Mario Bono

 

Néstor Kirchner asumió la presidencia de la Argentina el 25 de Mayo de 2003, habiéndose presentado a elecciones presidenciales (en la que quedó colocado segundo, detrás de Menem) junto a Daniel Scioli, con quien asumió el gobierno durante 4 años, aunque la vicepresidenta ya sabíamos que siempre fue Cristina, como dupla perfecta para liderar el proyecto naiconal y popular más exitoso de los últimos 50 años.

Ante la desaparición física de Néstor y la proscripción política generada por la actual constitución nacional, debemos asumir que Cristina no podrá seguir siendo nuestra presidenta los próximos 4 años, por lo tanto debemos darnos la mejor estrategía para presentar una fórmula ganadora y lograr la continuidad del proyecto.

Scioli, dos veces gobernador de la provincia de Buenos Aires, se presenta como la opción posible (aunque no ideaL) para ganarle al resto de los candidatos de derecha que pretenden retornarnos al neoliberalismo de la mano de la embajada de los EEUU, sus corporaciones, Clarín, la oposición, el Partido Judicial y los trogloditas de antaño.

Pero solamente existe un candidato para ser vicepresidente del país y se llama Máximo Kirchner, como continuidad genEracional y política de la construcción del proyecto cultural y social iniciado por Néstor y que debe permanecer para vencer a las fuerzas conservadoras y salvar a la Patria.