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21-12-14.-Este sábado se cumplen 25 años de la invasión de Panamá por las Fuerzas Armadas de EE.UU. El 20 diciembre de 1989 las tropas norteamericanas capturaron por orden del entonces presidente George Bush, al líder del país latinoamericano, Manuel Antonio Noriega, e instauraron un nuevo Gobierno.

Fueron más de 26.000 efectivos los que el ejército de Estados Unidos envió al pequeño país centroamericano como «último recurso» para lanzar un ataque masivo contra Noriega y sus hombres, tras los fallidos intentos políticos y las sanciones económicas de Ronald Regan (1981-1989) para presionar su salida del poder.

Las Fuerzas de Defensa de Panamá (FDP), comandadas por Noriega con solo 12.000 efectivos y el apoyo de los denominados Batallones de la Dignidad, civiles entrenados y armados por los militares, no pudieron resistir el fulminante y masivo ataque estadounidense, que causó un número hasta ahora desconocido de millares de muertos y cambiaron radicalmente la historia del país.

Las fuerzas de Noriega fueron atacadas con modernos armamentos que Estados Unidos estrenó en Panamá, como el llamado avión furtivo o invisible (F-117 Nighthawk) y el helicóptero AH-64 Apache, entre otros, que después utilizó en la guerra del Golfo Pérsico (1990-1991). Ronaldo Ortiz, testigo de aquél operativo, opina que Washington ejecutó una medida que no debería haber iniciado y que, después de 25 años, su actitud no ha cambiado.