Mateo Crossa

El 27 de noviembre de 2014, a tan solo dos meses de que ocurrió la desaparición forzada de los 43 estudiantes normalistas en el estado de Guerrero, Enrique Peña Nieto anunció la creación de tres Zonas Económicas Especiales en el Sur de México con el fin de generar una “estrategia de desarrollo integral e inmediata que permita crear empleos formales y bien remunerados”: El Corredor Industrial Inter-Oceánico, el Puerto Chiapas y el Puerto de Lázaro Cárdenas.

Si bien las Zonas Económicas Especiales no han sido aprobadas como ley, existen suficientes trazos que demuestran la realidad del proyecto, además de la insistente angustia de los voceros empresariales por su urgente aprobación. Hay poca información sobre el tema, no se ha realizado análisis y los medios de comunicación que lo anuncian, lo han hecho desde la perspectiva empresarial, justificando el proyecto como parte de la necesidad de llevar a la zona sur del país por el camino del desarrollo y el progreso. Desde este punto de vista, México se encuentra en el rezago del mundo globalizado y se hace necesario abrir sus puertas a la economía mundial y seguir los pasos de las economías emergentes como China. La forma de hacerlo será una historia que ya conocemos en México: ofrecer el territorio al capital extranjero por medio de una excepcionalidad arancelaria, una geografía estratégica y una mano de obra barata.

Entre los hechos relacionados a la planeación de las Zonas Económicas Especiales son destacables los siguientes:

A principios de febrero, el gobernador de Chiapas se reunió con el director general del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), Abraham Zamora Torres, y el director del Centro de Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, Ricardo Hausmann. Según medios locales , en esta reunión acordaron “trabajar unidos para detonar proyectos de desarrollo en la frontera sur en la nueva Zona Económica Especial de Puerto Chiapas”. ¿Qué hace la Universidad de Harvard en esto? ¿Qué hace Ricardo Hausman en México?

Ricardo Hausmanm, que vive en Estados Unidos como “economista de renombre”, fue ministro de Planificación de Venezuela y jefe de la «Oficina Presidencial de Coordinación y Planificación» (1992-1993) durante el gobierno neoliberal de Carlos Andres Perez. Luego, se desempeñó como economista en jefe del Banco Interamericano de Desarrollo y ahora es conocido por su afán golpista al dedicar mucha tinta y aliento en promover la bancarrota del gobierno venezolano. Mientras tanto, sigue recorriendo América Latina promoviendo las recetas neoliberales de la productividad y la competitividad y ahora llega a México a decirle a los empresarios de Coparmex, como lo hizo hace 4 años sin existo, que es un momento trascendental para la economía mexicana por lo que se hace necesario invertir en las áreas más pobres del país. No en educación, porque, como el mismo lo dijo . “no todo se resuelve con educación”. Desde su punto de vista, es necesario abrir el país a la inversión productiva, no para el mercado nacional porque como él dijo “la competitividad se arruina sustituyendo importaciones”. Por el contrario, se trata generar competitividad a través de la inversión productiva en áreas de exportación. Por eso viaja a México, para promover y apoyar el desarrollo de Zonas Económicas Especiales.

Para la zona sur del país no es novedad la actividad exportadora, sin embargo, ahora que está el proyecto de las ZEE en la puerta, sus promotores lo hacen ver así. Las actividades exportadoras no son nuevas y cualquiera que conozca un poco sobre la región cafetalera del Soconusco podrá desconfiar del discurso del progreso que cobija al proyecto de las ZEE. El Soconusco es un caso claro y ejemplar para demostrar que la actividad exportadora llego al sur de México para aprovecharse y perpetuar la precariedad y la pobreza. Estudios en la región fronteriza del Soconusco han demostrado que la actividad exportadora se lleva muy bien con la pobreza. En esta región tan importante a nivel nacional para la producción y exportación de café se emplea mano de obra infantil y migrante:

    “La migración laboral es una respuesta a los embates sociales y económicos del actual modelo de desarrollo, así lo sugieren 88.9% de hombres y mujeres guatemaltecos (as) que migran con el objetivo de mejorar sus condiciones económicas en las fincas cafetaleras del Soconusco, Chiapas. El fenómeno migratorio inserta a las y los individuos en un estado de vulnerabilidad social, pues van perdiendo la posibilidad de desarrollar capacidades que les permitan responder ante situaciones de alto riesgo o acceder a posibilidades que mejoren su calidad de vida.

    Uno de los grupos más vulnerables es la infancia. Ésta se transforma en un conglomerado de seres invisibles, extranjeros, que se exponen permanentemente a la precarización laboral y exclusión social, sin que nadie se responsabilice de su bienestar por tratarse de un contexto transnacional”.

¿Este es el progreso que se pretende generar con Zonas Económicas Especiales?

El gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello viajó a Washington en noviembre de 2014 y después de reunirse con “especialistas” del Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo para analizar “la estructura y la gestión para el desarrollo de proyectos altamente productivos que detonarán la economía de la entidad”, anunció la creación de la Comisión para el Desarrollo de la Zona Económica Especial y la creación de un agro parque en el Soconusco como parte de la Zona Económica Especial de Puerto Chiapas. Así lo dijo .

