LibreRed
27-01-15.- Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), advierte a Grecia que no recibirá un trato especial y el Banco Central Europeo (BCE) se niega a participar en una quita de la deuda.
Cada uno por su lado, pero con un único mensaje: no habrá excepciones. Así ha reaccionado la troika al triunfo de la coalición de izquierdas Syriza en las elecciones griegas, que pone en cuestión el pago de la deuda contraída por Atenas con el FMI, el BCE y la Comisión Europea (CE).
Cada una de las partes ha sido clara: Lagarde ha advertido a Grecia de que hay reglas que cumplir y rechaza darles un trato especial, mientras que un alto empleado del BCE señaló que, de acordarse dicha quita, el BCE no participaría en la reducción del pago.
En una entrevista en Le Monde, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, que señaló: “Hay reglas internas que cumplir en la zona euro. No podemos hacer categorías especiales para determinados países”.
En este sentido, Lagarde indicó que su prioridad es “retomar” el diálogo con el nuevo Gobierno griego, incluyendo la necesidad de acometer reformas estructurales significativas, “porque hay mucho por hacer”.
La directora del FMI apuntó que sobre la mesa hay “varias hipótesis a discutir con las autoridades griegas y los socios europeos”, aunque no aportó detalles adicionales.
En cuanto al BCE, el francés Benoit Coeuré, miembro del directorio del mismo, indicó en Handelsblatt que “no es tarea del BCE decidir si Grecia necesita o no una quita de deuda”, señaló, para añadir: “Lo que está absolutamente claro es que nosotros no podríamos apoyar ninguna quita que implicara bonos griegos en poder del BCE. Es imposible por razones legales”.
Igualmente, el presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, se mostró convencido de que no habrá acuerdo sobre una posible quita de la deuda griega.
En una entrevista a la radio pública germana Deutschlandfunk, explicó que mantuvo el domingo una conversación telefónica con Alexis Tsipras. “Le dije que creo que no vamos a lograr una mayoría para una quita”, indicó sobre una posible negociación para aliviar la carga de deuda del país heleno, en la que Atenas debería ganarse la voluntad de sus acreedores.