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Buenos Aires, 3-02-15.- El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, volvió a desacreditar las últimas notas del diario Clarín sobre la denuncia del fallecido fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y las calificó de «operaciones de prensa burdas y sistemáticas».

 

En ese marco, el funcionario señaló que hay quienes eligen «buscar en la basura cuestiones que tienen que ver con una estrategia urdida claramente por grupos de Iinteligencia desplazados».

«Claramente, el rol que tiene (Antonio) Stiuso, el rol que tiene (Diego) Lagomarsino. La estrategia que permanentemente se ha hecho en la Argentina para ocultar efectivamente resultados desde el punto de vista de la investigación de la causa AMIA que tiene los mismos actores», sostuvo.

Además, dijo que «los eventuales escritos no forman parte de lo que efectivamente es la denuncia» presentada por Nisman ante el juez Ariel Lijo, y agregó que «queda claro, como lo hemos demostrado enfática y reiteradamente, que la denuncia (del fallecido fiscal) no tiene ningún tipo de asidero y fue categóricamente desmentida por la versión contundente de los hechos».

«Forma parte de una burda operación de prensa, obviamente con el objeto de ocultar la estrategia que tienen siempre los servicios de Inteligencia que han sido desplazados. Es basura pura y sistemática», dijo el jefe de ministros para luego bregar por un «debate profundo sobre la libertad de expresión y la libertad de empresa, que constituye un debate muy profundo».

De esta forma, Capitanich volvió a referirse hoy a lo publicado por el diario Clarín, que en su edición del domingo señaló que en el tacho de basura del departamento de Nisman se había encontrado un escrito con tachaduras de marcador, y a partir de allí el medio especuló con que el fiscal había tenía la intención en un momento de pedir el desafuero y la detención de Cristina.

Por otra parte y tras las críticas que recibió desde algunos sectores por haber roto ayer dos hojas del matutino en plena conferencia de prensa, el funcionario dijo que respeta «el trabajo de los periodistas», pero aclaró que «algunos no son tales, sino que son verdaderos empresarios y operan como agencias de lobby para defender cualquier tipo de interés corporativo».

«La libertad de expresión utilizada como una estrategia corporativo permanentemente pretende azuzar a los gobiernos populares que reivindican socialmente a nuestros pueblos», agregó.