Nil Nikandrov
En el séptimo piso del enorme edificio de la embajada de Estados Unidos en Madrid funciona una estación de la CIA. Durante más de medio siglo, un activo trabajo de inteligencia se ha llevado a cabo desde esta ubicación, aunque su objetivo no es solo la recopilación de informaciones secretas sobre las políticas nacionales y extranjeros. Una extensa gama de delicados problemas que apuntan hacia garantizar los intereses estratégicos de Estados Unidos en el país es observada cotidianamente. De este modo, la estación se dedica a operaciones preventivas con el objeto de «neutralizar» a políticos y organizaciones que son potencialmente hostiles a Estados Unidos.
Con mucha razón España es considerada uno de los vínculos más débiles de la Unión Europea. Una serie de escándalos de corrupción ha socavado la credibilidad del gobierno de Mariano Rajoy. La anti-popular política de austeridad ha agravado agudamente la situación en el país; ha habido un alza en el desempleo, especialmente entre los jóvenes, los salarios de los empleados públicos han sido rebajados, el gasto social ha sido reducido y la educación y la salud se han deteriorado.
Muchas personas que no pueden pagar sus alquileres y las facturas de los servicios han sido lanzadas a la calle. Los informes de televisión sobre desalojos forzados han causado un impacto mucho mayor en la actitud del electorado español que cualquier propaganda de oposición; la crisis golpea a todos, nosotros mismos podríamos encontrarnos en su misma situación el día de mañana y el país necesita un nuevo líder y una nueva política nacional y exterior.
La vigilancia de los políticos jóvenes de izquierda radical en España comenzó mucho antes que los grupos y organizaciones que ellos dirigen se consolidaran en el partido Podemos. Cada etapa del proceso fue vigilada por vía de agentes, monitoreo electrónico y redes sociales. Los archivos sobre las operaciones fueron puestos al día con informes sobre conferencistas universitarios y estudiantes, activistas sociales y políticos, miembros de la inteligencia creadora y periodistas simpatizantes. Cada paso dado por los factores principales –Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero e Íñigo Errejón – fue documentado meticulosamente.
El contacto de estos jóvenes «manifestantes» y miembros de los regímenes populares en América Latina –venezolanos, ecuatorianos, nicaragüenses y bolivianos—ha causado y causa todavía en las agencias de seguridad españolas y norteamericanas gran zozobra, al tanto que los viajes de los «manifestantes» a Brasil, Argentina y Cuba han causado una alarma equivalente. Juan Carlos Monedero, quien fue asesor económico y financiero del Presidente Hugo Chávez entre los años 2005 y 2010 y prestó asistencia técnica en el Ministerio de Planificación y en el Centro Internacional Miranda en el entrenamiento de personal, ha despertado una gran sospecha. Monedero también asesoró a los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua en el establecimiento de transacciones no monetarias en el comercio regional.
El ingreso del partido Podemos a la escena política española en el mes de febrero del 2014 fue acompañado por las agencias de inteligencia acelerando sus actividades para denunciar la «posible» información comprometedora sobre los activistas de Podemos y su dirigente, Pablo Iglesias. No es un secreto para los sometidos a vigilancia que ellos están siendo estrechamente monitoreados por la CIA y por la Agencia Nacional de Seguridad, NSA (sigla en inglés) de Estados Unidos. Razonable resulta que el Centro Nacional de Inteligencia, CNI de España, cuyos altos funcionarios consideran las actividades de Podemos como negativas, no permanezca al margen. La razón es clara, el aparentemente estable sistema bipartidario se está quedando en el pasado y el surgimiento de una nueva fuerza política se ha tornado problemático.
Las elecciones generales de España se llevarán a efecto a fines del 2015 y según los pronósticos de analistas políticos, estas cambiarán el equilibrio de las fuerzas políticas del país de manera significativa. Se está tornando crecientemente obvio que el partido de centro-derecha Partido Popular, PP y el de centro-izquierda Partido Socialista Obrero Español, PSOE perderán sus posiciones dominantes. La popularidad del partido Podemos se confirmó en las elecciones municipales del 24 de marzo pasado. Basta con señalar que Manuela Carmena, activista de movimientos protestatarios está hoy a cargo del ayuntamiento de Madrid que tradicionalmente ha sido regido por protegidos del PP y Ada Colau, luchadora por reformas concretas y no cosméticas en el país, es ahora alcaldesa en Barcelona. Cientos de nuevos alcaldes prometen como prioridad, librar una lucha contra las desigualdades económicas, la injusticia social y por la participación del pueblo en el gobierno del país.
Pablo Iglesias asistió a la ceremonia inaugural de la nueva alcaldesa de Madrid y pidió a sus compatriotas y simpatizantes de Podemos a no dormirse en los laureles sino a continuar la lucha por el cambio y derrotar al partido de Mariano Rajoy en las elecciones generales.
