Oglis Ramos
Los cantos de alegría y la sacada de pecho de Juan Manuel Santos en el tema de los acuerdos de paz, es sin duda un aire de triunfalismo del jefe de la casa de Nariño, este agente del gobierno estadounidense que utiliza los medios de información serviles a su política dirige el proceso hacia una mediática nacional e internacional contra el otro actor del conflicto. La esperanza de millones de colombianos de querer ver la paz en Colombia hoy se encuentra asechada por los intereses de la burguesía y las trasnacionales petroleras las cuales están muy bien enraizadas en el país, junto a ello el sensacionalismo que impulsan los medios disociados que disparan su metralla de quinta generación contra un pueblo que anhela intentar borrar las huellas del pasado dando un salto gigantesco que es duro y difícil pero no imposible. Realizar un ejercicio de acuerdos de paz mientras por otro lado se llevan a cabo operaciones militares donde hay bajas de un bando y otro es sin duda alguna un engaño al pueblo; hacer ver que un actor del conflicto es el que hace tambalear la mesa cuando hay claros elementos de tácticas de guerra que establecen; que en determinados territorios, no se puede operar sin las medidas mínimas de seguridad y si eso se hace es buscarles las cuatros patas al gato y sacrificar a los sacrificables para así ganar intereses en fomentar la guerra.
Entonces ¿quiénes están detrás de la guerra? son los mismos que impulsan la carrera armamentista en la región y usan a Colombia como punta de lanza para estos fines, y por lo tanto no van dejar que el mercado se les cierre, al contrario arrecian aun mas sus acciones y estiraran sus tentáculos en todos los sectores donde ven amenazados sus intereses. por ejemplo el departamento de defensa y sus filiales fabricantes de armas tales como: Dream Hammer empresa de tecnología de software para la operación de drones y que es socio de la Lockheed Martin principal actor que domina el mercado de la fabricación de armas a nivel mundial, y que la misma pertenece al departamento de defensa de los EE.UU. Ha realizado sendos acuerdos con el gobierno de Santos para el suministro de tecnologías que le permitirá combatir a la insurgencia, la empresa Rafael de Israel la cual ha dotado de equipos de ultimas tecnología a las fuerzas armadas de Colombia, es una pequeña muestra de cómo tejen la telaraña del mercado de armas en la región lo que se convierte en un hueso duro para tumbarles el negocio del cual se han lucrado diversos oligarcas que han visto esa tarea para amasar muchos millones y obtener grandes influencias dentro del estamento militar los cuales los hace intocables para las leyes colombianas.
Santos y su gobierno copian exactamente el antifaz de su amo del norte, el cual actúa con la doble moral, al venderle al mundo que lucha contra el llamado Estado Islámico, pero por el otro lado financia para luego disfrutar del botín que ofrecen estos elementos fabricados por las agencias de inteligencias.
Entonces no se puede concebir como un gobierno que se inmola por la paz se rearma con grandes contratistas que hacen la guerra por todos los rincones del globo.
Como un gobierno que se rasga la vestidura ante el pueblo que ha sido y es golpeado por el estado represivo continua en los mismos pasos de la privatización neoliberal de los servicios básicos.
Como un gobierno que se dice impulsor de la paz mantiene constante operaciones de seguir empobreciendo al pueblo, al continuar con una política de importación en el marco de los TLC con la Casa Blanca.
Como un gobierno que se arropa bajo el manto sagrado del pueblo permite que en sus territorios militares extranjeros ultrajen con toda libertad los derechos de los nacionales.
Como un gobierno habla de paz mientras obtiene orgasmos políticos al entregarle la región al capital extranjero, que es el mismo que ha ocasionado millones de muertos creando guerras y que hoy se asemeja a los invasores españoles que sacaban la cruz, luego de que sus espadas destilaban la sangre de los originarios de la tierra. Hoy la acción es la misma solo que en vez de la cruz instalan sucursales de las empresas trasnacionales.
América del Sur, ve con aires de esperanza estas conversaciones y por lo tanto a puesto todo el empeño a que los enemigos de la democracia no salgan triunfantes; pero es que estos mismos enemigos son dueños de las principales cadenas de disociación masiva y su línea editorial va enfilada a ametrallar cualquier foco que rompa con lo ordenado por el sistema corrupto, podrido y criminal que hoy se esconde tras la estructura del gobierno de Juan Manuel Santos. Estas mismas empresas que se encuentran bajo la tutela de los grandes corporaciones estadounidenses deciden a quien enterrar y a quien hacerle el juego; lógico que al agente santos como buen oligarca comunicacional que es, por ahora no le harán coquito, ya que proviene de esos sectores adinerados que han establecido todo un emporio con áreas y centro de operaciones comunicacionales que articulan con Miami y otras ciudades del norte; el cual fija su blanco contra Venezuela, Ecuador y Bolivia. Utilizando ANCLAS como vendedores de una mentira o cientos de mentiras que se fabrican en los laboratorios de la CIA, donde sus operadores nacionales en Colombia han desarrollado e incluso se puede decir que han perfeccionado muy bien.
Ahora bien la tarea de castración mental a la que se han dedicado los medios al servicio de gran capital nacional y trasnacional en Colombia deja ver claramente como esos agentes internacionales no solo disocian y envenenan a la audiencia colombiana; que con sus más de 15 comerciales consumistas de publicidad y una docena de programas de violencia acondicionan, inducen y mantiene el fervor de la guerra, donde ellos con sus artimañas mediáticas buscan patentar las mentes y así convertir a sus portadores en simples objetos a los cuales hay que rellenarlas con toda una andanada de porquería el cerebro para que el día de mañana esa audiencia extrañe más a los medios de comunicación oligarcas que a su propia madre.
Los medios de comunicación al servicio de la oligarquía colombiana y trasnacional son los primeros enemigos del proceso de paz en Colombia, ya que estos mismos se han dedicado a fabricar escenarios que le permite manipular a la opinión pública y aplican un plan basado en acondicionar a millones de colombianos, los cuales son catalogados como enemigos del sistema y por lo tanto hay que manejarlos; siguiendo los pasos de las agencias de inteligencias estadounidenses antes y después de los auto atentados del 11 se septiembre; dicho plan se basó en crear una mentira y repetirla miles de veces hasta que el pueblo y mundo estuvieran listos para la operación final que desemboco en los resultados de lo que hoy conocemos en Irak y Afganistán. Hoy Colombia no solo se convierte en uno de los principales teatros de operaciones de América Latina desde el punto de vista militar, sino que también es un gran laboratorio de guerra de quinta generación en lo mediático lo que le permite tener una categoría especial dentro de la lista de colonias norteamericanas serviles a los intereses de Washington y que le sirve de base para atacar mediáticamente a los países progresistas de la región.