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29-01-15.- Los agentes de la Policía Federal, el suboficial Armando Niz y el sargento 1º Luis Miño, asignados a la custodia del fiscal Alberto Nisman el día de su fallecimiento, fueron pasados a disponibilidad por la jefatura de la fuerza a raíz de las contradicciones en su testimonio y por presuntos errores, asignados a su accionar durante esa jornada.
Los agentes declararon ante la fiscal Viviana Fein, el pasado 21 de enero y en su relato se advirtieron diferencias, sobre todo en los datos iniciales de cómo toman contacto con la custodia, y en los horarios sobre los que dijeron haber tomado la iniciativa de subir al departamento del edificio de Puerto Madero para constatar por qué el fiscal no respondía a los llamados. Ambos revistaban en la División Seguridad y Custodia del Ministerio Público y Fiscal y Defensa de la Nación, desde 2010 y 2007, respectivamente. Otros 10 agentes continúan involucrados en un sumario interno.
Sobre los policías pesa la sospecha de haber actuado de manera negligente y de haber faltado a su deber de informar a sus superiores que no habían podido contactar a su custodiado durante varias horas, desde que arribaron a las 11 del pasado domingo 18 a las torres Le Parc, donde residía el fiscal.
En sus declaraciones ante la fiscal Viviana Fein, mientras uno de ellos afirmó que recién subieron a tocar la puerta del fiscal al piso 13 a las 14:30, el otro sostuvo que lo hicieron a las 17, esto es más de dos horas más tarde. También difirieron su testimonio en cuanto al lugar donde aguardaron tomar contacto con el funcionario del Ministerio Público una vez que arribaron al lugar con el auto de custodia.
Niz dijo que a raíz de la lluvia aguardaron en el subsuelo, tal había sido el protocolo acordado con Nisman en esos casos, un lugar donde no tenían señal de celular. Miño declaró que aguardaron en el estacionamiento de cortesía.
Ante la irregularidad, que también resultó de haber comunicado a sus jefes lo que había sucedido una vez que abrieron la puerta de la casa de Nisman y lo encontraron en el baño, el secretario de Seguridad, Sergio Berni les inició un sumario administrativo que resultó en la sanción.
Además, están cuestionados por la demora en tomar acciones ante la falta de respuestas del fiscal, que había pedido que lo fueran a buscar a las 11:30 del domingo. A la superioridad a cargo de la coordinación del operativo, la novedad de lo sucedido con Nisman llegó luego de las 22:40. Pese a que Nisman manejaba a su custodia a su propia manera, lo cierto es que el operativo para su resguardo estaba acordado con cinco oficiales cada 24 horas encargados de la guardia, algo que no se cumplió.
La justicia investiga incluso si la custodia en realidad cumplía funciones de cadetería, ya que uno de ellos, a pedido de Nisman pasó a buscar por la casa de su secretaria una documentación que luego llevó a la casa de un periodista el mismo sábado a la noche.
Además, se agregó el dato acerca de los dichos del custodio Rubén Benítez, uno de los más antiguos en la guardia que a su vez, cumplía funciones de chofer. A la justicia le contó que el sábado al mediodía mantuvo una conversación en el departamento de Nisman en el que le pidió consejo para comprar una pistola calibre 22, ya que también le transmitió que temía por su seguridad.
Ese mismo día, el especialista en informática Diego Lagomarsino ingresó cerca de las 20 con el arma Bersa con la que finalmente se produjo el hecho de su muerte. «
Niz y Miño
Sobre ambos pesa la sospecha de haber actuado negligentemente y de faltar a su deber de informar a sus superiores que no habían podido contactar a su custodiado durante varias horas.