Santiago O’Donnell
Página12

En el marco del Encuentro Federal de la Palabra que se celebra en Tecnópolis, el referente australiano de la libertad de expresión habló de Nisman, pasaportes inteligentes, el Estado Islámico, la crisis en Ucrania y el asesinato del opositor ruso Nemtsov.

Tras mil días de encierro en el pequeño departamento que aloja a la embajada de Ecuador en Londres, mil días sin poder salir al aire libre, Assange luce algo debilitado a través de la pantalla de Tecnópolis. Dice que últimamente no está del mejor humor, que está enojado porque no se destraba su situación judicial (ver aparte) y no puede estar con su familia. Pero el enojo no se le nota. Contesta de buena gana durante una hora y media y sonríe de oreja a oreja cuando el público lo despide con un aplauso. A continuación, el pasaje más destacado de la conversación:

–Los cables de Wikileaks muestran la falta de independencia del fiscal Nisman con respecto a la embajada de Estados Unidos en la investigación del atentado a la AMIA.

–Es cierto. Hay más de 160 cables sobre el atentado a la AMIA y puedes ver en esos cables que Nisman se hizo muy dependiente de Estados Unidos para conseguir informes de inteligencia relacionada con la investigación y mucha de esa información le llegó a través del jefe de contrainteligencia de la Secretaría de Inteligencia (Jaime Stiuso) y Nisman pasó a depender indirectamente de EE.UU. e Israel y directamente de Stiuso. Se puede ver que esa dependencia llegó a un punto tal que llevaba borradores de resoluciones a la embajada para que la embajada los comentara, los revisara y los corrigiera. En un caso llevó un borrador de resolución de dos páginas y la embajada le hizo comentarios, él se lo llevó de vuelta, volvió con un borrador de nueve páginas, lo revisaron nuevamente y esa vez se lo aprobaron. También le dijeron que no podía investigar la pista siria, que no podía investigar otras pistas locales dentro de Argentina. Se puede decir que éste es un problema de un solo hombre que estuvo diez años con la causa y que no avanzó, hasta que en el 2013 la causa se convirtió en un tema de política partidaria (por el acuerdo con Irán). Pero se puede hacer una crítica mucho más importante, que es la falla del gobierno de Kirchner de no haber disciplinado a Nisman a tiempo por su relación con los servicios de inteligencia, su relación con EE.UU., la falla de los medios de Argentina de no controlar y criticar esa investigación, y esa falla en los medios se pudo ver en todos los medios tradicionales: en Página/12, en el grupo Clarín y aun en la organizaciones de la comunidad judía, que expresó dudas sobre la calidad de investigación en la embajada, pero dijo que a pesar esas dudas no quería reducir la credibilidad de esa investigación. Entonces parece que había un acuerdo nacional entre gobierno, oposición y medios de no cuestionar la calidad de la investigación de Nisman, de no indagar sobre de dónde sacaba su información y de qué manera estaba comprometido por su cercanía a la embajada de EE.UU. y al director de contrainteligencia. Pero vayamos más allá. ¿Cuál es el gran problema? El gran problema es que las instituciones argentinas –fiscalías, medios, gobierno y oposición– no tuvieron suficiente fuerza como para lidiar con un caso geopolítico muy serio, en el que hay actores como EE.UU., Israel, Irán, que tenían intereses muy fuertes en este caso. Irán quería protegerse, proteger su reputación y proteger su relación con Argentina, EE.UU. e Israel buscaban demonizar a Irán, la Secretaría de Inteligencia buscaba beneficiarse actuando como intermediario. Las instituciones argentinas no fueron capaces de mantener su integridad ante la presión sostenida de grupos externos y ése es un problema preocupante para la Argentina. Ahora bien, a otros países no les va mucho mejor cuando la presión es tan fuerte. Nosotros lo hemos vivido en nuestra organización en países como Gran Bretaña y aun Alemania en algunos casos. Te doy un ejemplo de Alemania. Edward Snowden obtuvo mucho apoyo de Alemania. Es el país donde más apoyo de la opinión pública recibe de toda Europa y eso tiene que ver con razones históricas, el recelo de los alemanes de la Stasi (el servicio secreto de la ex Alemania Oriental), que la nueva capital sea Berlín, en fin, la gente alemana y los medios alemanes querían que se le diera asilo. El resultado es que la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. le dijo a la agencia de inteligencia alemana que si permite que su país le dé asilo vamos a dejar de compartir Inteligencia con ustedes y no les vamos a avisar de posibles atentados terroristas en su país. Entonces la Agencia de Seguridad Nacional estaba perfectamente dispuesta a permitir ataques terroristas en Berlín con tal de presionar al gobierno alemán para no ser humillados por una oferta de asilo para Snowden. Así que hasta un país como Alemania puede comprometer sus principios; entonces no puede sorprendernos que Argentina lo haga. Pero ahora que vimos cómo sucede esto, hay que tratar de corregirlo. Entonces esto es lo que podemos aprender de la investigación de Nisman: la manera en que operan las presiones geopolíticas y la debilidad de ciertas instituciones argentinas para enfrentarlas. Fíjese lo que el director de contrainteligencia estaba haciendo en el caso Nisman y las consecuencias que tuvo. Entre ellas, la ley para reformar a los servicios de Inteligencia. La he leído y me parece una buena ley, aunque hay que ver todavía cómo se aplica.

