Leonardo Vázquez
contrainformatica.org.ar

 

Semanas después de la publicación del libro «Cuando Google, encontró a Wikileaks», la dudosa muerte del fiscal Nisman sacude a la Argentina. Los cables de Wikileaks dejan al descubierto las oscuras tramas entre el fiscal Nisman, Stiuso, la embajada norteamermericana, y el encubrimiento del atentado a la AMIA.

¿Pero qué es Wikileaks? ¿Por qué son importantes sus cables? ¿Cuál es la relación entre Google y el espionaje norteamericano? Son algunas de las preguntas que nos ayuda a responder en su libro Julian Assange, fundador y redactor en jefe de Wikileaks.

 

 

 

Mucho se ha oído durante las últimas semanas sobre los cables de Wikileaks en la Argentina. El periodista Santiago O’Donnell, autor de los libros “Argenleaks” y “Politileaks”, dos libros basados en los cables de Wikileaks de la Argentina. No por casualidad, estos libros tienen dos capítulos «AMIA» en Argenleaks y «Nisman» en Politileaks. En el siguiente artículo, sobre la muerte de Nisman el autor muestra el tratamiento que los medios «oficialistas» y «opositores» le dieron históricamente a la causa AMIA y la importancia de su investigación basada en los cables de Wikileaks.

Nadie pone en duda sobre la importancia de los mismos. Pero no son tantos los que saben a ciencia cierta que es Wikileaks y por qué la importancia de sus filtraciones. Wikileaks, es un sitio web de filtraciones (leaks en inglés) es decir dedicado a publicar documentos secretos. Pero evidentemente y por los intereses que afecta no es sólo un sitio web sino toda una organización, como se definen sus fundadores. Una forma de hacer periodismo, con el objetivo de hacer pública la información secreta de los «poderosos». Esta organización, impulsada por especialistas en seguridad informática implementa sofisticada tecnología para garantizar la privacidad a las fuentes, preservación de los contenidos y para sostener al sitio en pie ante ataques informáticos de gran envergadura. Además de un sistema de control editorial de los contenidos, para chequear la veracidad, proteger a terceros que pudieran verse afectados, etc. Cuestiones que fueron parte de su éxito y sin las cuales las filtraciones conseguidas difícilmente se habrían podido sostener para su difusión.

Entre las filtraciones de Wikileaks, puede encontrarse la publicación de un video del ejército norteamericano en 2007 en Irak en donde se muestra como asesinan a dos periodistas de Reuters, este video es uno de los que empieza a hacer conocido Wikileaks. Pero una de las más importantes filtraciones es la conocida como el Cablegate, en la cual se filtran más de 250mil cables del Departamento de Estado norteamericano. Parte de estas filtraciones se realizaron gracias a la analista de inteligencia Chelsea Manning, que permanece detenida después de haber sido torturada en Estados Unidos por parte de un tribunal militar.

El libro recientemente publicado, se basa en una entrevista que le realizara en el año 2011, el presidente ejecutivo de Google en persona Eric Schmidt mientras Julian Assange se encontraba bajo arresto domiciliario cerca de Londres, un año antes de que tuviera que refugiarse en la embajada de Ecuador de esta ciudad en donde permanece hasta la fecha y sobre todo meses después de los levantamientos del mundo árabe, tras los cual Estados Unidos decide lanzar una ofensiva en el terreno de las comunicaciones.

Sin embargo la delegación que lo visita, no era simplemente una visita de interés tecnológico. Tres cuartas partes de la misma eran altos funcionarios del Departamento de Política Exterior de Estados Unidos.
Cuestión que Assange desconocía hasta ese momento, pero una entrevista con Google, una empresa líder en informática e innovación era una propuesta difícil de rechazar.

Como comenta en la primer parte del libro, existe una tendencia, especialmente en el ámbito informático a criticar el espionaje del Estado y sus gobiernos, mientras que la intromisión y cuestionamientos de una empresa «tan buena» como Google quedan totalmente relegadas. ¿Por qué? En parte por una especie de fascinación por los impresionantes avances e innovación de Google, en parte por la trabajada imagen de empresa «buena» que te brinda maravillosos servicios de manera gratuita. Esta imagen empezó a ser cuestionada en 2013, a partir de las revelaciones de Edward Snowden, que sacaban a la luz el acceso directo de la poderosa Agencia Nacional de Seguridad norteamericana a las bases de datos de las principales empresas informáticas. Snwoden continúa viviendo en Moscu, tras haber sigo perseguido por Estados Unidos y haber conseguido asilo en dicho país.

El libro, después de introducirnos a la entrevista con un análisis pormenorizado de la comitiva que lo visita y de la estrecha relación de Google con el Estado norteamericano, pasa a la transcripción completa del encuentro que el mismo entrevistado graba.
Una entrevista inquisitiva, con el objetivo de saber sobre Wikileaks. ¿Cómo se organizan, cómo funciona? ¿por qué lo impulsan, cuales son sus objetivos y sus planes? Son algunos de los interrogantes de los entrevistadores, con el objetivo de publicar un libro llamado «The new digital era» que Assange define como «un plan de acción del imperialismo tecnológico» para el poder global de Estados Unidos. Es así que el libro incluye también la reseña de Assange sobre dicho libro publicada en el New York Times a mediados del 2013.

