Manuel Taibo
Las características de la Revolución-evolución del país que venían abocándose el tercer estado, o “estado llano”, que incluía en sus filas el 80% de los venezolanos, durante la dirección del Comandante Chávez. El Gobierno actual a partir del año 2013, efectuó una “vuelta atrás”, el regreso al betancurismo-puntofijista. Esta entidad “legal” encubre elementos sociales diversos cuya acción específica diversificó el curso de la Revolución. Es una verdad evidente que la burguesía guía la Revolución de Chávez. Algunas de esas facciones están integradas a las estructuras del Estado, participando en puestos diversos de los privilegios de la clase dominante. Mientras la dirección-corrección de la economía, reclamadas por el pueblo, aseguran a duras penas, el abastecimiento de la población, las necesidades de la defensa nacional como una concepción burguesa del poder político llevan cada vez más al Gobierno a asegurarse la obediencia pasiva de las organizaciones populares y a restringir sus beneficios y reducir el socialismo.
Así se asienta, un doble malestar social y político que afecta al pueblo tanto en su existencia material como en su comportamiento revolucionario. Sobre este trasfondo de crisis, el pueblo entre “indulgentes y patriotas” decididos se exasperan. La conjunción de la oposición avanzada y el descontento popular, provocado por las interminables colas en busca de alimentos de la cesta básica constituyen una seria amenaza para la estabilidad gubernamental; estos intentaron, con decretos para conciliarse con la opinión pública. La maniobra fracasó; los decretos no provocaron ese esperado choque psicológico capaz de resolver la crisis político-socio-económica.
En el plano económico la contradicción no era menos insuperable. Partidarios de la economía liberal, los hombres del gobierno, sólo aceptaron la economía dirigida para mantener la tranquilidad de las masas; la oposición, al imponer el máximo general, sólo pensaba en su propia subsistencia, buscando prebendas y el poder político. La tal “Revolución” por muy democrática que se vuelva, no deja de ser burguesa: el gobierno “revolucionario” tasó tanto los salarios como los productos, para mantener el equilibrio entre los empresarios y asalariados. Esta política exigía la alianza de gobierno y oposición y dejando en un segundo plano los conflictos de intereses del pueblo que enfrentaban a sus distintos elementos; no podían eliminarlos.
La marcha de la historia, en su misma dialéctica, da cuenta también del fracaso del intento de la lucha del año 2013. Las luchas revolucionarias constantes gastaron (expulsaron) a los mejores, y a la larga, quitaron al movimiento popular su fuerza y su acometividad, en tanto que la gran esperanza siempre pospuesta desmovilizaba poco a poco a las masas. El pueblo se cansa: el pueblo aspira a disfrutar del fruto de sus esfuerzos. Estamos en vísperas de lamentar todos los sacrificios que hemos hecho por nuestra Revolución. De mes a mes, los reclutamientos de hombres y mujeres han debilitado las secciones, privándolas de los conscientes y de los más entusiastas, para quienes la defensa de la nueva Patria constituye el primer deber revolucionario. Pueden imaginarse las irremediables consecuencias de ese “envejecimiento” político sobre el ardor revolucionario de las masas.
Los nuevos “militantes” del PSUV, movidos sólo por la ambición, consideraban la obtención de un cargo (para enriquecerse) como la recompensa legítima a su actividad. Este era el precio, por otra parte, de la “eficacia” del Estado revolucionario. Por ello produjo un debilitamiento del movimiento popular y una alteración de las relaciones con el gobierno. La actividad política de las organizaciones se vio frenada, el socialismo debilitado. El proceso de burocratización provocó gradualmente la parálisis del espíritu crítico y de la combatividad política de las masas. Por último se afirmó una disminución del control popular sobre el aparato gubernamental, cuyas tendencias se reforzaron y el reino burgués podía comenzar.
¡Gringos Go Home! ¡Libertad para los antiterroristas cubanos Héroes de la Humanidad!
Mi Comandante: Te inmolaste en defensa de Tú amado pueblo. Y todo, “¿para qué?”.
¡Hasta la Victoria Siempre, Comandante Chávez!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!