    “Los impulsos y el incentivo fiscal que tendrán las zonas estratégicas económicas, especialmente Puerto Chiapas, habrán de beneficiar al comercio y a la industria, nosotros nos estamos preparando con una infraestructura adecuada, estamos ya con la construcción del Parque Agroindustrial en Puerto Chiapas, para aprovechar de mejor manera esta gran oportunidad que se nos va a presentar”.

¿Qué va a significar una zona económica especial de estas características en Chiapas? Hay poca información pública al respecto y muchos discursos que insisten en el beneficio económico. Sin embargo, los antecedentes que existen no dejan lugar al aliento. Por el contrario, suponen un proyecto que profundizará el subdesarrollo de la región y utilizará la mano de precaria como el motor principal del crecimiento, la ganancia y la exportación.

Otro de los hechos relevantes relacionados a las Zonas Económicas Especiales en México fue la Convención Nacional de Industriales-2015 realizada en 27 de marzo. En este evento anual organizado por la Canacintra, en el que participan representaciones empresariales de todo el país y funcionarios federales, uno de los paneles se tituló “Zonas Económicas Especiales” y fue presentado por el presidente nacional de Canacintra de la siguiente manera:

    “México es un país con una geografía económica polarizada, que si cada entidad federativa fuera analizada como si fuese un país en términos de productividad, nos encontraríamos con que coexisten realidades tan distantes como Corea del Sur, Chile, Nueva Zelanda, Turquía, Estonia, Malasia, el emirato de Qatar e inclusive Namibia.

    CANACINTRA está cierta que si se alinea el debido marco jurídico, las políticas públicas y los incentivos correctos, las Zonas Económicas Especiales pueden ser una gran “caja de herramientas” para el desarrollo, en donde los estímulos, tanto por el lado del gasto, como por la vía fiscal y la normatividad, pueden resultar en una sinergia muy favorable que eleve los niveles de competitividad del Sureste Mexicano.

    La aspiración de la Industria es que a través de las Zonas Económicas Especiales, se consoliden, fortalezcan e incuben nuevas vocaciones productivas que deriven en la generación de riqueza y empleos, así como una mayor equidad en la asignación de recursos en el país, que materialice beneficios tangibles para la Industria en su conjunto y para los vastos segmentos de la población que están desvinculados del proceso de modernización o están desempeñando su labor en sectores de mucha generación de empleo pero muy baja productividad.

El Senador del PRD por el estado de Oaxaca, Benjamín Robles Montoya, presidente de la Comisión Especial Sur-Sureste, participó en este este panel agradeciendo incansablemente a la Canacintra por haber organizado la mesa. En su intervención, no dejó de insistir en la necesidad de apoyar la aprobación de una iniciativa de ley sobre las Zonas Económicas Especiales que beneficie al sur de México.

Robles apareció tres semanas después participando en un “taller de las Zonas Económicas Especiales” organizado por el Banco Mundial. De acuerdo con La Voz del Sur

    “El legislador oaxaqueño dijo que esta propuesta permitirá que México se integre de manera más dinámica a los mercados internacionales, y que, al mismo tiempo, contribuya al desarrollo local, regional y nacional (…) El Sur-Sureste merece salir del rezago, de la marginación y estamos obligados a que las tres zonas económicas especiales la de Oaxaca, la de Chiapas y la de Guerrero sean exitosas, se lo debemos a la gente del Sur-Sureste del país”.

Como ya se mencionó, el gobernador de Chiapas se reunió con el Bando Interamericano de Desarrollo y con el Banco Mundial en Washington. El senador Robles participó en un evento organizado por el Banco Mundial sobre las Zonas Económicas Especiales. Cuando menos lo esperemos, serán estos organismos internacionales financieros quienes darán dinero para incentivar las nuevas zonas especiales.

Por último, cabe mencionar que han existido muchas iniciativas de ley relacionadas con las Zonas Económicas Especiales. La última de ellas fue publicada en la gaceta parlamentaria el miércoles 18 de marzo y su revisión de cerca nos podría indicar cuáles serán los marcos para el desarrollo de estas zonas.

La exposición de motivos es insistente en situar a México como región estratégica en la economía global. La importancia de las ZEE la ubica en el espacio geográfico trascendental que el país representa para el comercio Asia-Pacifico, ósea el papel que México jugará en el marco acuerdos como Acuerdo Transpacífico (TPP). Así lo dice:

    “la nueva política industrial competitiva en México, requiere un instrumento diferenciado como son las Zonas Económicas Especiales que permitan a nuestra economía generar mejores condiciones de inversión y desarrollo de tecnología(…) establecer una nueva política de industrialización para frente al desafío que representa la competencia comercial de la Alianza del Pacífico y el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica.