–Otro tema que me preguntan mucho en las redes sociales, especialmente después de nuestra última entrevista, es sobre sus críticas a los nuevos documentos biométricos que se hacen en la Argentina. El ministro que los creó, Florencio Randazzo, los vende como una manera de hacer menos cola en los aeropuertos. ¿Por qué le parece que estos documentos son peligrosos?

–Hay dos problemas. En el caso de los documentos biométricos, hemos visto ejemplos en muchos países en los cuales la base entera de los documentos biométricos ha sido robada. Por ejemplo, en Pakistán revelamos que una consultora trucha manejada por el MI6 (servicio secreto británico) había sido contratada para manejar la base de datos para todo el sistema de identidad biométrico en Pakistán. Y con la complicidad de algunos miembros del gobierno, la consultora se robó la información sobre más de cien millones de paquistaníes. Así que está el problema de que los datos pueden ser robados por fuerzas externas. En segundo lugar, si tenés un servicio de Inteligencia corrupto y un gobierno que hace las cosas mal, podés terminar teniendo una sociedad extremadamente controlada, donde ninguna persona puede existir por fuera de las estructuras formales del gobierno y de las estructuras informales que tienen las agencias de inteligencia.

–¿Todo eso por sacar información del iris del ojo?

–Es suficiente. Una vez que se empieza con un programa biométrico el siguiente paso es agregar más y más identificadores biométricos. En Suecia, por ejemplo, te extraen sangre al nacer y dicen que esa identificación de ADN sirve para aplicarse en políticas de vivienda y para juntar estadísticas para diseñar programas de salud. Sin embargo, esa información ha sido utilizada de manera ilegal por la policía sueca en varias investigaciones criminales y lleva a una sociedad controlada y no podemos saber si esa información no sólo se va a compartir en la Argentina o si se va a compartir con otros países, y por lo tanto con los servicios de Inteligencia de otros países. Esos servicios de inteligencia en Occidente son manejados en gran parte por empresas privadas. Por ejemplo, el ochenta por ciento de la Agencia de Seguridad Nacional es manejado por contratistas del sector privado. Por empresas como Lokheed Marin, Northrop Gruman o Booze, Allen & Hamilton. De hecho Edward Snowden no trabajaba para el gobierno, trabajaba para Booze, Allen & Hamilton. Entonces coleccionás esta información sobre tu gente y pronto se empieza a compartir y me parece que no es saludable para una sociedad que un individuo al nacer, a través de estos elementos de identificación, entre en una relación no sólo con su familia, su comunidad o su ciudad, no sólo con su país y con el servicio de Inteligencia de su país, sino con todos las grandes facciones de poder del mundo. La relación es tan desproporcionada que con el tiempo va a distorsionar la naturaleza de nuestra civilización.

