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3-12-14.- El BM fundamentó, mediante la difusión del documento que detalla los ejes de cooperación, la nueva alianza estratégica que su directorio aprobó el 9 de septiembre que implica un financiamiento para el país por un monto de entre 1.000 a 1.200 millones de dólares por año y otros 1.700 millones de dólares para emprendimientos del sector privado.
 

El nuevo diseño de financiamiento busca dar “respaldo a los objetivos de desarrollo del Gobierno encaminados a proteger los beneficios sociales obtenidos recientemente y aumentar la inclusión social de manera eficiente y sostenible desde el punto de vista ambiental, aprovechando y ampliando las innovaciones satisfactorias ya introducidas”.

En ese sentido, la participación del Banco Mundial “será selectiva” y orientada a las áreas que se escogieron por entender que “son importantes para reducir la pobreza en forma sostenida y distribuir los beneficios de la creación de riqueza, los dos objetivos inseparables del organismo”, y que podrán contribuir con “el máximo impacto posible”.

Los tres temas escogidos por el BM son la creación de empleo en empresas y establecimientos agropecuarios; la disponibilidad de activos de las personas y los hogares; y la reducción de los riesgos para el medio ambiente y la protección de los recursos naturales.

Así, la estrategia introduce una serie de cambios graduales en la manera, entre los que destaca eliminar gradualmente el apoyo financiero y los servicios de asesoría que presta para la gestión del mantenimiento vial, uno de los ejes de los antiguos programas del Banco Mundial, “ya que el Gobierno ha integrado, tanto a nivel federal como provincial, el exitoso modelo aplicado”.

Por otra parte, tampoco se suministrará “ayuda directa a los ingresos de la población pobre” que durante casi dos décadas fue un componente fundamental del programa del Banco, y “ayudó a la Argentina a ampliar sus planes de transferencia de ingresos por medio de ayuda laboral y de la asignación universal por hijo, que ahora están consolidados”.

De esta manera, la estrategia pretende dar paso a “incrementar el respaldo destinado a aumentar las posibilidades de empleo de los jóvenes mediante formación laboral, capacitación, programas para aprendizaje de oficios y alianzas con empresas, así como la contribución y el apoyo financiero de IFC al sector privado”.

El programa también adapta el enfoque del desarrollo en materia de urbanización vinculadas a la logística, el transporte urbano, los servicios básicos, el desarrollo de competencias y la gestión de
gobierno en comunidades y municipalidades de ingreso bajo; la gestión ambiental; y la gestión y buen gobierno del sector público, en búsqueda de intervenciones que proporcionan incentivos a la prestación de servicios para la población pobre y vulnerable.

Con respecto a la cobertura geográfica de las actividades, el financiamiento aumentaría el flujo hacia las provincias de ingresos más bajos del norte y las municipalidades de bajos ingresos de las zonas metropolitanas más extensas.

Durante el período de la estrategia (2015-2018), el Banco Mundial (a través del BIRF) y la Corporación Financiera Internacional (IFC), miembro del GBM que apoya al sector privado, realizarán un esfuerzo conjunto para asistir a la Argentina a lograr resultados específicos.

Algunas iniciativas están destinadas a reducir en un 15% el tiempo promedio de tránsito desde barrios pobres al centro de la ciudad en dos zonas metropolitanas; a aumentar en un 12% el valor bruto de la producción agrícola (u$s/hectárea) de 80.000 pequeños y medianos establecimientos agropecuarios situados en las zonas de ingresos más bajos; y apoyarán un aumento del 28 % al 50 % en la cobertura del sistema nacional de atención de la salud.

Con este anuncio, la Argentina renovó su relación con el Banco Mundial a partir de los casos en resolución en el CIADI (tribunal internacional del Banco Mundial), el visto bueno del GAFI en la lucha contra el lavado de dinero y el acuerdo con el Club de París.