HispanTV

 

24-05-15.-En medio del aumento de tensiones con Rusia por la crisis de Ucrania, EE.UU. tiene previsto enviar bombarderos nucleares a Suecia para realizar un ejercicio militar que tendrá lugar en junio.

 

Así lo informó el sábado el general sueco Karl Engelbrektson, y aseveró que los aviones bombarderos subsónicos modelo B-52 Stratofortress de Estados Unidos participarán en un ejercicio naval que se realizará el próximo 13 de junio en el mar Báltico.

De acuerdo con las fuentes estatales, dichos aviones volarían desde Estados Unidos sin interrupción y simularían un lanzamiento de minas antibuques cerca de Ravlunda en el mar Báltico.

Las fuerzas norteamericanas están planeando simular la defensa de la costa en caso de un ataque de las fuerzas anfibias.

Según Engelbrektson, el ejercicio tiene como objetivo “aumentar las diferentes capacidades operativas”, entre otros.

Esto se produce mientras que Estados Unidos desplegó más aviones de guerra a otros países en Europa para maniobras militares.

El pasado mes de abril, los Estados Unidos desplegaron 12 aviones de ataque a tierra Thunderbolt II, así como 200 aviadores y equipamiento en Rumanía.

 

Aviones estadounidenses de ataque a tierra Thunderbolt II

 

A principios de febrero, los ministros de Defensa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acordaron crear un nuevo grupo de alta disponibilidad denominado Fuerza Punta de Lanza, como parte de la Fuerza de Respuesta de la Alianza. Además decidieron establecer seis unidades de mando y control en Rumanía, Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania y Polonia.

En el año en curso, según la Agencia de Defensa contra Misiles (MDA, en inglés), Washington establecerá en Rumanía un punto avanzado del Sistema de Defensa de Misiles Balísticos Aegis. De aquí a 2018, pretende instalar otro en Polonia.

Rusia ha denunciado en repetidas ocasiones su preocupación por la creciente acumulación de fuerzas militares de la OTAN en Europa oriental.

El pasado 20 de febrero, la Cámara de los Lores británicos publicó un informe en el que señalaba la responsabilidad de los dirigentes occidentales en la crisis ucraniana, al actuar como “sonámbulos” por ignorancia de las lenguas del este de Europa y desprecio por los motivos de legítima preocupación de Moscú.

El Occidente acusa a Moscú de intervenir en los asuntos internos de Ucrania y han impuesto varias rondas de sanciones económicas a Rusia que apuntan a individuos y organizaciones, así como a los sectores bancarios, energéticos y de defensa.

Las autoridades rusas rechazan enérgicamente tales imputaciones y acusan al Occidente, encabezado por EE.UU., de ejecutar planes predeterminados en la región.