–Su respuesta me lleva a la última filtración de WikiLeaks, de diciembre pasado. Se trata de un documento de la CIA que explica cómo burlar los controles biométricos en los aeropuertos de la Unión Europea y está escrito para agentes que viajan con identidades encubiertas.

–Seguimos metiéndonos en problemas (se ríe). Es un manual de instrucciones que se les entrega a agentes encubiertos para que penetren otros países, para que penetren aeropuertos usando identidades falsas. Incluye una gran cantidad de aeropuertos y sistemas de seguridad, incluyendo en Europa, y da un ejemplo de Europa de un agente de la CIA al que le encontraron en la valija rastros del explosivo C4, presumiblemente de una operación realizada en Europa. El agente fue detenido pero dijo la mentira sugerida por el manual para casos como ése (que el explosivo era de un entrenamiento antiterrorista realizado en EE.UU.) y le creyeron y lo dejaron ir. El manual puede ayudar a ciudadanos comunes para atravesar controles sin despertar sospechas, incluso puede ayudar a periodistas trabajando bajo identidades reservadas o a nuestra propia gente mientras se mueven por el mundo. También señala el miedo que genera la identificación biométrica aun en la CIA porque dificulta un poco sus movimientos. Esa podría ser la única ventaja de este tipo de documentos en términos geopolíticos. Pero a través de la Agencia de Seguridad Nacional pueden hackear estos sistemas biométricos. Entonces al final la CIA, el Mossad o el MI6, las agencias de Inteligencia con más recursos y conocimientos, serán las que puedan viajar por el mundo sintiéndose libres. Serán las últimas personas del planeta en sentirse libres y creo que esto no es saludable porque ya tienen demasiado poder y demasiado poco control. Entonces diría que lo aceptaría si fuera igual para todo el mundo, pero si sirve para cierta gente pero no para otros, perpetuará la severa desigualdad de poder existente.

–Además, como usted ha dicho, después de los secuestros de la CIA en Suecia e Italia durante el gobierno de Bush hijo, el manual demuestra que la CIA de Obama mantiene la intención de realizar operaciones clandestinas en los países de sus aliados europeos.

–Es cierto y se trata de material reciente. Pero debo hacer una distinción. Si bien la CIA secuestró a una persona en Italia, en Suecia lamentablemente no se trató de una operación encubierta, al menos con respecto al gobierno sueco. El gobierno no sólo lo sabía sino que su policía secreta SAPO asistió en el secuestro de su propios refugiados políticos, sus propios buscadores de asilo, algunos de los cuales tenían hijos viviendo en Suecia. La SAPO asistió en esa operación y siguió haciendo operaciones similares durante seis años y nosotros lo revelamos en el 2010.

–Me gustaría preguntarle por la actualidad mundial: el surgimiento del Estados Islámico (EI), la crisis en Ucrania y el asesinato de Nemstov en Rusia.

