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Washington, 6 de junio 2015.- El escándalo de corrupción desatado en el seno de la federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), ha generado nuevas revelaciones poco difundidas por la prensa mundial: el FBI está investigado una conexión entre esta confederación del fútbol y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual OMPI, por comisiones percibidas en caracter de asesoramientos en contratos de licencias de comunicación, patrocinios de marcas, diseños industriales y hasta patentes. Una parte del asesoramiento no habría sido depositado en las cuentas que OMPI posee en Suiza, sino en cuentas no declaradas en los Estados Unidos.
La OMPI quien asesoró a la FIFA dada su capacidad de generar ingresos a partir de sus competiciones más populares (por ejemplo, la Copa Confederaciones, la Copa Mundial y los Juegos Olímpicos de invierno y de verano) está directamente relacionada con ofrecer a sus socios comerciales un “producto mejor.” Sin embargo, fuentes del FBI aseguraron que las comisiones ilegales no fueron depositadas en bancos suizos, sino en bancos de Estados Unidos.
Cerca del 88% del total de los ingresos generados por las ediciones de la Copa Mundial de la FIFA de 2010 y 2014 procedieron de la venta de esos derechos. Para el ejercicio financiero de 2011 a 2015, la FIFA estima ingresos totales que ascienden a 5.000 millones de dólares de los EE.UU., de los cuales 2.700 millones procederán de la venta de los derechos de radiodifusión televisiva (el 54%) y 1.900 millones serán fruto del marketing (el 38%). Los ingresos procedentes de la venta de derechos de marketing están compuestos por inversiones de socios comerciales e ingresos por concesión de licencias
Los patrocinadores de la Copa Mundial de la FIFA tienen derechos, en el plano internacional, en la Copa FIFA Confederaciones y en la Copa Mundial de la FIFA. Los principales derechos de un patrocinador de esta categoría son la asociación con la marca, el uso de activos de marketing exclusivos, la difusión en los medios así como ofertas de entradas y en el “programa de hospitalidad”. El nivel de los promotores nacionales permite a las empresas con sede en el país anfitrión de cada una de las competiciones de la FIFA promocionar una asociación en el mercado nacional.
Joseph Blatter FIFA (der.) y Jorge Ávila INPI (izq.) firman acuerdos de propiedad intelectual
Los investigadores conjeturan que previendo los futuros negocios, la FIFA y el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI) asociado a la OMPI, se habían unido mediante un acuerdo para luchar contra la piratería, en defensa de la propiedad intelectual. Para ello, el Presidente de la FIFA Joseph S. Blatter y el entonces Presidente del INPI de Brasil, Jorge Ávila firmaban un protocolo de acuerdo en la sede de la FIFA en Zúrich.
Los montos percibidos se relaciones con comisiones para asesorar al comité ejecutivo de la FIFA en los suculentos contratos de patrocinio de los mundiales de Sudáfrica y Brasil, la Copa FIFA Confederaciones 2013 en Brasil y la Copa Sudamericana de futbol a desarrollarse en Chile, tanto en las competiciones como en la publicidad estática (en la que los productos se exhiben en dos dimensiones) en la zona de juego. También se relacionan con las ventas mediante publicidad virtual por televisión (en la que las imágenes publicitarias dirigidas a una audiencia nacional en particular se insertan en una emisión televisiva en vivo); y la adquisiición derechos de denominación (MARCAS Comerciales) de terrenos de juego y denominaciones relacionadas específicamente con las competiciones.
Logos protegidos por la FIFA en el INPI de Brasil.
De la información del FBI se desprende claramente que la Copa Mundial fue financiada en gran medida por los ingresos procedentes de la venta de derechos de radiodifusión televisiva y derechos de marketing donde los altos funcionarios de la OMPI,entre ellos su director general Francis Gurry y el presidente de la oficina brasileña de marcas y patentes INPI, Jorge Ávila, estarían mencionados por los investigadores del FBI.
La OMPI asesoró también a la FIFA en la implementación de una serie de medidas para combatir lo que se conoce como “mercadotecnia parásita”, que puede darse en diversas formas, como el uso no autorizado de marcas y logotipos o de maniobras publicitarias engañosas para captar las emisiones en directo de acontecimientos deportivos.
Los investigadores señalaron que los mayores ingresos a las cuentas de bancos en territorio de los EE UU tuvieron una mayor frecuencia semanas antes del Mundial de Fútbol en Brasil donde la OMPI firmó un acuerdo de cooperación con la oficina local de propiedad industrial INPI.
Director General de la organización mundial de la propiedad intelectual OMPI
El sorteo preliminar de la Copa Mundial de la FIFA celebrada en 2014 en el Brasil –que tuvo lugar en Rio de Janeiro para definir los grupos de equipos– se transmitió en vivo a más de 80 países; durante ese evento, las marcas y los logotipos de los socios comerciales de la FIFA (grandes marcas mundiales) estuvieron en el candelero y podían ser vistos por la audiencia desde distintos lugares del mundo en las dos horas de duración del evento televisado.
La investigación analizaba además las llamativas cláusulas impuestas por la FIFA para que fueran aprobadas por la OMPI y el INPI brasileño: para organizar la Copa Mundial de 2014 en el Brasil, la FIFA pidió garantías a la nación anfitriona –previstas en el acuerdo de candidatura y reforzadas en el acuerdo de acogida– es decir, que su P.I. y la de sus socios sea respetada y protegida por la legislación nacional. En esos acuerdos se icluía el compromiso del Gobierno brasileño en ese sentido se hacer valer mediante la sanción de normas especiales, como la Ley General de la Copa Mundial, destinada a proteger el derecho exclusivo de los socios comerciales de la FIFA de asociar sus marcas o productos con el valioso “producto” Copa Mundial.
Entre esas normas especiales se encontraban cláusulas punitivas contra el uso no autorizado, por terceros, de la Propiedad intelectual relacionada con la FIFA como organizador de la competencia; la delimitación de un área de exclusividad en las zonas circundantes a los estadios de fúbol; y la prohibición de lo que se denomina marketing parásito, así como otras medidas encaminadas a asegurar los beneficios sobre las inversiones de los socios de la FIFA.
El término de “mercadotecnia parásita” o “de guerrilla” se refiere al intento por parte de una empresa de asociarse a importantes acontecimientos deportivos sin pagar tasas de patrocinio. En consecuencia, la empresa en cuestión obtiene gratuitamente las ventajas de asociarse con la buena imagen del acontecimiento y la expectación que crea, lo cual menoscaba la inversión de los verdaderos patrocinadores y pone en riesgo la capacidad de los organizadores para financiar el acontecimiento.
Loretta Lynchel, Fiscal General de Estados Unidos.
EL FBI asegura estar investigando las conexiones de los altos funcionarios de la OMPI y los responsables de las marcas y patentes en Brasil para recolectar las pruebas que inicien una acusación formal de la Fiscal General de Estados Unidos, Loretta Lynchel, quien lleva el caso de la FIFA en los Estados Unidos. Para la fiscal, los individuos detenidos utilizaron sus posiciones de confianza para pedir coimas a cambio de los derechos comerciales, y lo hicieron una y otra vez, año tras año, torneo tras torneo». Restan aún detener a varios implicados.
Individuos con alerta roja de Interpol buscados por caso FIFA