Winston A. Lozada C.
El heroico Comandante Ernesto «Che» Guevara nos dijo reiteradamente, en el marco de la confrontación política e ideológica que se dio, entre el naciente Socialismo y el hegemónico modo de producción Capitalista – controversia que se manifestó durante casi todo el siglo pasado – , que en el Imperialismo Estadounidense no se podía confiar «ni un tantito así», con lo que nos advertía temprana y sabiamente, por su gran experiencia de aguerrido combatiente anti imperialista y sobre todo socialista, que no podíamos ni debíamos cometer el gravísimo error de subestimar, a su gran capacidad de maniobra política, diplomática, económica y militar, para poder desestabilizar y derrocar a todos aquellos gobiernos populares y revolucionarios, que en el pasado fijaron posiciones políticas y económicas soberanas e independientes, del centro de dominación mundial, y que se atrevieron a levantar banderas de redención social para sus pueblos, así como también, por el rescate de sus inmensas riquezas naturales, en numerosos países de América Latina, África y Asia.
En la historia de la lucha de las naciones del llamado tercer mundo, que han sido invadidas, ocupadas, saqueadas, destruidas y oprimidas por el genocida Imperialismo Yankee – son relevantes las invasiones a México, Nicaragua, Cuba, Haití, República Dominicana y Panamá, entre otras – durante los siglos XIX, XX y XXI, podemos encontrar muchos ejemplos dramáticos, de esa temprana advertencia del Comandante «Che» Guevara, que lamentable y absurdamente fue obviada por curtidos dirigentes en las luchas populares, como fue el caso del derrocado y exiliado general Juan Domingo Perón en Argentina; de militares dignos con posiciones patrióticas y revolucionarias, como el derrocado y humillado coronel Jacobo Árbenz en Guatemala o el asesinado general Martín Torrijos en Panamá; de brillantes militantes políticos con una sólida y sistemática formación política e ideológica marxista, como fue el evento del cercado, derrocado y asesinado presidente mártir Salvador Allende en Chile; y el mas reciente acontecimiento del criminalizado, derrocado y vilmente asesinado coronel Muammar Gadaffi, en la martirizada y saqueada Libia.
Las acciones políticas que en la actualidad latinoamericana, tienen la mayor importancia geoestratégica para el gobierno del Tuerce Brazo Barack Hussein Obama – desde mi particular punto de vista – , son por una parte, la previsible e implícita acción militar directa o indirecta, que las fuerzas imperiales acompañadas de algunas fuerzas de la corsaria OTAN, y seguramente de algunos ejércitos de mercenarios continentales, cometerían en contra del gobierno y de las fuerzas revolucionarias de Venezuela; Y por la otra, la percibida y negociada capitulación de las FARC – EP en la hermana república de Colombia; Lo que nos permitiría inferir sin duda alguna que ambas acciones están estrechamente concatenadas, y forman parte de un plan muy bien elaborado y ejecutado por el Departamento de Estado – entiéndase la CIA y demás agencias del terrorismo gringo – y por el Pentágono – institución que aglutina a todo el poderío aéreo, naval y militar de USA – , cuyo propósito fundamental es lograr la recolonización total en su primera fase del plan, de la región mas septentrional de Suramérica.
Es Obvio que también existen planes en diversas fases de ejecución, para derrocar a los gobiernos mas cercanos y afines al proceso Bolivariano – en lo político, lo económico, lo social y lo ideológico – , como son los gobiernos revolucionarios de los compañeros Evo Morales en Bolivia y de Rafael Correa en Ecuador; e igualmente hay otros planes para derrocar a los gobiernos patrióticos y nacionalistas, de las compañeras Dilma Roussef en Brasil y de Cristina Fernández en la Argentina. En el campo contrario ya están alineados con el imperio gringo, los gobiernos lacayos de Juan Manuel Santos en Colombia, Ollanta Humala en Perú, Michelle Bachelet en Chile (agrupados en la incipiente ALCA, llamada Alianza del Pacifico, junto a México y Costa Rica) y del burgués Horacio Cartes en Paraguay; La victoria del vacilante e indefinido Tabare Vásquez en el Uruguay, constituye un retroceso a la integración suramericana, por sus evidentes simpatías con los gobiernos neoliberales de países de la Unión Europea, y por su postura de sumisión ante los Estados Unidos.