–Los tres eventos tienen relación. En cuanto al EI, lo podemos ver desde el punto de vista geopolítico y desde el punto de vista cultural. No digo nada demasiado nuevo cuando digo que el EI es un resultado directo del aventurerismo de Occidente. El aventurerismo de Occidente que destruyó la sociedad libia, el aventurerismo de Occidente que destruyó gran parte de la sociedad siria. El aventurerismo de Occidente está destruyendo Irak para extraer petróleo y por otras razones geopolíticas. Mucha gente conoce esto, sabe cómo se envía armamento a Siria, el intento de reducir la influencia iraní en la Irak de la posguerra a través del apoyo a los sunnitas. Lo que no se conoce tanto es que en estos años Arabia Saudita, Qatar y Turquía han aumentado su poder y han logrado un pequeño margen de independencia con respecto a EE.UU. Como resultado EE.UU. ya no es el único actor geopolítico que empuja junto a Israel los acontecimientos en Medio Oriente. Ahora también actúan estos aliados geopolíticos que Estados Unidos no está dispuesto a disciplinar. ¿Y por qué no los disciplina? Porque estos países se hicieron ricos y ahora depositan su dinero en bancos de Occidente y entonces su elites se han fusionado: Qatar con los EE.UU., Arabia Saudita con los EE.UU. Acá, por ejemplo, la famosa tienda Harrod’s es dueña de uno de los edificios que rodean a esta embajada. Harrod’s es propiedad del gobierno de Qatar y la policía secreta británica que espía esta embajada, y que admite haber gastado más de 15 millones de dólares para espiarme, ha hecho un acuerdo secreto con Harrod’s y tienen a los equipos de vigilancia instalados en el edificio de Harrod’s . Entonces éste es un ejemplo interesante de cómo nos afecta la dinámica del poder en Medio Oriente. Desde el punto de vista cultural, hay que analizar cómo una ideología se expande, porque las ideas no son una enfermedad que se propaga como un virus. Las ideología tiene principios, tiene reglas que son fáciles de aprender y fáciles de transmitir. Eso sucede con todas la ideologías o religiones que se difunden. Pero hay otro factor y ése es el dinero que se mueve detrás de estas ideas. A medida que los estados del Golfo se vuelven más ricos, más poderosas se vuelven las ideas que ellos sostienen. La percepción es que cuanto más se difunden esas ideas más poder adquieren, entonces han hecho eso. Al mismo tiempo, la ideología de izquierda existía en Egipto, y en Líbano y en Siria y en Irak, porque el partido Baath (de Saddam Hussein y la dinastía Asad) es un partido secular y autoritario pero no una teocracia. Occidente odia a esos partidos izquierdistas y nacionalistas y durante muchos años hizo todo lo que pudo para destruirlos o al menos sacarlos del poder, y para eso se apoyó en teocracias y movimientos teocráticos. Podemos verlo, por ejemplo, en el colapso y marginalización de la OLP y su reemplazo por Hamas (en Palestina). Nuestros cables revelan que Israel apoyó a Hamas en su etapa inicial, que Hamas fue usado como un instrumento para dividir a la OLP y a la resistencia palestina. Entonces Occidente ha generado todo el dilema y el horror del EI a través de su aventurerismo y su intento de suprimir movimientos seculares de izquierda en Medio Oriente.

–Pasemos a Ucrania.

–El mejor análisis proviene de un reconocido analista geopolítico, John Mearsheimer, un académico muy reputado cuyos trabajos han sido utilizados hasta por el Departamento de Estado. No es un extremista. El tiene la misma opinión que yo. Lo que decimos está documentado en los cables. Hay uno del 2008 que muestra que Rusia traza un línea en la arena y fija sus límites a Estados Unidos y la OTAN. El cable se titula “No quiere decir no” y se refiera a la expansión territorial de la OTAN. Explica que si hay interferencia en Ucrania por un intento de integrarla a la OTAN, eso no será tolerado por las regiones fuertemente rusoparlantes en Ucrania, que se consideran rusas por haber pertenecido a la Unión Soviética, y Crimea es una de esas regiones. Y Rusia advertía que el intento de traer a Ucrania hacia la OTAN causaría una guerra civil. Entonces se puede ver la importancia estratégica que Rusia le otorga a Ucrania como parte de la civilización eslava y el complejo militar-industrial del este de Ucrania, que sigue produciendo misiles balísticos teleguiados, repuestos para misiles, etc. EE.UU. lleva mucho tiempo tratando traer a Ucrania hacia Occidente, si no puede ser con una membresía de la OTAN, al menos que se independice de la esfera de influencia de Moscú, para reducir el complejo industrial-militar ruso y reducir sus bases navales en Crimea. Hace mucho que lo venían intentando y Rusia se venía quejando y advirtiendo lo que pasaría. Europa, bajo la influencia del expansionismo burocrático de la Unión Europea, se sumó a esa puja. Pero los rusos no son inocentes. Su manejo de sus más preciados y queridos aliados estratégicos, de sus socios comerciales más cercanos, fue completamente incompetente. Ningún país puede operar en Ucrania como Rusia. Porque los ucranianos hablan ruso y parecen rusos porque hay relaciones familiares y comerciales entre los dos países. Rusia descuidó a Ucrania porque no se relacionó con su gente, sino con su oligarquía, con su elite política, con la economía ucraniana. Gastó billones de dólares en subsidios para Ucrania. Al mismo tiempo EE.UU. y Europa Occidental gastaron billones de dólares en la creación de ONG, en redes sociales. A través de estas instituciones y de estos medios Occidente prometió acabar con la corrupción en Ucrania. Los rusos hicieron muchas cosas mal cuando podrían haberse relacionado con Ucrania de otra manera. Sacaron muchos agentes de FSB (servicio secreto ruso) de Ucrania para trasladarlos a Chechenia para prevenir ataques terroristas. Chechenia se convirtió en su primera prioridad y vemos los resultados de descuidar a Ucrania.