Posteriormente realiza un análisis de las diferentes Zonas Económicas desarrolladas en el mundo y, aunque usted no lo creo, hace una amplia referencia a las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico, también conocido como ciudades Modelo, aprobadas en Honduras en 2011 como un caso ejemplar para México

    “Sobresale del modelo hondureño que no se restringe al sector de manufacturas, sino que se pueden constituir como como Centros Financieros Internacionales, Centros Logísticos Internacionales, Ciudades autónomas, Cortes Comerciales Internacionales, Distritos Especiales de Inversión, Distritos Energéticos Renovables, Zonas Económicas Especiales, Zonas sujetas a un Sistema Jurídico Especial, también como Zonas Agroindustriales Especiales, Zonas Turísticas Especiales, Zonas Mineras Sociales, Zonas Forestales Sociales o cualquier otro régimen especial no especificado que incluya una combinación de varios de estos regímenes para procurar el desarrollo de las inversiones bajo modelos incluyentes” .

“Otras de la características de la flexibilidad del modelo de Honduras es que su régimen fiscal las autoriza a crear su propio presupuesto, el derecho a recaudar y administrar sus propios impuestos, a determinar las tasas que cobran por los servicios que prestan, a celebrar todo tipo de convenios o contratos hasta el cumplimiento de sus objetivos en el tiempo, aun cuando fuera a lo largo de varios períodos de gobierno. Además que son zonas fiscales y aduaneras extraterritoriales, distintas a las del resto del territorio nacional”.

No sorprende que la iniciativa de ley integre el ejemplar caso de las ZEDES ya que las disposiciones generales de la ley parecen promover un proyecto igual. Como se puede apreciar en los artículos de la ley, se pretende formar zonas exclusivas para el capital, con excepcionalidad arancelaria, libres de impuestos, con tribunales autónomos y reglas laborales propias. Aquí destaco algunos:

    Artículo 4. Las Zonas deben operar sobre una política de libre comercio y competencia que garantice la libre circulación de bienes, activos intangibles, servicios, tecnología, inversión y capital humano.

    Artículo 5. Las Zonas contarán con tribunales autónomos e independientes con competencia exclusiva sobre las mismas, los que pueden adoptar sistemas o jurisprudencia jurídicas conforme a las mejores prácticas internacionales.

    Las Zonas gozan de un régimen fiscal y aduanero distinto al del resto del territorio nacional

    Artículo 10. En las Zonas se pueden crear con el objetivo de desarrollar una actividad específica de la economía como centros logísticos internacionales, Centros de Población Sustentables, Zonas Especiales de Inversión, Zonas Turísticas Especiales, Zonas Mineras Sociales, Centros Financieros Internacionales

    Artículo 44. Las Zonas Económicas Especiales tienen un régimen fiscal autónomo, pueden utilizar y distribuir sus ingresos financieros conforme a lo establecido en la presente Ley

    I. La enajenación de servicios y mercancías nacionales de proveedores nacionales ajenos a la Zona, se aplicará una tasa del cero por ciento del Impuesto al Valor Agregado;

    II. Expedición automática de la constancia de Empresa Altamente Exportadora;

    III. Exención del pago de los Impuestos al Comercio Exterior causados o por causarse e Impuesto al Valor Agregado causado por la introducción de mercancías que se destinen a las actividades establecidas en el artículo 9 de la Ley;

    IV. Exenciones al pago del Impuesto al Valor Agregado causado por la venta de servicios y mercancías dentro y entre Zonas y por la venta de mercancías a maquiladoras y las empresas con programas de exportación autorizados por la Secretaría de Economía;

    V. El Impuesto sobre la Renta para personas físicas no puede ser superior al 12 %.

    VI. El Impuesto sobre la Renta para personas morales no puede ser superior al 16 %.

    VII. Un impuesto especial a los terrenos o tierras sin uso o explotación de 10 %.

    VIII. Un impuesto a los bienes inmuebles cuyo porcentaje será fijado por la Comisión hasta un máximo de 10 %,

    IX. Exención del pago de los derechos de trámites aduaneros.

    Artículo 57. Las relaciones laborales entre Usuarios de las Zonas y sus trabajadores se sujetan a la Ley Federal del Trabajo, con las excepciones que se introducen en este capítulo.

    Artículo 58. Los salarios de los trabajadores que laboren para los usuarios de las Zonas deberán ser similares y competitivos a los salarios del sector o rama económica a nivel internacional. Los incrementos salariales de los trabajadores se determinarán por productividad y desarrollo de conocimientos.

Las Zonas Económicas Especiales serán un proyecto renovado del libre comercio en México. Serán los enclaves del siglo XXI en México donde operará el capital trasnacional desde la industria, las finanzas, la extracción de recursos naturales, el turismo, etc. Resulta evidentemente falsa la idea alentada incansablemente por políticos y empresarios que promueven las ZEE como proyectos de desarrollo y crecimiento para la zona sur del país. Las actividades económicas que ya se realizan en la región, de las cuales solo mencioné una (producción de café en Soconusco) dan un indicio del interés que capital extranjero tiene en esa región del país. Como lo mencioné anteriormente, el gran capital extranjero y nacional ya existen en el sur del país, superexplotando fuerza de trabajo y despojando de tierras a los pueblos indígenas. Las Zonas Económicas Especiales vendrán a renovar ese modelo, a ponerle más gasolina al motor de la explotación y el despojo.