Pedro Echeverría
1. El presidente de México, Enrique Peña Nieto, lleva poco más de dos años de gobierno; Barack Obama, de los EEUU, lleva seis años y sólo le faltan dos; podría decirse que uno está de entrada y otro de salida. Sin embargo cada uno sufre problemas distintos y diferentes tamaños. Peña está complicadísimo por la economía que se cae, las protestas que crecen, el narcotráfico que sigue adelante y la inestabilidad peligrosa; tan mal está Peña que se pide su renuncia. Es muy claro que Peña está desesperado y le urge saber la posición de Obama, busca lograr apoyo total y muchos financiamientos para su gobierno. ¿Cuánto podrá hacer Obama por Peña si está condicionado por la oposición Republicana y la FED de los hombres poderosos que lo dominan?
2. No recuerdo, por lo menos desde 1960, a ningún presidente mexicano que en sus visitas oficiales, mire al presidente de los EEUU con dignidad, de igual a igual. Desde que EEUU en 1845 despojó a México de más de la mitad de su territorio, es decir, de más de dos millones de kilómetros cuadrados, nuestro «destino» fue de total subordinación. ¿Podríamos olvidar que en cultura y adelantos prehispánicos hace más de 1,000 años, y hasta hace 500, nuestro país era mucho más avanzado en todos los órdenes que EEUU? Sin embargo EEUU compró Luisiana a Napoleón, compró Florida a España, se anexo Tejas, compró la Mesilla, compró Alaska, se anexo Hawái, se anexó el Canal de Panamá, etcétera, y se transformó en imperio.
3. ¿Puede entonces comprenderse porque los EEUU y sus presidentes «obligan» a todos los mandatarios a mirarlos con gran respeto, temor y mucha humildad? Desde que en la Segunda Guerra EEUU vendió armas y aviones a «aliados» y alemanes, desde que armó a amigos y enemigos para que se destruyan entre ellos mismos y luego en 1945 el gobierno de Truman, de EEUU, arrojó aquellas dos poderosas bambas atómicas sobre Japón, se convirtió en el «amo y señor del mundo» .¿ Puede olvidarse aquel Plan Marshall que EEUU disfrazó de ayuda a los países destruidos que luego se transformó en hipoteca de países europeos y demás haciendo que los EEUU se conviertan en acreedores de casi todos los países?
4. El presidente Peña Nieto parece tener «la soga en el cuello», es decir, está desesperado. Sus asesores han buscado que se mantenga tranquilo y no alarmado frente a Obama. Lo que más le preocupa es la brutal caída del precio del petróleo, la permanente devaluación del peso, la desconfianza de los inversionistas, la economía estancada que no crece y el descontento de la población que se produce en las calles y plazas, sobre todo a partir de los 43. Obama conoce mejor que muchos la verdadera situación porque tiene información de primera mano proporcionada por la embajada y los miles de agentes de la CIA, FBI, DEA, que se mueven en el país. Así que Peña no fue a informar sino a pedir auxilio por la difícil situación de su gobierno.
5. Obama está sinceramente preocupado por aquello de «cuidar bien el patio trasero» para que no se cuelen los «enemigos de EEUU» dispuestos a convertirse en hombres-bomba. México es –siempre ha sido- importantísimo para asegurar su territorio y evitar que el Estado Islámico, los musulmanes de Jamás, el Yihadismo y otros grupos que han sido perseguidos y han sufrido asesinatos por los mismos yanquis, penetren e instalen sus estrategias de lucha. Por ello los EEUU no pueden adoptar una posición negativa cerrada hacia México, aunque los más derechistas Republicanos y los manejadores al estilo de los Rockefeller, Morgan, Rothschild, Goldman Sachs, Warburg, Lazard, pugnen por ello. México debe ser bien cuidado.
6. El asunto de los migrantes, de la iniciativa Mérida, la instalación de otros miles de agentes de EEUU en el país, resultan secundario para el presidente mexicano en estos momentos en que su gobierno está en peligro de terminar de derrumbarse. «Lo primero es lo primero» y lo inmediato es demostrar ante el mundo que el gobierno mexicano es intocable porque así lo quiere el país de las barras y las estrellas. Somos los mexicanos como los hijos no deseados, o los entenados de los EEUU que por explotados y pobres siempre tenemos problemas. Lo que ha sucedido es que EEUU no reconocerá su enorme deuda con México que se inició desde que nos arrebató nuestro territorio y ha continuado con exprimirnos en nuestro comercio y el pago de intereses.
7. Por eso la visita de Peña a Obama –en realidad muy vergonzante- sólo interesa al primero, aunque desafortunadamente así ha sido en la historia. Se me refleja Eisenhower, Kennedy, Johnson, Nixon y otros en años más recientes, saludados por nuestros presidentes y su cara de sumisión. Puede molestarnos esa relación absolutamente desigual, pero debe aprenderse que es de fuerza. Son muy pocos los países que han escapado de una relación de dependencia o subordinación hacia los EEUU; quizá sólo China, Rusia, Alemania, Cuba, así como gobiernos de Chávez, Morales y algunos otros que conquistaron cierta posición de asociación y competencia frente al imperio, los que lo han confrontado. (5/I/15)
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