Prensa YVKE- Prensa PGR
Caracas, 11 de abril 2015.- Tal día como hoy, hace 13 años, la esperanza del pueblo bolivariano fue atropellada durante angustiosas horas por la arremetida furiosa del golpismo fascista que, apoyándose en las pretensiones oligárquicas de sectores apátridas quiso usurpar el poder y defenestrar al presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías.
Tras conspirar a través de los medios de comunicación privados, manipularon a miles de compatriotas y escudándose en ello asaltaron el Palacio de Miraflores, desencadenando el caos y la violencia en el centro de Caracas a través de masas enardecidas por mensajes de odio y revancha repetidos sin escrúpulo, cuyo saldo final fue la matanza de Puente Llaguno, la prisión temporal del presidente Chávez, los llamados a desconocer la legalidad vigente y la efímera toma del poder por parte del entonces presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona Estanga.
Esa noche del 11 de abril, el Presidente fue detenido y trasladado inicialmente al Fuerte Tiuna, mientras que Carmona se autojuramentó al día siguiente como presidente interino, al margen de lo establecido en la Constitución. Inmediatamente disolvió la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo de Justicia, el Consejo Nacional Electoral, a todos los gobernadores, alcaldes y concejales, al Fiscal General, al contralor, y al Defensor del Pueblo, y decretó la eliminación de 48 leyes decretadas por Chávez, así como el cambio de la Constitución, al reponer el nombre de República de Venezuela, quitándole la condición de Bolivariana.
Estos actos suscitaron las protestas de miles de ciudadanos que se concentraron por todo el país apoyando de manera firme al presidente Hugo Chávez. En Caracas, así como en algunas otras ciudades hubo disturbios y saqueo de negocios. El canal del estado Venezolana de Televisión, que había sido clausurado por los golpistas, al igual que las compañías de televisión privadas fueron rodeados por simpatizantes del Gobierno.
Día y medio después, en la madrugada del 13 de abril, Chávez fue trasladado desde Fuerte Tiuna a la base naval de Turiamo, donde escribió una nota que indicaba que no había renunciado «al poder legítimo que el pueblo me dio». A medida que aumentaba el número de simpatizantes de Chávez protestando frente al Palacio de Miraflores, el ejército se negó a aceptar el gobierno de Carmona, y comenzó el movimiento para devolverle el poder al presidente legítimamente electo.
La infame conspiración golpista, junto con la autojuramentación y los abusivos decretos del dictador Carmona amenazaron con poner fin al sueño de quienes durante tantos años fueron burlados por las élites oligárquicas de siempre, pero la valiente resistencia del pueblo venezolano, que salió a las calles a defender y rescatar la democracia participativa y protagónica pidiendo la inmediata restitución de su líder, logró convertir aquel aciago momento en una gran victoria popular y reestablecer el orden constitucional.
Trece años después, la conciencia revolucionaria se mantiene viva y alerta en millones de mujeres y hombres que, inspirados en el liderazgo del Comandante Presidente, acompañan este proceso de cambio, que no desmaya en su lucha por promover y garantizar la inclusión, la igualdad de oportunidades y el bienestar colectivo como premisas fundamentales de la Patria Socialista.