Las armas más poderosas y efectivas que tenemos en esta guerra sostenida son la sensatez de la mayoría de los venezolanos y la solidaridad de otros Gobiernos y pueblos conscientes del alcance de las amenazas y ataques del hegemón capitalista. Sensatez y solidaridad que requieren ser nutridas con un flujo oportuno de información veraz que ilustre la situación real del país y contrarreste la imagen distorsionada de Venezuela, puesta a rodar por la CIA y sus cipayos a través de las agencias de noticias, los diarios, la radio, la TV y las redes sociales de comunicación

Procesar la información requiere de un esfuerzo conjunto y bien estructurado por parte del gobierno y del poder popular para innovar o reforzar lo ya innovado, con el fin de:

  • Difundir a través de todos los medios posibles los logros y reconocimientos obtenidos por la lucha contra la pobreza y el fortalecimiento del poder popular.
  • Filmar y poner inmediatamente en circulación acciones policiales y de la FANB susceptibles de ser manipuladas y malinterpretadas como violaciones de los derechos humanos: casos allanamientos, detenciones, contenciones de guarimbas, etc.
  • Poner a disposición de organizaciones de derechos humanos los datos necesarios para contrarrestar el uso malintencionado de información relativa a hechos ciertos. Responsabilizar a dichas organizaciones de su manejo apropiado.
  • Ilustrar de manera más impactante los resultados de los operativos contra el acaparamiento y contrabando. Las toneladas y litros no dicen tanto como el señalamiento de los daños evitados.
  • Facilitar la contraloría social poniendo a disposición del público la data completa relativa a operaciones percibidas como fuentes de corrupción a fin de poder identificar casos que merecen sanciones y evitar calumnias y dudas que hacen mucho daño.
  • Desmenuzar la información falaz generada por la oposición, develar su origen y la intencionalidad subyacente
  • Darle contenido claro a los términos que definen nuestro proceso y modelo con el objeto de impedir que la oposición pueda utilizarlos a la ligera para mercadear sus propuestas neoliberales.
  • Conformar brigadas voluntarias de procesadores y difusores de material institucional e informal, en distintos idiomas, a través de las redes y el mayor número de medios posibles.
  • Etc.