Es paradójico que, mientras los presidentes de Estados Unidos Obama y Castro de Cuba han anunciado un histórico reencuentro que rompe el aislamiento de sus tradicionales y controversiales relaciones, al punto de, convertirlas en diplomáticas, sin descartar, incluso, el desbloqueo económico y la liberación por ambas partes de sus respectivos «presos políticos», el senado de USA acuerda que se sancione al gobierno de Venezuela acusándolo de violación de derechos humanos, lo cual pone a Obama entre la espada y la pared.

La ultaderecha internacional y sus lacayos en Venezuela como era lógico esperarlo han reaccionado airadamente contra el anuncio cubano estadounidense al respecto, lo cual contrasta con la posición del Papa Francisco quien no dudo en expresar su beneplácito, entre otras cosas, porque el colaboro para que esto se diera.

Independientemente de los discursos de los presidentes cubano y estadounidense sobre sus nuevas relaciones, si en la actualidad hay una noticia que haya impactado a la escena internacional, es el haber desenmascarado la pretensión de USA por insistir en convertirse en policía del mundo, según el senado de ese país, para que el presidente Obama convalide sus groseras y atrevidas pretensiones, solo porque nuestros funcionarios dispersaron una violenta manifestación que, auto-proclamándose pacifica, dejó un saldo de más de 40 muertos y heridos chavistas, cuando allá, policías blancos asesinan a gente de color, producto de su infame herencia racista que, en la actualidad, ha desatado múltiples protestas en diferentes ciudades norteamericanas.

Afortunadamente el presidente Nicolás Maduro oportunamente le salió al paso a tan insólita y grosera actitud con el apoyo de la ALBA y de más de 300 artistas e intelectuales de todo el mundo que, reunidos en caracas, condenaron semejante pretensión, amén de la multitudinaria manifestación popular que se hizo también presente en nuestra capital para respaldar la valiente actitud de Maduro frente a la acusación en referencia.

Es increíble como EEUU cuyos servicios de Inteligencia, han admitido tratos crueles contra sus prisioneros, ose acusar a otros países por crímenes que allá son cotidianos, mientras que, paralelamente se hacen de la vista gorda frente a los desaparecidos y asesinados estudiantes mexicanos, crímenes atribuidos al gobierno azteca, que, servilmente calla, convalidando sus desmanes. Contrariamente desde que la revolución bolivariana triunfó, no ha cesado el imperio por intentar derrocarla, al punto que, la desesperación por sus sucesivos fracasos han puesto a Obama contra la pared y en el fondo todo obedece a su obsesión por apoderarse de nuestro petróleo.

El autor es: Periodista jubilado

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