Agencias
29 de mayo 2015.- Los sindicatos de Brasil protestaron hoy en todo el país contra el ajuste fiscal promovido por el Gobierno para enderezar la mayor economía de Latinoamérica y contra un proyecto de ley de reforma laboral.
Los sindicatos se movilizaron en 23 de los 27 estados brasileños contra el proyecto de tercerización que prevé la flexibilización de las normas para subcontratar a trabajadores, así como el que limita el acceso al seguro de desempleo, ambos pendientes de la aprobación definitiva del Congreso, informó Efe.
Las iniciativas, que forman parte del ajuste fiscal lanzado por el Gobierno para equilibrar las maltrechas cuentas públicas, han generado fuerte polémica por el impacto que tendrán sobre los trabajadores en momentos en que la economía del país se contrae y el desempleo aumenta.
En Sao Paulo, la ciudad más poblada de Brasil, una protesta de los sindicatos de la pública Universidad de Sao Paulo (USP) terminó con enfrentamientos entre algunos manifestantes y policías, que llegaron a emplear gases lacrimógenos y pelotas de goma.
Los manifestantes bloquearon algunas de las principales avenidas de la ciudad, mientras que en el cordón industrial de Sao Paulo unos 5.000 trabajadores de fábricas de automóviles paralizaron su actividad.
La jornada de protestas fue convocada por un grupo de seis sindicatos, incluyendo la Central Única de los Trabajadores (CUT), la mayor del país y vinculada al Partido de los Trabajadores (PT) de la presidenta Dilma Rousseff, y contó con el apoyo de algunos movimientos sociales.
Según los sindicatos, las protestas son una «preparación» para una posible huelga general que se convocaría si el Congreso aprueba finalmente la polémica ley de tercerización.
Este proyecto de ley, que permitirá a las empresas externalizar cualquier sector de su negocio que deseen, ya ha sido aprobada por la Cámara de los Diputados y debe de ser analizada por el Senado.
Los sindicatos y el propio PT se oponen a este proyecto de ley, porque creen que significará una pérdida de derechos para los trabajadores y un aumento de la precariedad laboral.
Su aprobación en primera instancia ya originó movilizaciones por el pasado abril y los sindicatos ya han advertido que continuarán protestando para evitar que la presidenta de Brasil sancione el proyecto en caso de que sea aprobado por el Congreso.
Hoy se conoció que la economía brasileña, la mayor de América Latina, se contrajo un 0,2 % en los tres primeros meses del año respecto al último trimestre de 2014, según datos oficiales.
La reducción del Producto Interior Bruto (PIB) brasileño de enero a marzo fue del 1,6 % si se compara con los tres primeros meses de 2014, mientras que en el acumulado de los últimos doce meses cayó un 0,9 %, de acuerdo con el informe del estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).