Oglis Ramos

12/12/2014

 

El apuro del imperialismo norteamericano en querer ser el dueño del mundo, lo está dejando en ridículo ante la opinión pública mundial esto debido a que las series de sanciones desatadas contra Moscú luego que este detuviera  sus ambiciones de dominio cerca de sus fronteras. Pues este fracaso de la política de la Casa Blanca se vio contra atacado por la solidaridad internacional con la que acogieron numerosos países la actitud diplomática de Rusia tanto en Europa, Asia y América del Sur; el intento de doblegar a Rusia en la figura de Putin fue un fracaso en el G-20. Contrario a esto las giras diplomáticas por Turquía e India y la influencia rusa en esos países dejaron a Washington como un aprendiz de diplomacia, las relaciones comerciales entre estos gigantes con la EX URSS son de suma importancia para quienes realizan acuerdos geoestratégicos en beneficio común es por esto que cada vez más la Casa Blanca pierde más y más terreno en Europa lo que hace que aliados estratégicos que integran la Unión Europea y la OTAN obtén por buscar vías alternas que les permita mantenerse relacionados con mayor productor de gas y petróleo del continente europeo. No obstante el despliegue de un gran ataque mediático que se originó con la resolución del congreso de los EEUU contra Rusia va aquedar para el archivo ya que varios gobiernos que le coquetean al imperialismo norteamericano no se van a montar en una carrera llena de locuras por parte del gobierno estadounidense, dado a que los intereses económicos de los países europeos con la federación rusa son gigantescos y muestra de ello fueron las repercusiones de las sanciones rusas a las importaciones de productos agrícolas de los países que integran la Unión Europea y la anulación del proyecto  South Stream.

Ahora bien toda esta andanada de ataques por parte del imperialismo norteamericano contra la principal potencia europea solo ha causado la unidad cohesionada del pueblo ruso haciéndoles ver que el fascismo que una vez invadió la nación se presenta nuevamente con un rostro diferente, pero con el mismo objetivo “eliminar a Rusia como potencia superviviente de la antigua URSS”. Este fin planteado por Washington no solo es erróneo en política exterior, sino que además es extremadamente peligroso para todo el continente europeo ya que participar en el nuevo  Call of Duty fabricado por el pentágono los pondría en la mira de cada una de las respuestas que pueda ofrecer Moscú. Pero si Europa que ya de por si es un teatro de guerra el cual está pasando de la imaginación a la realidad, América del Sur no se escapa del imaginario guerrerista del pentágono y de su brazo político el senado estadounidense; la reorganización de los organismos de cooperación (UNASUR,CELAC,ALBA,) que abogan por un mundo de justicia, paz, integración y soberanía causa preocupación en primer lugar a los “vampiros” del fondo monetario internacional como los llamo el secretario de UNASUR  Ernesto Samper y en segundo lugar las relaciones con Rusia y China las cuales se han fortalecido en todos los ámbitos, este último elemento ha sido muy bien desarrollado por la República Bolivariana de Venezuela la cual ha sido pionera en estrechar relaciones con Cuba, Rusia, Irán, China, Bielorrusia, entre otros enemigos del imperialismo norteamericano.  Es por este desafío histórico iniciado por Hugo Chávez que hoy las grandes corporaciones financieras globales le giran la instrucción al Congreso de los Estados Unidos de aplicar sanciones al igual  como las iniciaron contra Moscú. No es de extrañar que además de sabotear los mercados petroleros con el fracking y su incidencia en los países dependientes del petróleo como lo es Venezuela se ponga en ejecución el objetivo que se oculta tras las sanciones a funcionarios venezolanos, el cual es dar el paso a sanciones económicas y así inducir aún más en la guerra interna desatada por la oligarquía venezolana pero esta vez con un aliado externo y sin careta.

 

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