Nicolás Álvarez Guevara

 

La noticia mencionaba que el Fiscal de la «causa AMIA», Alberto Nisman, acusó a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, al canciller Héctor Tímerman, a un diputado nacional oficialista y a otras personas, por realizar un supuesto pacto con la República Islámica de Irán para generar condiciones de impunidad para los acusados (iraníes) de explotar la entidad judía denominada AMIA en el año 1994, proceso del que no existen aún pruebas contundentes y del que se sospecha que el fiscal especial de la mencionada causa judicial es un agente encubierto o una marioneta de los Estados Unidos e Israel.

Para el fiscal Nisman el memorandum de entendimiento judicial aprobado por el Parlamento Argentino mediante una ley se realizó a cambio del retiro de la Lista Roja de Interpol de las cuatro acusados iraníes, aunque este hecho nunca existió. Sim embargo el fiscal realizó escuchas encomendadas al Servicio de Inteligencia (SI) argentino por -supuestamente- orden del Juez de la causa, Canicoba Corral: sin embargo éste, negó publicamente haber aprobado la indicación de escuchas.

El fiscal fue citado para el lunes próximo al Parlamento por el llamado de los partidos opositores al gobierno (que controlan varias comisiones) para que informe de las graves imputaciones realizadas contra la presidenta, para lo cual se develó a medios de prensa opositores que existen 330 CDs de grabaciones telefónicas y que esas supuestas pruebas son suficientes para acusar a Cristina.

Días atrás habían sido removidos de sus cargos el director del servicio de inteligencia y un alto funcionario que habría sido el responsable de las escuhas telefónicas por órden del fiscal Nisman. De ser así, el fiscal puede ser apartado de su cargo y llevado a juicio político por violar las normativas legales vigentes en materia de escuchas.

Este fiscal informaba a la embajada de los Estados Unidos sobre los «avances de la causa AMIA», según lo publicado en cables de Wikileaks en tanto la embajada le daba directivas de como actuar en su investigación para direccionar la acusación hacia los funcionarios iraníes. supuestos responsables de la matanza del año 1994.

Siendo la comunidad judeo-sionista muy poderosa en la Argentina y con una notable presencia del MOSSAD en territorio argentino, no extraña que estos acontecimientos sucedan luego de los sucesos de París en una arremetida nunca antes vista contra un presidente constitucional en funciones.

A menos de un año de la finalización del mandato de Cristina Fernández se asiste a una conjura judicial.política-mediática internacional para evitar que el proyecto de la presidenta continue en el tiempo, e instalar a otros candidatos que si respondan a la estrategia de Israel y su aliado norteamericano, quienes pretenden apoderarse del gobierno, los recursos financieros y naturales y acusar a Irán de una masacre de la que se sospecha fue una operación de «bandera falsa» por parte del Estado terrorista de Israel.