El éxito de Podemos fue eclipsado por la renuncia de Juan Monedero el mes de enero del corriente. La Universidad Complutense de Madrid y el Ministerio de Hacienda, como acatando una orden, iniciaron una averiguación en torno a la legalidad de sumas considerables recibidas por el político de parte de gobiernos de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestramérica, ALBA la cual es una alianza socialista de estados latinoamericanos y del Caribe. Al mismo tiempo, un artículo apareció en el periódico conservador El País, acusando a Monedero de «falsificación» de la mayor parte de sus antecedentes laborales académicos. No cabe duda que esta –supuesta—información comprometedora no habría surgido sin la participación de agencias norteamericanas de inteligencia. Necesito solo mencionar que el periódico Diario de las Américas que se publica en Miami y que es utilizado por la CIA para divulgar las denominadas «medidas en acción» publicó una entrevista con el ex primer ministro, José Aznar. En ella Aznar acusa a Podemos de estar financiado por Venezuela: «Podemos es un movimiento político que aboga totalmente a favor de modelos totalitarios e ideas populistas.» Naturalmente que el partido inició una querella por libelo y difamación,
Luego de una gran alharaca en los medios, el problema del «financiamiento subversivo de parte de Hugo Chávez» fue explicado satisfactoriamente y El País publicó una disculpa pero Podemos siguió pensando en la necesidad de abandonar el partido. La próxima campaña electoral promete ser muy tensa y su anterior contacto con líderes populistas latinoamericanos y su adhesión a la ideología marxista serán con certeza utilizados por sus opositores políticos.
Resulta importante notar que Podemos ha estado recientemente evitando un lenguaje político provocador. Actualmente, su programa electoral centro-moderado apunta hacia el electorado en general. No menciona planes para la abolición de la monarquía, garantizar a las regiones el derecho de separarse de España, nacionalizar las principales industrias y los bancos y expropiar sin compensación las viviendas desocupadas y entregárselas a los sin casa. El mismo Pablo Iglesias está declarando su adhesión a los ideales social-demócratas y al modelo sueco de socialismo. Incluso se ha referido a la historia del nombre del partido Podemos. Aparentemente, no tiene un origen muy marxista o leninista pero, parecido al que Barack Obama basó su campaña presidencial del 2008 bajo la consigna de «Si, Podemos.»
Sin embargo, la desconfianza en los altos niveles en Estados Unidos por el partido Podemos se hace cada vez más intensa. Constantemente se hace énfasis en los informes que emiten las agencias de inteligencia que ese partido intenta usar la experiencia de los populistas de Venezuela para conquistar la hegemonía en el país. No obstante, por ahora, la meta mínima de Podemos es ganar las elecciones. Aparentemente, solo entonces, Pablo Iglesias y su equipo tomarán las medidas para ejercer el verdadero poder. Semejante «enfoque» de los norteamericanos al interpretar los planes de Iglesias apunta hacia la justificación de la magnitud de las complejas medidas de inteligencia contra el partido Podemos. Uno solo necesita comparar la lista del personal de la embajada de Estados Unidos en Madrid durante los últimos cinco años con la actual (publicada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de España) para ver que el tamaño de la estación de la CIA que trabaja bajo el techo del departamento político, se ha más que triplicado.
La cuestión de si las agencias de inteligencia norteamericanas en España tienen el suficiente poder para «ajustar» los resultados de las próximas elecciones, está por verse. Durante la última campaña electoral en México, el populista moderado López Obrador, mantenía una visible ventaja. Sin embargo, el candidato de Washington era Peña Nieto y con la ayuda de oscuras manipulaciones entre bastidores del proceso electoral, este se convirtió en el nuevo presidente de México.
Durante las audiencias parlamentarias a puertas cerradas, el jefe del Centro Nacional de Inteligencia, CNI de España, Félix Sanz Roldán, dijo que se «sentía incómodo» acerca de las actividades de inteligencia norteamericanas en el país, especialmente las de la Agencia Nacional de Inteligencia, NSA «Ellas se rigen por sus propias leyes», señaló Roldán. También se refirió a las operaciones encubiertas de agentes de servicios secretos en España de los denominados «países aliados». Nueve de tales agentes fueron expulsados de España en los últimos años. Roldán no especificó exactamente de qué países, pero al juzgar por publicaciones y fuentes independientes, se estaba refiriendo a Estados Unidos e Israel. El número de «ilegales» como estos en España se calcula en cientos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores invitó al embajador de Estados Unidos, James Costos y posteriormente al Encargado de Negocios, Luis Moreno, para solicitarles una explicación respecto de las ilegales intervenciones telefónicas de la NSA y sobre su monitoreo del flujo de informaciones que se intercambia en Internet, incluyendo aquella de los páginas de redes sociales. Los tímidos intentos de las autoridades españolas para por lo menos normalizar el comportamiento de las agencias norteamericanas de inteligencia se han demostrado totalmente estériles.
Uno tiene la impresión que en algunos casos, el gobierno de Rajoy no se está preocupando de las actividades de los servicios extranjeros de inteligencia en contra de los ciudadanos españoles dentro del país como categóricamente trató de demostrarlo ante el parlamento el jefe de la CNI, Sanz Roldán. Los observadores no descartan la posibilidad que la participación del líder de Podemos en las elecciones presidenciales sea saboteada con la ayuda de actos de provocación en gran escala por parte de las agencias de inteligencia de Estados Unidos.
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Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona