Camilo Martiano
Continuemos….
Decíamos en la primera parte que es hora de un nuevo y rotundo cambio comercial para América Latina. La EU no quiere entender y se está dando golpes tras golpes, el giro comercial es muy esperado por muchos países de nuestra América. Por otro lado las mentiras están dando trompetazo en los medios de comunicación alienados no solo a esta debilitada EU, sino que están diciendo cualquier barbarie para desinformar a la comunidad en general. Lo cierto de todo es que no hayan las horas de poder salir de este atolladero que los mismos gringos los metieron. Medios como CNN entre otros, recientemente han dejado mucho que desear, cuando anuncian como fatalismo el escenario Ruso y que los países de nuestro continente no deben acercarse a ese supuesto desarrollo. Lo que no informaron es lo que decíamos en nuestra primera parte. Los rusos dijeron que este año iban a tener una leve caída en su Producto Interno Bruto, ya para muchos es sabido y por ello los cleptómanos de la información – como bien los cataloga el colega venezolano Walter Martínez – necesitan seguir desinformando o contra informando el avance y repunte que en estos tiempos tiene la Euroasia. Pero volvamos a la segunda parte y final de esta investigación.
Fue el caso de Brasil, sin ir más allá. Ahora los cariocas ven el cielo abierto con las sanciones a la UE y EEUU y hasta los emprendedores hablan de “revolución” con las esperanzas que ha abierto la decisión rusa. Lo mismo pasa con Argentina, sumergida en unas hostilidades de vida o muerte contra los fondos buitres y amedrentada por los gringos. La Excelentísima presidenta Cristina Fernández es muy consecuente y ha dicho que el gobierno va a generar las condiciones para que el sector privado, con el impulso del Estado, pueda incrementar las exportaciones y satisfacer la demanda del mercado euroasiático. Argentina se ha desentendido de forma brillante del campo político europeo-estadounidense desde el trastorno económico de hace más de una década y se ha acercado tanto al ALBA como a los BRICS. Seguro que la batalla que está dando ahora contra los “fondos buitres” tiene mucho que ver con todo ello.
Las relaciones de Rusia con Brasil y Argentina conducen necesariamente a unas relaciones positivas con Uruguay, el vecino menor de ambos países y socio del MERCOSUR. También este país ha dicho que está dispuesto a aumentar sus exportaciones a Rusia.
Por su parte el Gobierno del Ecuador a través de su honorable presidente Rafael Correa, hace lo mismo, el mismo ha dicho que no va a pedir ningún tipo de beneplácito a la UE para comerciar con Rusia y aprovechar esta posibilidad de abrir nuevos mercados para los productos ecuatorianos, frutas y flores sobre todo. Ecuador tiene mucho que ganar, máxime teniendo en cuenta que Rusia tiene la intención de invertir 1.500 millones de dólares en el sector de la energía. Puntualizó el gobernante.
El comercio entre Brasil y Rusia en 2013 conjeturó más de 3.000 millones de dólares, de los que 563 fueron en exportación de carne bovina. Ahora se puede casi duplicar. Muy similar fue el comercio entre Argentina y Rusia, 2.677 millones de dólares. Así se podría ir país por país y comprobar que las posibilidades de Chile, Perú, México, Colombia… son inmensas, toda vez estos países no dobleguen sus rodillas ante las especulaciones occidentales, creo es necesario abrir el comercio multipolar; los gringos están destinados a sucumbir ante sus malas y peores decisiones en el sector comercial.
Ahora bien los casos de Perú y Chile son curiosos. Miembros de la Asociación TransPacífico, un bloque neoliberal comandado por EEUU y del que también forman parte Colombia, Costa Rica y México, estos quieren entrar en el mercado ruso desafiando tanto a sus patronos estadounidenses – como describíamos arriba – como a la UE. No es el momento para ahondar en este asunto, pero la relación que ambos países mantienen con China –los dos tienen firmados con los chinos acuerdos de libre comercio- tienen mucho que ver con su pretensión de aprovechar las sanciones que ha impuesto Rusia para comerciar con este país.
Cuando se inicio la primera parte de este pequeño análisis, Rusia ya había autorizado a empresas brasileñas y chilenas la exportación de diversos productos cárnicos a su territorio.
Toda esta actividad comercial con estos países es lo que quiere evitar la UE haciendo gala de su comportamiento colonial. Pero ya es demasiado tarde. Rusia y China tienen importantes acuerdos bilaterales con Venezuela, Cuba, Nicaragua, Argentina y Brasil; los países BRICS ya tienen reuniones con la UNASUR y la CELAC… Los nuevos bloques regionales se están fortaleciendo en bloques de poder y ya nada será igual.
No obstante, la valiente postura de América Latina no está libre de peligros ya que quien aparezca a ojos de EEUU como “socio de Rusia” estará marcado y será vulnerable a cualquier desestabilización patrocinada por Washington. El caso de Venezuela es un buen ejemplo, porque el papel de este país, sobre todo durante la presidencia de Hugo Chávez, en la reinserción de Rusia en el continente latinoamericano fue esencial. A la hora de hablar de la desestabilización de Venezuela, próvida y alentada por EEUU, hay que tener en cuenta este factor geopolítico. La vuelta al patrón oro.