El Imperio Yankee necesitaba sin mayor dilación, colocar en Jaque a la novel Revolución Bolivariana – dados los fracasos de la guarimba burguesa, y del intento de golpe de estado con los jóvenes pilotos militares – , para facilitar el derrocamiento del gobierno del camarada presidente Nicolás Maduro, y a la vez aniquilar el proyecto de construcción socialista que es respaldado por millones de compatriotas; Y para tal fin, el instrumento político seleccionado por la arrogante burguesía gringa, es el decreto ejecutivo de Barak Obama del 09 de Marzo del presente año, en el que se declara a Venezuela como una «amenaza inusual y extraordinaria» para los Estados Unidos de Norteamérica, y les obliga a establecer en breve la «seguridad nacional» en su vasto y poderoso imperio; La clara y evidente intención de invadir militarmente a nuestro territorio, será viabilizada por el colosal ejercito gringo, y justificada posteriormente ante la opinión publica mundial, mediante esa burda Orden Ejecutiva de la casa blanca, que no tiene ningún valor jurídico dentro del campo del derecho internacional.
En paralelo el Gobierno Gringo requería darle un Jaque Mate a las FARC – EP, lo que esta a punto de lograrse con la dilatada capitulación del ejercito popular y revolucionario mas numeroso y con mayor poder de fuego, con la mayor base social de pueblo alguno, y con el territorio mas extensamente ocupado que jamás haya habido, en toda la historia latinoamericana de los últimos doscientos años. Barack Obama convenció a Juan Manuel Santos su «lacayo mayor» en América Latina, para que procurara la desmovilización de esa fuerza de combatientes anti imperialistas – sensiblemente afectada por errores políticos cometidos que le restaron apoyo popular, como fue la captura y la retención de funcionarios del estado colombiano – , ofreciéndole a la insurgencia guerrillera dos puntos claves en esa negociación: las garantías para que todos los rebeldes en armas, pudieran incorporarse a la actividad política y social abierta en el futuro, y algunos cambios estructurales en lo social y lo político, pero dejando fuera de la agenda de discusiones, el punto mas estratégico para el genocida imperio yankee – algo que es insólito y de difícil entendimiento es que se aspire a la paz, con la existencia de bases militares extranjeras – , la permanencia de las 7 bases gringas en el territorio colombiano, para poder lanzar desde ellas un ataque criminal y demoledor, contra el gobierno socialista y el pueblo revolucionario, de la patria de Bolívar y Chavez.
Para el gobierno imperial de los Estados Unidos de Norteamérica, la República Bolivariana de Venezuela representa sin ninguna duda, una peligrosa e irreverente postura de soberanía política y económica, que se inicio en el año 1999 con el gobierno revolucionario del Comandante Hugo Chavez, y que ha sido continuada con mucha lealtad y consagración por el gobierno popular del Camarada Presidente Nicolás Maduro, ejemplo de independencia que debe ser exterminado de raíz y lo mas pronto posible, para evitar su expansión a una mayor cantidad de países y gobiernos de américa latina y del resto del mundo. Por tal razón y ante el rotundo fracaso de la apátrida burguesía criolla, para derrocarnos por si misma, Barack Obama emite el perverso y guerrerista decreto, que pretende poner en Jaque a la Revolución Bolivariana, mediante acciones terroristas de mayor envergadura que serian ejecutadas en un futuro cercano, siguiendo el formato aplicado en la sufrida Siria, y la eventual invasión militar a nuestro territorio patrio – tal como lo hicieron en el año 2011 en la destruida Libia – que con toda seguridad tendrá como epicentro a las 7 bases Yankees, que han sido instaladas en la entregada Colombia, para aniquilar el proceso de integración latinoamericana y el proyecto de la patria bolivariana y socialista.
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Bolívar y Chavez Viven. La lucha sigue.
Hasta la Victoria Siempre, Comandantes.
Venceremos!