–¿Y con respecto al asesinato del líder opositor Boris Nemtsov a pasos de Kremlin?

–Ahí hay un vínculo con lo que pasa en Ucrania. Parece que las fuerzas especiales que Rusia está usando para entrenar y apoyar a las fuerzas separatistas en el este de Ucrania provienen, o al menos al principio provenían, de Chechenia y hay una razón para eso: las fuerzas chechenas son las más entrenadas y las más experimentadas en lo que llaman operaciones de contrainsurgencia, que básicamente significa combate en una guerra civil, porque eso es lo que viene pasando en Chechenia, que es una república separatista que busca su independencia de Rusia. Por eso Rusia usó en Ucrania regimientos de Chechenia y estos regimientos están controlados por el presidente de la región chechena, (Razman) Kadyrov, y Kadyrov no quiero decir que es leal a Putin porque tiene su propia agenda, pero formalmente depende de Putin. A lo largo del conflicto checheno Kadyrov desarrolló tropas y un servicio de inteligencia que es bastante poderoso y que ha sido acusado de asesinatos, incluso en Viena por ejemplo, de oponentes de Kadyrov. La guerra en Ucrania hizo que Rusia pusiera mucho dinero en las fuerzas chechenas y los servicios de inteligencia chechenos. El resultado es que se volvieron muy poderosos y de alguna manera rivalizan con el FSB, que hasta entonces era el único servicio de inteligencia que operaba y juntaba inteligencia fuera del país. Los asesinos materiales de Nemtsov en la entrada al Kremlin eran chechenos vinculados con los servicios secretos de ese país.

–Y Kadyrov dijo que el asesino era un héroe nacional…

–Exacto. Por eso es difícil saber bien qué está pasando, pero a cierto nivel los servicios chechenos estaban demostrando que el FSB no controla Moscú y que ellos tienen el poder de matar a alguien en la puertas del Kremlin. Esto no quiere decir que Kadyrov ordenó el asesinato, puede ser un mando intermedio que buscó demostrarle su utilidad a Kadyrov o a la extrema derecha rusa. Vamos a lo que pasó después. Una semana o dos después del asesinato, Putin condecoró a Kadyrov con una medalla por servicios prestados a Rusia. En la misma ceremonia condecoró también al agente del FSB que había envenenado con polonio al ex espía Litvinenko en un restaurant de sushi en Londres (en el 2006). Para la perspectiva de Occidente la imagen que dejó Putin en la ceremonia de premiación fue horrible. Es como si hubiera dicho: “Yo apoyé con igual fuerza a los dos asesinatos”, el del FSB y el de los chechenos. Putin se había mostrado enojado y confundido tras la muerte de Nemstov. Entonces al darle esta medalla a Kadyrov genera una confusión en la población rusa y la hace pensar que tal vez Putin había ordenado el asesinato, que tal vez está contento con el asesinato porque es un líder fuerte que controla la situación. Pero la realidad es que no controla completamente a las fuerzas chechenas. Son un grupo muy cerrado, tienen su propio lenguaje, y tienen agenda propia. El centro de poder de Putin es el FSB, que es el que le provee su seguridad y la relación con los servicios chechenos es muy delicada, así que la situación es muy interesante.

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-268748-2015-03-23.html