Miguel Jaimes
El presidente de la estatal venezolana Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima, Eulogio del Pino, ha indicado: «la producción de petróleo de esquisto constituye un arma política del capitalismo para tratar de doblegar a naciones que se enfrentan a sus acciones de dominación y hegemonía (…) y forma parte de una estrategia que ha incluido el apoyo a las acciones desestabilizadoras que ha perpetrado la derecha en Venezuela, los planes para fomentar la crisis en Crimea, como forma de atacar a Rusia, y la aplicación de sanciones económicas contra Irán»
Los principios de la actual crisis petrolera es por ir en contra de Rusia, Irán y Venezuela. ¿Por qué? Porque estas unidas son las naciones que más han desarrollado la geopolítica estratégica de la solidaridad energética y esto choca con las políticas de Washington.
Pero para adelantarse a las acciones que hagan frente a las intenciones de EE.UU. el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, emprendió una gira que incluyó a naciones productoras. y miembros y no miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Rusia, China, Irán y Arabia Saudita, Catar, Kuwait y Argelia), levantando estrategias y coordinando mecanismos que permitan la defensa de los precios del barril y poder recuperarlo después de su baja más abrupta sufrida el 12 de septiembre del 2014 cuando una sobreproducción de 3,6 millones de barriles provenientes desde EE.UU. derrumbó unos solidos precios mantenidos desde el año 2008.
Pero a los manipuladores del Fracking los negocios parecen estar complicándoseles. La multinacional petrolera WBH Energy, empresa que operaba en Texas (EE.UU.) realizando extracción de petróleo y gas de esquisto, ha declarado su bancarrota, se convierte en la primera compañía estadounidense extractora de esquisto que va a la ruina desde que los precios del crudo comenzaron a derrumbarse (12 septiembre 2014). Sus deudas para enero 2015 superaban 50 millones de dólares.
El 50% en la caída de los precios del petróleo hizo que muchas empresas tuvieran que suspender planes de perforación en otros nuevos pozos, cesando en varios casos operaciones por completo.
Pero el Fracking no se detiene y sus daños colaterales y aparte de provocar daños económicos ahora las consecuencias medioambientales no se han hecho esperar, su manejo ha causado un terremoto en Ohio. La extracción de gas y petróleo mediante la técnica de fracturación hidráulica ha provocado un sismo ocurrido en Poland. Ya defensores del medio ambiente temen que este polémico método genere además de movimientos telúricos, contaminación de acuíferos, ya que la inyección de agua es en miles de galones.
La fracturación hidráulica del Fracking inyecta miles de litros de agua unida con otros químicos y todo sucede a gran presión por medio de una perforación superior a dos kilómetros y medio de profundidad, esto destruye y origina pequeñas fisuras en rocas porosas contentivas de petróleo y gas, proceso denominado Bloomberg.
Esta extracción de gas y petróleo mediante la técnica de fracturación hidráulica (Fracking), es realizada mediante inyección de líquidos a presión en el subsuelo, provocando en algunas estructuras de rocas fuertes terremotos, según investigaciones de expertos estadounidenses.
Varios científicos han analizado un sismo ocurrido en marzo del 2014 en Poland, estado de Ohio, llegando a la conclusión que su causa fue tras la fracturación hidráulica, esto ha quedado informado en el Boletín de la Sociedad Sismológica Americana (BSSA). El mencionado terremoto fue uno de los más fuertes y ha sido vinculado en Estados Unidos con este polémico método de extracción.
Los sismos en esta comunidad de Poland se produjeron sobre una capa de roca muy antigua, —precámbrica— en la que había probablemente muchas fallas sísmicas, señala el experto Robert Skoumal, quien es docente en la Universidad de Miami en Oxford (Ohio), todo escrito en un texto publicado por la Sociedad Sismológica.
La actividad de perforación no ha causado ninguna nueva falla, sino que ha activado las existentes y hasta entonces desconocidas. Es urgente que la industria petrolera de EE.UU., científicos y su gobierno colaboren en detener inmediatamente el Fracking sobre regiones donde puedan haber fallas desconocidas.
Esta situación se ha presentado ya que el método de fracturación hidráulica inyecta agua en miles de litros con químicos a gran presión dentro de una perforación la cual alcanza más de 2.500 metros de profundidad, esto rompe pequeñas fisuras de roca obteniendo gas y petróleo alojado en esas profundidades. Estas actividades microsísmicas producen a causa de su proceso —mini-sismos— normalmente tan débiles que sólo pueden ser medidos por aparatos especiales.
Por eso los sismos en Ohio llegaron a medir 3 grados en la escala de Richter, un nivel perceptible por el ser humano, aunque normalmente no cause daños y en el momento del sismo estaban practicando Fracking en la zona.
El investigador Skoumal y sus compañeros investigaron su posible relación, analizaron numerosos datos sísmicos e identificaron en el período estudiado 77 sismos de entre 1 y 3 grados. Al ver los resultados ocurridos en Poland se pudo establecer una clara coincidencia en tiempo y espacio. Cuando interrumpieron el Fracking y con el su movimiento, inmediatamente cesó la actividad sísmica.
Esta fracturación hidráulica ha sido polémica desde los defensores del medio ambiente quienes temen una contaminación de acuíferos estratégicos por estas épocas de sequias, aparte de químicos usados en el agua inyectada.
En España grupos de empresarios ven enormes beneficios con la reciente baja del crudo, han permitido sin ningún control la fracturación hidráulica y el Tribunal Constitucional ha pasado por encima con su ley sobre comunidades autónomas opuestas a este daño, alega que las competencias del régimen minero y energético son estatales.
Mientras en Francia y Alemania aprobarán a principios del 2015 una nueva ley que pone límites a esta actividad impulsada por Estados Unidos, donde ha servido para desestabilizar la economía global.