos, angustia, nerviosismo, desesperanza y tristeza cuando vemos a nuestro pueblo en innumerables colas para comprar con los cada vez más débil Bolívares Fuerttes, lo esencial para vivir dignamente en la tierra de Chávez.
El actual equipo de gobierno está mirando para el costado y no reconoce aún la magnitud y profundidad de los problemas económicos y psicosociales que esta causando tan prolongado estado de emergencia en materia de salud, alimentación y seguridad personal que azota a nuestra sociedad en los últimos tiempos agrabado por la impresionante devaluación de la moneda nacional que a ultrapasado la barrera de los 400 Bs Fs para hundira a los trabajadores en la lista de los países con más bajos salarios del mundo (salvo que a algún imbécil se le ocurra calcularlo a dólar 6.30).
El actual capitalismo de Estado impuesto por el presidente Maduro y su equipo puede explicar por si mismo el control y la dominación psicológica que se ejerce con el poder del dinero y explica los inusuales comportamientos de una parte de la población, que ven en las actividades de reventa, un medio de vida para poder subsistir y generar ganancias que se de todas formas se redistribuiran en el mercado alimentando el circuito de compra-venta de productos con la aceptación implícita del gobeirno nacional sometido a una economía de guerra con el objetivo de forzar su salida del poder y generar la caída de la experiencia chavista de construcción del socialismo.
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