Mi escritura rebelde y denunciante no pretende hacer apología de la guerra, mucho menos jugar con metáforas sangrientas sobre bombas o balas que atraviesan cabezas huecas y producen infames chasquidos. Sin autoproclamarme un lord inglés extravagante, creo inoportuno echar más leña al fuego de la polarización con crueldades verbales que se disfrazan de chiste.
 
Si los gringos nos atacaran, tengo fe que reuniremos suficientes patriotas para defender nuestro territorio, inspirados estaremos en nuestra ancestralidad indígena guerrera, el sacrificio heroico de Hugo Chávez y sobre todo que nuestro humilde pueblo obrero luchará dignamente para no caer bajo esclavitud. 
 
Pero si de verdad caen bombas gringas rápidamente saldrán huyendo los que si tienen desde hace tiempo su fuga planificada. Se van con guayaberas rojas de fino lino cortado compradas en Panamá. Se van con guayas de oro 24 kilates en sus cuellos. En otras tierras del mundo les esperan casas que ya compraron a nombre de testaferros y cuentas bancarias repletas de millones de monedas preferenciales.
 
Siempre es más fácil intentar una revolución sin manzanas podridas, es más factible realizar el socialismo sin funcionarios corruptos y burócratas neuróticos, es más factible desarrollar la producción nacional sin ladrones que se lucren con las importaciones y es más probable derrotar la pobreza sin populistas ni nuevos ricos que se devoran toneladas de cambures mientras le tiran las conchas al pueblo que tanto desprecian.
 
Tengo certeza que esos bandidos infiltrados no van a luchar, ellos no tienen valentía. Son gente de muchas palabras pero muy pocas acciones. Afortunadamente son pocos aunque altamente dañinos. 
 
Esos rufianes y trepadores caben en un sólo autobús y urgente es purgar a la patria de esos parásitos «succionadores de petro-dólares» mediante el peso absoluto de la ley. Que no les sea fácil gozar ese exilio dorado que desde hace rato han pre-pagado.
 
Para quienes se burlan de la amenaza de invasión gringa y la califican como una fantasía del gobierno, les dejo la traducción del decreto para reconsideren su actitud irresponsable.