Junto a este importantísimo cambio en las relaciones económicas hay otra consecuencia letal para la EU y, a largo plazo, para EEUU como consecuencia de las sanciones impuestas por Rusia: muchos países están “reconsiderando” la prepotencia del dólar en las relaciones económicas y Rusia está dando pasos para que, al menos, haya otras monedas. Y esto preocupa, y mucho, a EEUU. Revisando algunos reportes internacionales encontré uno donde Joseph Quinlan, quién es director estratégico del Banco de América, dijo que “este molesto giro de las relaciones entre Rusia y Occidente es por culpa de las sanciones y que puede ser el catalizador del comienzo de un mundo multi-divisa” así lo manifestó.
En otras palabras aunque el efecto de las sanciones no pudiese apreciarse de inmediato, ya se está viendo que si afecta y es el caso alemán, no es ni apresurado, mucho menos aventurado decir que es el paso más importante que se ha dado hacia la desaparición del dólar como moneda hegemónica del mundo. La Unión Europea más temprano que tarde se tendrá que dar cuenta que no puede seguir protegiendo las enormes deudas del gobierno yanqui sólo para recibir reveces y más reveces, como las sanciones contra los bancos franceses, por ejemplo. Porque otra de las medidas que Rusia está poniendo en marcha es transformar su intercambio comercial fuera del euro y del dólar.
Una de las formas en que lo está haciendo es admitiendo la compra y venta de productos en las monedas de los países con que comercia. Es el caso de China, donde cada vez en mayor medida las transacciones son en rublos y yuanes. Lo mismo ocurre con los otros países BRICS. Otra, la compra de oro. Resulta que tres de los países BRICS (China, Rusia y Sudáfrica) producen casi el 40% del oro del mundo, así que quienes han dudado de que la puesta en marcha del Banco de Desarrollo de los BRICS sirva para algo deberían reconsideran su postura. No hay que mirar sólo a lo inmediato, sino a largo plazo.
Además, resulta que Rusia tiene las quintas reservas más grandes de divisas del mundo y es el sexto país del mundo en reserva de oro. En el primer semestre de 2014, el Banco Central de Rusia decidió reducir sus reservas de moneda extranjera el 2’5% y anunció que esa tendencia seguiría en el futuro. Junto a este anuncio, otro: el aumento de las reservas de oro en 54 toneladas en sólo cinco años.
Comparemos estos movimientos con los de la UE, que está viéndose obligada a vender sus reservas de oro como consecuencia de la crisis: Alemania ha vendido 2’9 toneladas, Italia, Francia y España han hecho lo mismo. Entonces esta referencia no concuerda con las asonadas que los medios de comunicación están difundiendo y que seguirán contando una mentira mil veces para convertirla en verdad. La realidad es otra y si no se adaptan al nuevo orden mundial creo se verán muy afectados no solo empresarios sino poblaciones enteras.
No son muchos los que en Alemania y Francia se dan cuenta de hacia dónde les lleva la dependencia y vasallaje de EEUU, aunque alguno de los últimos movimientos de Merkel con Ucrania parece dar a entender que hay un cierto hartazgo con Washington entre comillas, lo que no significa ni mucho menos ruptura ni siquiera autonomía.
Francoise Hollande es un verdadero payaso, pero no tanto como para ignorar lo que está en juego con la presión estadounidense contra el BNP Paribas –multado con 9.000 millones de dólares supuestamente por comerciar con Cuba e Irán- e intentando que no venda a Rusia dos portaaviones de la clase “Mistral”. Aunque la capitulación francesa fue total aceptando, por boca del gobierno, “la responsabilidad” del banco en la violación de las leyes estadounidenses, que no europeas, el malestar en amplios sectores de Francia es tal que no escasean las voces “para una recuperación de la patria”. Sea lo que sea esta frase y signifique lo que signifique aunque el caso del BNP Paribas ha servido para que ahora el gobierno diga que va a cumplir el contrato con Rusia pese a las presiones que está recibiendo de EEUU y la OTAN para que no lo haga.
El sentimiento europeo de hartazgo respecto a la sumisión a EEUU crece con una actitud que les lleva a actuar como policías de EEUU gratis mientras que tienen que pagar miles de millones de dólares en multas cada vez que intentan hacer algún negocio que no le gusta a EEUU. Eso se va a traducir en una paulatina distancia respecto al dólar como moneda financiera.
El euro ya está en el alambre, un enfrentamiento mayor con Rusia precipitará su caída junto al dólar. Aún minoritarias, pero significativas, son las voces que están comenzando a sonar sobre el papel del dólar en la economía europea, en recuperar la soberanía nacional y en la necesidad de oponerse a unas leyes del mercado que sólo tienen como límites los que EEUU marca como propios.
Esperemos pues el desenlace de este interesante cambio multipolar. Finalmente que puedo decir de mi Guatemala, esto se asumirá toda vez haya un cambio a lo interno y quitarse el vendaje, dejar de ser servilistas de los gringos y dejar la apatía a las necesidades que hoy día necesita en su totalidad el pueblo de Guatemala. Podemos subirnos a este nuevo orden mundial que comandan los países BRICS, ser timoratos es la peor de las decisiones que puede tomar un Estado. Occidente le a quitado mucho a estos pueblos y creo que la apertura con nuevos países con propuestas claras y honestas se estaría dando un salto cualitativo dentro de lo cuantitativo.