Minotauro
Marcos Ríos Guerra
La presidenta argentina, Cristina Fernández, recurrió al Mito de Ariadna, para explicar y justificar los acontecimientos sucedidos con relación a la crisis de los servicios de inteligencia: despues de 12 años de gobierno propio y a menos de 1 año de concluir su segundo mandato, reconfigurará el organismo de inteligencia del Estado tras la muerte sospechosa del fiscal especial de la Causa AMIA, Alberto Nisman.
Según el Mito, el rey Minos, padre de Ariadna y esposo de Pasifae de Creta, tenía en un laberinto al minotauro, a quien había que alimentar con gente ateniense cada nueve años.
A la tercera vez que los atenienses debían pagar su tributo, Teseo, -hijo de Egeo, el rey de Atenas- se ofrece a ir y matar al minotauro. El problema era que el minotauro vivía en un laberinto del que no se podía escapar.
Ariadna vio a Teseo y se enamoró de él, por lo que decidió ayudarlo con la condición de que se casara con ella y se la llevara lejos de su temible padre.
Teseo aceptó, y así fue como Ariadna le regaló un ovillo para que una vez en el laberinto, fuera desenrrollándolo y pudiera servirle de guía e indicarle el camino de regreso.
La presidenta argentina afirmó por cadena nacional de televisión, que el esclarecimiento de la muerte del fiscal Nisman era una oportunidad que podría conducirnos a salir del laberinto, con el hilo de Ariadna, (laberinto mantenido por la democracia burguesa argentina durante 31 años y´por el propio gobierno durante 12 años)
Pero el relato del Mito tiene una segunda parte con una traición
Cuando Minos (padre de Ariadna) supo que Teseo había matado al minotauro montó en cólera por lo que Teseo tuvo que apresurarse en la huída en la que lo acompañó Ariadna. Sin embargo ella nunca llegó a ver la tierra de Teseo, Atenas, pues en una escala que él hizo en la isla de Naxos, la abandonó dormida en la orilla.
En la interpretación del Mito, la traición de Teseo varía y se han hecho un sinnúmero de hipótesis. Se ha dicho que Teseo dejó a Ariadna en la playa porque estaba enamorado de otra mujer, también que fue por orden de los dioses, o sino que mientras ella se encontraba en la playa recuperándose de un mareo, él regresó al barco, y este sarpó impulsado por un misterioso viento.
Pero, Ariadna no se amilanó mucho y olvidó sus penas de amor con el dios Dionisio, quien se había enamorado profundamente de ella. Se casó con ella y la llevó al Olimpo. Como regalo de bodas le dio una diadema de oro que hizo Hefesto y que luego se convirtió en constelación.
Sus hijos con Dionisio fueron Toante, Estásfilo, Enopión y Pepareto.
Su muerte es objeto de varias versiones pues hay quienes dicen que Artemisa la mató, cumpliendo órdenes de Dionisio. Pero también hay quienes opinan que ella murió en la isla de Naxos, donde Teseo la había abandonado cuando ella dio a luz.
Es sabido que tanto la CIA como el Mossad eran los principales servicios de inteligencia que generaban la información volcada a la causa AMIA y quienes elaboraron la denuncia que el fiscal Nisman presentó ante la justicia argentina días previos a su muerte en circunstancias sospechosas. El gobierno sin embargo, no se atreve a denunciar públicamente sus pactos de coexistencia con estos dos países agresores mundiales.
Cristina Fernández fue traicionada cual Ariadna por Teseo, aunque ni siquiera ha salido del laberinto, ni ha matado al Minotauro.
Dejar en manos de EEUU e Israrel la inteligencia argentina y pretender disolver este vínculo de un día para otro, fue una acción temeraria y de alto grado de peligrosidad, pues el Minotauro sigue vivo y alimentadose de la mano del gobierno, quien tiene infiltrada a sus propias estructuras y al resto de los poderes públicos, jueces, fiscales, policias, funcionarios de alto rango, militares y fuerzas de seguridad.
El hilo de Ariadna parece estar cortado en algún lugar del laberinto
marcos.rios.guerra@gmail.com