Percy Francisco Alvarado Godoy
Existen fuertes indicios que circulan en el mundo del espionaje sobre un plan para asesinar al recientemente electo premier griego Alexis Tsipras, luego de que la Coalición de Izquierda radical (Syriza) obtuviera una contundente y sorpresiva victoria electoral en su país.
Uno de ellos podría ser el interés de la CIA y de algunos servicios de inteligencia europeos por lograr este objetivo, el que podría llevarse a cabo a través de una operación negra o usando una bandera falsa, con vistas a justificar el magnicidio o culpar a organizaciones o países ajenas a la conspiración. En tal sentido cabe advertir que Tsipras recibió alertas sobre supuestos planes contra su vida por parte del Servicio Nacional de Inteligencia griego (EYP). Aunque Syriza no planea una política de encontronazo directo con EE UU, ni de momento se ha manifestado por el retiro de las bases militares norteamericanas en la zona, sí estaría la CIA dispuesta a cooperar con la ultraderecha griega o con sus homólogos europeos para quitarse del medio este estorbo. No hay que olvidar que en el programa electoral de SYRIZA se encuentra planteado eliminar las bases extranjeras de Grecia y su salida de la OTAN.
También se comenta que Tsipras solicitó al embajador ruso en Grecia la ayuda de su gobierno para proteger su seguridad personal y la de sus colaboradores.
La parte rusa activó de inmediato un plan de contingencia que involucró a varios de sus activos operacionales en Grecia y en los países circundantes, integrado por miembros de su Servicio Exterior de Inteligencia (SVR), del Departamento Sicológico de Seguridad (PSD), de la FSB y de del propio Servicio de Seguridad Presidencial (PAS), para garantizar la seguridad de la dirigencia de SYRIZA.
El PSD, integrado por expertos de varias agencias rusas de espionaje y contraespionaje, actúan de conjunto bajo la cobertura legal de la Ley de Inteligencia en el Exterior.
Las posiciones asumidas por Tsipras al negarse a establecer cooperación o seguir las reglas dictadas por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, incluyendo el rehusar a continuar con los onerosos paquetes de ayuda que expiran en el próximo mes de febrero, así como en julio y agosto, y su intención de renegociar la deuda nacional con la Unión Europea, en cuyas manos está el 80 por ciento del adeudo de Grecia, lo han colocado en el punto de mira de la inteligencia occidental. A contrapelo, Rusia se mostró dispuesta a prestar ayuda financiera a Grecia.
Grecia está dispuesta a buscar otras vías de apoyo financiero ajenas a las que han atenazado su economía.
Una de las medidas de la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA) fue un acuerdo táctico, pese a las hondas diferencias ideológicas, con el partido derechista Griegos Independientes (ANEL), a los que les hace coincidir su rechazo a la política de austeridad y a la ‘troika’ de prestamistas internacionales.
Otra de las acciones de Alexis Tsipras que causó molestias en la Unión Europea, y particularmente en Alemania, ha sido su clara intención de que Alemania resarce a Grecia por los daños ocasionados durante la ocupación nazi, siguiendo un estudio gubernamental de 2013 el cual determinó que Alemania debía a Grecia un estimado de 200 mil millones de dólares.
Por su parte, los servicios de inteligencia de Israel permanecen atentos a las actividades y pronunciamientos de Alexis Tsipras, sus anteriores declaraciones contra el sionismo y a favor de la causa palestina, así como a la presencia de varios de sus colaboradores apuntando en esta dirección. No obstante, Israel espera que Tsipras no rompa con los lazos de cooperación militar y de inteligencia establecidos entre las dos naciones, aprovechando la crisis diplomática existente entre Israel y Turquía.
No obstante, según reflejó el diario israelí ‘The Jerusalem Post’, existe en SYRIZA un fuerte consenso a favor de la causa palestina, el apoyo a la creación de un Estado palestino dentro de las fronteras de 1967, así como a lograr la eliminación de la cooperación militar con Israel, la cual data del 2008, lo que está contenido en su programa electoral. Por tanto, operativos del Mossad sobre el terreno espían cada paso de Tsipras y los líderes de SYRIZA, buscando información de inteligencia sobre cualquier vínculo de los mismos con Hamas o con otros grupos palestinos.
También puede esperarse una conspiración dentro de las élites militares y policiales dado que SYRIZA se ha planteado, entre otras acciones, la desmilitarización de la guardia costera, la disolución de las fuerzas especiales antidisturbios, así como otros cambios en las instituciones policiales.
Todos estos factores colocan a Tsipras en el punto de mira de los servicios de inteligencia europeos, del Mossad y de la CIA.
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