Assange se define periodista, programador, hacker y uno de los fundadores de Wikileaks, aunque sin duda el mismo podría definirse como un luchador consecuente por la verdad y la libertad, que lo ha llevado a enfrentarse con los poderosos (especialmente el imperialismo norteamericano) y los secretos que ocultan a la población. La forma de periodismo que impulsa, se basa en dar a luz estos secretos. Según sus propias palabras «Privacidad para los débiles, transparencia para los poderosos», pero el avance de la tecnología de la mano de Google a terminado con la privacidad lo que reconduce al mundo al autoritarismo, esto intenta demostrar en su anterior publicación «Criptopunks. La libertad y el futuro de Internet» publicado en 2012. Ante la dificultad de luchar por la privacidad de las comunicaciones a pesar de las herramientas criptográficas, la lucha se traslada a la «transparencia de los poderosos», donde la tecnología juega a favor dada la dificultad de frenar la difusión de información por medios digitales. Wikileaks y las futuras filtraciones se encuentran cercadas por cada vez mayores controles. La comunicación digital abarca cada vez más aspectos de la vida social y económica, aunque la principal potencia hegemónica en esta área tiene cada vez más disputas con otras potencias que buscan una mayor autonomía.

La visión de Assange está impregnada por un fuerte determinismo tecnológico sobre los procesos sociales, sin embargo tiene la virtud de poner la lupa sobre los principales ejes y debates en el terreno de las comunicaciones digitales, cuestión que muchas veces es subestimada por debilidad o desconocimiento de la izquierda tradicional en este terreno.

El gasto en ciberseguridad por parte del gobierno norteamericano no para de crecer, este año supera los 14mil millones de dolares del presupuesto a lo que se suma la estrecha colaboración de las principales empresas informáticas. El control social mediante la tecnología sin duda seguirá creciendo a medida que se generalice la información digital en la vida cotidiana de toda la población. El espionaje y los servicios de inteligencia son parte intrínseca de los Estados capitalistas desde sus orígenes, claro que el espionaje no se limita a las escuchas y la información digital, sino que también requiere la infiltración de personas de carne y hueso en la organizaciones que se pretenda infiltrar.

Para finalizar, quisiera traer a la memoria una «filtración» poco conocida, pero que sin duda es una de las mayores filtraciones de la historia. A principios del siglo XX, la revolución rusa consigue la disolución del aparato represivo del Estado y se publica una radiografía de como funcionaban los servicios de inteligencia en la Rusia zarista. A pesar de los cambios en las comunicaciones nos brinda una radiografía muy vigente de como funcionan los servicios de inteligencia modernos, muestra como ya a principios del siglo XX las comunicaciones y todas las organizaciones se encontraban fuertemente infiltradas de manera muy similar a lo que ocurre hoy en día.

Se trataba de la Ojrana poderosa policía secreta que cayó en manos de los bolcheviques después de la revolución, cuyos secretos fueron develados al mundo y difundidos a traves del libro de Victor Serge «Lo que todo revolucionario debe saber sobre la represión», publicado en marzo de 1925:

«La victoria de la revolución en Rusia puso en manos de los revolucionarios todo el mecanismo de la policía política más moderna, más poderosa y experimentada, forjada en más de cincuenta años de lucha contra las élites de un gran pueblo. (…) Conocer los métodos y los procedimientos de esta policía, interesa de inmediato a todo militante: la defensa capitalista emplea en todas partes los mismos medios; todas las policías, solidarias por lo demás, se parecen. (…) Si se tiene un buen conocimiento de los medios de que dispone el enemigo, las pérdidas podrán ser menores. Resulta pues necesario, para un fin práctico, estudiar bien el instrumento principal de toda reacción y de toda represión: esa máquina de estrangular revueltas llamada policía. Nosotros lo logramos, porque el arma perfeccionada que forjó la autocracia para defender su existencia -la Ojrana (la Defensiva), o Seguridad General del imperio ruso cayó en nuestras manos.(…) Pero ¿y si los revolucionarios utilizaban claves en sus cartas? Entonces la Ojrana le encargaba a un investigador genial que descifrara el mensaje. Y se me certifica que jamás falló.(…).
(Sepan) una importante verdad que me conmovió desde la primera visita a los archivos de la polícía rusa: No hay fuerza en el mundo capaz de contener la marea revolucionaria cuando ésta asciende, y que todas las policías, no importa su maquiavelísmo, su ciencia y sus crímenes, son casi del todo impotentes. (…) Cuando se tiene a su favor las leyes de la historia, los intereses del futuro, los requerimientos económicos y morales que conducen a la revolución; cuando se sabe con certeza lo que se quiere, las armas propias y las del enemigo; cuando hay confianza en uno mismo y sólo se trabaja con aquellos en los cuales se tiene confianza; cuando se sabe que la obra revolucionaria exige sacrificios y que toda devota semilla fructificará centiplicada, entonces se es invencible»